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Legados de Mujeres Aragonesas de los siglos XIX y XX

La búsqueda del secreto: ciencias experimentales, ciencias de la farmacia, ciencias naturales, geografía, geología, biología

Mujeres que llevaron su curiosidad analítica a crear su propia experiencia y traspasaron los límites en muchos más campos que los científicos

Nosotras, las mujeres estudiantes, las que aspiramos a más doctorados, las que ambicionamos placeres más espirituales y más limpios por tanto, las que hemos hallado en los libros una exaltación nueva a la gloria que significa ser mujer, conservamos el tesoro excelso de nuestra femineidad que no está precisamente en las miradas tiernas, en las palabras rebuscadas, en el traje o en la manera de andar, sino en el sentimiento, en el corazón, en el alma (...) pues nuestro fin ya no es únicamente la caricia del hombre, sino el goce supremo del saber, de poseer un poco de la ciencia purificadora...

Amparo Poch y Gascón, 1923

Artículo '¿Y yo?'. Revista del Ateneo Científico Escolar, n.º 27

Extracto tomado de la ponencia Las mujeres que abrieron los espacios de las ciencias experimentales para las mujeres, en la España del primer tercio del siglo XX de Carmen Magallón Portolés, para la Fundación Seminario de Investigación para la Paz, 2011

Presentación


La incorporación de las mujeres a la profesión farmacéutica, geológica y otros apartados de las Ciencias Naturales fue progresando a partir de los años 20 del pasado siglo, teniendo que superar una época en que no era fácil ni estaba admitido socialmente que una mujer fuese científica. Ello se ha traducido históricamente en que la mayor parte de ellas no han obtenido el reconocimiento merecido y otras muchas han pasado desapercibidas o han sido silenciadas en el devenir de los logros científicos. Mientras hoy las mujeres son el 80% de las personas dedicadas a la profesión de Farmacia, en los años 20 eran apenas el 1%, y por su parte, en el campo de la Geografía y la Geología, a pesar de las muchas aportaciones que realizaron en estas materias grandes mujeres en la primera mitad del siglo XX, la mayor parte han quedado ocultadas en el transcurso de la historia de las ciencias naturales.

Excepto en los conventos femeninos donde las monjas podían ejercer prácticas farmacéuticas, estuvo vedado para la mujer el acceso a los estudios y el ejercicio de la Farmacia durante siglos. A pesar de los conocimientos que tradicionalmente poseían muchas mujeres para la fabricación de remedios curativos, no se admitía culturalmente que las mujeres siquiera sirviesen los medicamentos en la botica y mucho menos que pretendieran ser farmacéuticas. Las viudas de los boticarios tenían permiso a mantener el negocio de la botica familiar, con la condición de que las rigiera un operario varón, y a partir de 1860 se admitió que las hijas solteras de los boticarios fallecidos pudieran conservar a continuación la propiedad del negocio farmacéutico.

La ley española de 1845 desligó los estudios de Farmacia de los de Medicina, dándoles entidad propia, y podían estudiarse sólo en Madrid y Barcelona hasta 1850 cuando se incorporó la universidad de Granada y en 1857 la de Santiago. El doctorado sólo podía obtenerse en la Universidad Central de Madrid. Pero es a partir de 1910 cuando las mujeres se incorporaron a los estudios de Farmacia. Habitualmente su dedicación farmacéutica obedecía a la tradición familiar, con padres, o tíos, o hermanos, etc., ya farmacéuticos o ligados a profesiones sanitarias cercanas, como un modo de continuidad generacional.(Pioneras farmacéuticas Las primeras mujeres del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, 1918-1936. Marta García Garralón y Raúl Renau López). Algunas de las licenciadas en Farmacia ponían y regentaban oficina de farmacia en sus localidades de origen o de afiliación, y otras se incorporaron a laboratorios de distinta orientación científica. Con el tiempo nuevas licenciadas empezaron a incorporarse también como docentes y accedieron a oposiciones públicas.

Trabajar en Geología a mediados del siglo XX en España no era fácil para las mujeres. No obstante, más de una abrió camino con contribuciones científicas importantes en un entorno esencialmente masculino (cit. Comisión Mujer y Geología de la Sociedad Geológica de España). Únicamente el trabajo de unas pocas ha obtenido un reconocimiento suficiente hasta ahora, aunque poco a poco se está recuperando la memoria y el legado de muchas antecesoras que hace menos de cincuenta años eran minoritarias e insólitas, pero dueñas de un indudable talento para la investigación.

