El Privilegio de la Memoria

Desde mediados del siglo XIX la construcción de zonas verdes públicas en Zaragoza estuvo controlada por la Sección 5ª, conocida entonces como Policía rural. Era la encargada de los espacios extramuros: ríos, puentes, arboledas, parcelas de cultivo, etc. Fue la promotora de los espacios ajardinados en Zaragoza. Su funcionamiento se estableció en un reglamento donde se señalan las zonas de la ciudad y las labores de los guardas encargados de vigilar y conservar los paseos, caminos y arbolados de la ciudad.

Zaragoza cuenta con espacios verdes diversos. El Parque José Antonio Labordeta denominado también Parque Grande, inaugurado en 1929 es el verdadero pulmón verde de la ciudad.

A principios del siglo XX surgieron las primeras iniciativas para dotar a Zaragoza de un sistema moderno de abastecimiento de agua y alcantarillado. Por iniciativa del Doctor Cerrada, alcalde de la ciudad, se desarrollaron sendos proyectos que permitieron contar en el año 1912 con redes organizadas de distribución de agua y alcantarillado en el casco antiguo de la ciudad. Constituyen el germen de las actuales redes.

Zaragoza, bañada por el Ebro y sus dos afluentes, el Huerva y el Gállego, goza de sus cauces, pero también sufre sus furias. Desde época medieval se registraron numerosas crecidas de los ríos que causaron daños importantes, llegando a romper los puentes. Los Jurados de la Ciudad se ocuparon de la reconstrucción del puente de tablas y de piedra. Cuando se concluyó, mandaron grabar una inscripción: “enojado el Ebro contra la Madre Augusta, porque con fuertes diques le estrechava el cauce, refrenando sus desafueros, reprimiendo y oprimiendo su libertad, impaciente de tanta clausura, salió furioso de Madre, y se le llevó ambas Puentes”. La mayor avenida del siglo XX empezó en la Nochevieja de 1960 y alcanzó su máximo en la mañana del 2 de enero de 1961.

Hasta el último tercio del XVIII Zaragoza se abastecía de las acequias procedentes del Jalón o del Huerva; los aguadores se encargaban de tomar el agua y distribuirla por las casas hasta que comenzó el abastecimiento organizado con la construcción del Canal Imperial, entonces se creó una red de fuentes públicas más accesibles tomando el agua del Canal y no de los ríos.

La primera fuente inaugurada fue la de la Princesa o Neptuno en 1840, en la actual Plaza de España. Tras diversos avatares está emplazada en el Parque José Antonio Labordeta. Sobre los años 60 del s. XIX se añadieron las llamadas Fuentes de vecindad por la ciudad.

El abastecimiento primitivo se basó en las acequias, en el s. XIX en las fuentes y en 1867 comenzaron los primeros proyectos de una distribución organizada. El Canal era el punto de arranque de toda la red en las proximidades de Torrero donde se instalarían los depósitos.

En 1907 el agua comenzó a subir a los pisos gracias al proyecto de Antonio Lasierra Purroy, pero es en los años 60 cuando se llega a un suministro con garantías.

En la actualidad, el abastecimiento de agua potable a la ciudad se realiza en la Planta Potabilizadora, situada en el barrio de Casablanca. Tres puntos la proveen: el Canal Imperial, el embalse de Yesa (desde 2009) y un sistema alternativo del río Ebro a su paso por Zaragoza.

Bajo nuestro suelo discurren más de 1000 kilómetros de alcantarillas que recogen las aguas pluviales y fecales para garantizar unas condiciones de salubridad imprescindibles en la sociedad. Para tratamiento de las aguas residuales, en 1989 entró en servicio la depuradora de la Almozara y en 1993 la de la Cartuja.