Parques, jardines e infraestructuras verdes

Un pinar de repoblación


Monte de Torrero

Orquídea (Ophrys speculum)

El Monte de Torrero se encuentra situado al sur de la localidad de Zaragoza, ocupando alrededor de 330 hectáreas y limitado parcialmente por dos cauces: el río Huerva, en su zona oeste, y el Canal Imperial de Aragón, por sus límites oeste y norte.

Flora

Se trata de una masa forestal compuesta casi exclusivamente por pino carrasco (Pinus halepensis), con presencia testimonial de pino piñonero (Pinus pinea) y anecdótica de pino canario (Pinus canariensis).

En algunos puntos pueden encontrarse otras especies vegetales, como la encina (Quercus ilex), o algunos tipos de árboles que se cultivaban antiguamente en este monte y que han sobrevivido al abandono, como son el almendro (Prunus dulcis) o el acebuche (Olea europaea).

La cubierta vegetal de esta zona procede prácticamente en su totalidad de las repoblaciones realizadas a partir de 1928-1929 hasta nuestros días, aunque en el Cabezo de Buenavista las repoblaciones se iniciaron a partir de 1914, aprovechando “el día del árbol”. Las crónicas de la época decían que no había un zaragozano de la época que no hubiera plantado un pino con sus propias manos.

En determinadas zonas, algunas plantas herbáceas son capaces de desarrollarse, apareciendo sorpresas florales como orquídeas (Ophrys speculum) y narcisos (Narcissus assoanus), que adornan con sus llamativas flores.

Fauna

Algunas plantas del entorno de Torrero sirven de alimento a especies concretas de invertebrados, como la oruga de la mariposa arlequín (Zerynthia rumina). La ausencia de fuente de semillas forestales junto con la compactación del terreno son algunas de las razo- nes que provocan que no exista una regeneración y sucesión natural de la vegetación, careciendo del sotobosque típico de los espacios forestales naturales. Por otro lado, el desarrollo de infraestructuras, como el tercer y cuarto cinturón o las construcciones y vías de co­ municación de Puerto Venecia, han provocado la fragmentación del pinar con un impacto importante en el mismo.

A pesar de todo, el Monte de Torrero se encuentra muy arraigado en la identidad de la ciudad, al ser un espacio donde los zaragozanos han disfrutado durante décadas de paseos a la sombra de sus pinos. En los meses más calurosos, el microclima proporcionado por esta masa boscosa hace que la población acuda a ellos en busca de un alivio de frescor. El entorno se beneficia también de una mayor calidad del aire, recurso cada día más valioso en las ciudades.