Mujeres destacadas


Luisa Cruces Matesanz

Doctora en farmacia e investigadora

Manila, Filipinas,. 1890 - Málaga , después de 1970.
Fue la primera alumna matriculada en Farmacia de la Universidad de Zaragoza (en el curso preparatorio de Ciencias), licenciándose en Barcelona: fue una de las tres mujeres que alcanzaron dicha licenciatura en 1910.


Nació en Manila (Filipinas) en 1890, donde su padre, licenciado en Derecho, ejercía en ese momento. Con su familia, Luisa se instaló en Zaragoza en 1903, donde finalizó el Bachillerato en 1905 con sobresaliente. Se matriculó en la Universidad de Zaragoza en 1905, estudió Magisterio e inició los estudios preparatorios de Farmacia, licenciándose en Barcelona en 1910 con un brillante expediente y la calificación de sobresaliente. Fue una de las primeras licenciadas en Farmacia y una de las tres mujeres que alcanzaron el grado universitario en 1910 en las universidades españolas. (Consuelo Flecha, Las primeras universitarias de España, 1872-1910)

Formó parte del Comité Ejecutivo de Damas para la Lucha contra la Tuberculosis de Barcelona como estudiante de Farmacia, y trabajó sobre 'Falsificaciones y adulteraciones de sustancias alimenticias' en la Cátedra de Higiene y en el Laboratorio Municipal de Barcelona durante los primeros años de licenciada. Después fue becada por el Ayuntamiento de Barcelona y obtuvo varias ayudas de la Junta para la Ampliación de Estudios (JAE) de Madrid, para profundizar en su tesis y estudiar los progresos de las naciones más adelantadas en países del extranjero como Suiza, Alemania y Francia.

Nuevamente becada por la JAE en 1926, residió en Bélgica seis meses para realizar estudios de Química aplicada a la Fisiología vegetal y animal en la Escuela Superior de Agricultura de Heverlee. En dicho país participó además en el Congreso y Exposición Internacional de Gante con una conferencia sobre el Papel de los albuminoides en alimentación. Luisa Cruces compaginó la investigación con el ejercicio de la profesión de farmacéutica, en cuyos estudios se doctoró, regentando en Madrid la farmacia que la familia de Luisa tomó en traspaso en 1914. Defensora de la formación femenina, en 1919 figura como Directora de la recién creada Residencia de Señoritas de Barcelona, a la vez que seguía con su investigación sobre alimentos. Perteneciente a la Asociación de Mujeres Antifascistas, se marchó de España en la posguerra, seguramente a Rusia.

Siguiendo la trayectoria de uno de sus hijos, Rafael Pavón Cruces, inventor, puede deducirse que Luisa pudo haber fallecido en Málaga, después de 1970.

Fuentes consultadas:

Magdalena Lasala Pérez

Zoé Rosinach Pedrol

Farmacéutica. la primera doctora en farmacia de España

Lérida . 1894 - Zaragoza , 1973 .
Se doctoró en Farmacia en Madrid, en 1920 convirtiéndose en la primera mujer que alcanzaba el grado de doctor en España. Ejerció como farmacéutica en Albalate del Arzobispo y desde 1938 en Zaragoza, siguiendo con su carrera como investigadora.


Nació el 6 de febrero de 1894. Sus padres eran Pablo Rosinach, dentista ambulante y Carmen Pedrol, comadrona. Zoé fue la tercera de cuatro hermanos, dos varones y dos mujeres. Sus padres, cultos y liberales, los educaron a con las mismas oportunidades a todos. Zoé realizó los estudios de Secundaria en el Instituto General y Técnico de Lérida, donde sacó el bachillerato en 1913. En esos años, ayudaba además a su padre en la consulta odontológica que éste tenía en Zaragoza.

En 1913 se matriculó de Farmacia en la Universidad de Barcelona, teniendo que enfrentarse, a pesar de sus buenas calificaciones, a resistencias profesorales aún reticentes a la presencia de mujeres universitarias y que le obligaron a trasladarse en 1915 a la Universidad Central de Madrid. Se licenció en Madrid en 1917. Después de un año como investigadora en el Instituto Nacional de Higiene Alfonso XIII, alcanzó el doctorado en 1920. Defendió su tesis en la Cátedra de Microbiología de la Universidad Central de Madrid, siendo calificada como excelente por unanimidad del Tribunal. Se convertía así en la primera doctora española en Farmacia, lo que fue resaltado en publicaciones nacionales de la época. Su investigación sobre Bacilos diftéricos y pseudo diftéricos, que incidía sobre la mejora de las técnicas para la elaboración de sueros más eficaces contra la difteria, recibió además el elogio de la comunidad farmacéutica nacional.

Mujer luchadora por la emancipación femenina, participó en los primeros movimientos feministas españoles, siendo nombrada primera secretaria de la Juventud Universitaria Feminista de Madrid en 1920 y fundada al amparo de la Asociación Nacional de Mujeres Españolas, organización española para la defensa de los derechos femeninos. En 1921 se casó con Pedro Baringo Alcolea, médico en Albalate del Arzobispo, Teruel, con quien tuvo dos hijos.

En 1930 Zoé se inscribió en el Colegio de Farmacéuticos de Teruel y en 1932 puso su propia farmacia en Albalate. Por motivos familiares a principio de la Guerra civil se trasladaron a Zaragoza, donde pudo colegiarse en el Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza en 1938 y abrió su farmacia en la capital. Desde 1941 trabajó en su farmacia de calle Hernán Cortés todo el resto de su vida, regentándola y elaborando ella misma sus fórmulas magistrales, píldoras, pomadas y jarabes como su 'bálsamo de Tolú' para calmar la tos. Falleció en Zaragoza el 31 de enero de 1973.

Fuentes consultadas:

Magdalena Lasala Pérez

Mª De Los Desamparados (amparo) Lamarca Casas

Farmacéutica. la primera doctora en farmacia de españa

Zaragoza . 1902 - Zaragoza , 1985 .
En 1919 comenzó Ciencias Químicas en Zaragoza y más tarde se licenció en Farmacia en Madrid. En 1930 puso farmacia en la Avenida de Madrid de Zaragoza y en ella se jubiló en 1979.


Realizó el bachillerato oficial en el Instituto General y Técnico de Zaragoza y se graduó en 1919. Estudió Ciencias Químicas y se licenció en la Universidad de Zaragoza, y se trasladó a Madrid para estudiar Farmacia. En Madrid se alojaba en la Residencia de Señoritas, y según algunas fuentes, pudo ser la primera zaragozana en hacerlo. Se licenció en Farmacia en 1928.

De regreso a Zaragoza, puso farmacia en la Avenida de Madrid en 1930. En el Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza consta como la primera mujer que abrió farmacia en Zaragoza. La siguiente tardaría ocho años en hacerlo.

Al parecer, Amparo se casó con el mancebo de farmacia y tuvo dos hijos. Él se marchó abandonando a su familia, y Amparo nunca volvió a saber de él. Tuvo que salir adelante con sus hijos y con su trabajo.

Se jubiló en 1979, y murió en Zaragoza en 1985.

La segunda mujer que abrió farmacia en Zaragoza fue en 1938, en la Avenida de San José. Era la farmacéutica MARGARITA FRAUCA DEL RIO.

Amparo Pérez Carnicero

Ayudante de farmacología experimental en zaragoza, y doctora

Santibáñez, Zamora, . 1904 - Madrid , 1993 .
Licenciada en Medicina en Madrid se incorporó a la Universidad de Zaragoza en 1932 como Ayudante de prácticas de Farmacología experimental. A partir de sus estudios sobre la administración de salicilatos, estos se introdujeron en España.


Amparo alcanzó el doctorado en 1934, con la tesis titulada Piramidon: Su Farmacologia Experimental Y Terapeutica Clinica y fue nombrada Auxiliar de Farmacología experimental por un periodo de cuatro años. Al finalizar la guerra fue nombrada de nuevo Ayudante de clases prácticas de Farmacología hasta 1941, trasladándose a Madrid cuando su marido ganó concurso de traslado para regentar la cátedra de Terapéutica y Farmacología en la Facultad Central de Madrid.

Su marido era Benigno Lorenzo Velázquez (1901–1985), considerado una eminencia en el campo de la farmacología, catedrático de Terapéutica y Farmacología en las Facultades de Medicina de Zaragoza (1929) y Madrid (1941), director del Instituto de Farmacología del CSIC, Doctor honoris causa por la Universidad de Zaragoza y presidente de Real Academia Nacional de Medicina hasta su muerte en 1985. Amparo colaboró reconocidamente con él en el desempeño de sus trabajos como investigador, con numerosas contribuciones muy relevantes.

De los primeros años de Amparo Pérez Carnicero en Zaragoza destacaron sus estudios sobre la administración de salicilatos por vía rectal, a partir de los cuales se introdujeron en España. Una de sus obras más importante fue su libro La Terapéutica con sus fundamentos de Farmacología Experimental , realizando con los años numerosas ediciones continuadas por sus discípulos. Este libro fue único en su campo. Se trataba de una Farmacología con aplicación terapéutica, incluyendo un estudio completo de todos los medicamentos utilizados, profundizando en su acción, eficacia y efectos adversos. Este libro fue manejado, en sus sucesivas ediciones, no sólo por los alumnos para el estudio, sino por los médicos y los expertos en farmacología, como se indica en su apunte biográfico de la Real Academia de la Historia.

En 1987 Amparo recibió el título y medalla como Académica Correspondiente de la Real Academia Nacional de Medicina. Fue reconocida como colaboradora imprescindible en esta edición y las otras muchas obras de su marido, citándola como 'coautora oculta, silenciosa y eficaz' en el discurso de Pedro Lorenzo Fernández publicado por la Academia Nacional de Medicina (Anales de la Real Academia Nacional de Medicina, 1993).

Fuentes consultadas:

Magdalena Lasala Pérez

Irene Monroset Guillén

Farmacéutica. descubridora de la mercromina

Fonz, Huesca, . 1912 - Sitges, Barcelona, , 1979 .
Descubrió un compuesto desinfectante de bajo coste al que llamó mercurocromo, y que todo el mundo conoce como mercromina. En los años 60 trabajó en laboratorios de Barcelona hasta trasladarse a Sitges donde pasó su vejez.


Nacida en el seno de una familia muy conocida en la localidad. Siendo muy joven Irene se trasladó con su familia Barcelona, aunque mantuvieron un contacto habitual con la localidad de Fonz, donde se conserva la casa donde nació, con dos fachadas, una de carácter humilde y la otra de tipo noble, que confluyen en un ángulo puntiagudo que la hace muy reconocible. Se la describe a Irene como una persona de carácter introvertido y afable, con principios religiosos y voluntad de hacer el bien. Se licenció en Farmacia en la Universidad de Barcelona en 1932. Se inscribió en el colegio de farmacéuticos de Huesca en 1938, en plena guerra civil, y cuando ya estaba experimentando con el compuesto fruto de sus investigaciones.

Irene Monroset descubrió un desinfectante de bajo coste, al que ella llamó mercurocromo, pero que todo el mundo conoce como mercromina. Tradicionalmente la mercromina se ha venido atribuyendo al químico catalán José Antonio Serrallach, propietario del laboratorio donde trabajaba Irene, la empresa Lainco, S.A., fundada en 1934 . Serrallach era un militante falangista que fue acusado y condenado a muerte por participar en un intento fallido de atentado contra Franco. La pena de muerte le fue conmutada sin embargo en 1938 y volvió a su entonces sencillo laboratorio. El mercurocromo fue registrado por ambos (según algunas versiones), y el laboratorio desarrolló la especialidad de la Mercromina (antiséptico dermatológico). Tras la comercialización del producto, se convirtió en uno de los artículos más popularmente reconocidos de su sello.

Hasta hace pocos años no se había reivindicado la importancia de Irene en este descubrimiento, llegando a decirse que ella sólo preparó la formulación comercial, y posteriormente desacreditando su valía tachando el hallazgo de mediocre. Lo cierto es que este compuesto desinfectante asequible para todas las clases fue, desde los años 60, el tratamiento habitual de las heridas superficiales.

En los años 60 Irene Monroset ya se había trasladado a vivir a Sitges, Barcelona, donde según algunas fuentes siguió dedicada a la investigación farmacéutica y según otras, se retiró. En Sitges pasó su vejez y murió en 1979.

Fuentes consultadas:

Magdalena Lasala Pérez

Enriqueta Castejón Anadón

Farmacéutica. Doctorada en química en 1941

Azuara, Zaragoza, 1917 - Zaragoza, 2011 .
Estudiante brillante, en 1936 Fue Premio Alberto Casañal de Investigación por la Universidad de Zaragoza. Trabajó siempre regentando su farmacia en el Paseo de la Independencia de Zaragoza. Recibió en 1992 el premio Colegiada de Honor del Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza.


Enriqueta Castejón nació en Azuara, Zaragoza, el 26 de agosto de 1916. Sus padres fueron Enriqueta Anadón Palacios y José María Castejón Palacios farmacéutico licenciado en Santiago de Compostela e Inspector en Farmacia desde 1918, que transmitió a su hija su saber y su pasión por la profesión. A los dos años de Enriqueta, la familia se trasladó a Zaragoza. En 1928 los padres adquirieron la farmacia fundando un negocio emblemático en el Paseo de la Independencia de la capital.

Matriculada en 1932 en Ciencias Químicas en Zaragoza, en el verano aprovechaba para estudiar Farmacia en Madrid. Obtuvo el Premio Alberto Casañal de Investigación de 1936 de la Universidad de Zaragoza. Con notas brillantes, se licenció en Ciencias Químicas y Farmacia con Premio Extraordinario 1939-140 y se doctoró en Ciencias Químicas en 1941.

Con 24 años se incorporó a la Farmacia fundada por su padre en el Paseo de la Independencia, donde permanecería toda su vida regentándola.

Asociada a la Sociedad Española de Física y Química desde 1935, fue también vocal de la Sección Aragonesa. Hasta los 80 años estuvo en el mostrador realizando también sus propias fórmulas, y a partir de entonces regentó la farmacia desde la trastienda, incorporándose a las nuevas tecnologías con asombrosa agilidad mental.

Entre otros muchos reconocimientos, Doña Enriqueta, como fue siempre llamada, recibió en 1992 el premio Colegiada de Honor del Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza por sus más de 50 años de colegiación.

Murió en Zaragoza el 4 de enero de 2011, a los 93 años, sin dejar de trabajar.

Fuentes consultadas:
  • Carmen Magallón Portolés. «La incorporación de las mujeres a las carreras científicas en la España Contemporánea: la Facultad de Ciencias de Zaragoza (1882-1936)», Revista de la Sociedad Española de Historia de las Ciencias y de las Técnicas, nº 27, 1991, pp. 531-550.
  • Carmen Magallón Portolés. Pioneras españolas en las ciencias: las mujeres del Instituto Nacional de Física y Química, , CSIC, Madrid, 2004
  • Consuelo Miqueo-Isabel Blázquez Ornat, (coord..) Modernas cultas y profesionales- Mujeres del sigo XX licenciadas por la Universidad de Zaragoza, Prensas Universitarias, Zaragoza 2020
  • Ramón Blanco Nogués. La Farmacia «Castejón»,historia viva de Zaragoza. Homenaje al Dr. Bernal. 2015 https://docplayer.es/56961626-Nuestro-catedratico-d-julian-bernal-no-recibio-clases-de-quimica.html
  • Archivo Universitario de Zaragoza. Catálogo online https://archivouniversitario.unizar.es/ .

Magdalena Lasala Pérez

María Jesús Ibáñez Marcellán

Catedrática de geografía física e investigadora

Ateca, Zaragoza, . 1941 - Zaragoza, , 1985 .
Su temprana muerte truncó una brillante carrera investigadora. En 1984 obtuvo la cátedra de Geografía General Física de la Universidad de Zaragoza. Sus trabajos de investigación son un referente en el campo de la Geomorfología y la época Cuaternaria.


Nació el 1 de junio de 1941 en Ateca. Estudió el bachillerato en el Colegio de Santa Ana y en 1960 inició sus estudios universitarios en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza, orientándose hacia la Geografía. Se licenció con un expediente brillante en 1965, realizando el estudio geográfico La Val Ancha , por el que además recibió el premio García Arista en 1967.

Tras varios años completando su formación en prestigiosas universidades europeas, en 1970 se incorporó de nuevo a la Universidad de Zaragoza como profesora Adjunta. En marzo de 1974 defendió su tesis doctoral El piedemonte ibérico bajoaragonés. Estudio geomorfológico, realizada bajo la dirección del profesor Mensua Fernández, obteniendo la calificación de sobresaliente cum laude, trabajo que fue publicado en 1975 por el C.S.I.C.

Perteneció desde 1974 al equipo para la elaboración del Mapa Geomorfológico de España con los geomorfólogos Solé Sabarís, Tricart y Mensua. Entre 1975 y 1979 formó parte de la Junta Directiva del Grupo Español de Trabajo del Cuaternario y en 1979 fue designada por la Junta de Gobierno del C.S.I.C. vocal del Comité Español del Cuaternario, perteneciente al internacional (INQUA).

En 1978 obtuvo en propiedad la plaza de Profesora Adjunta de Universidad. En 1981 fue nombrada Encargada de Cátedra de Geografía Física; en 1983 obtuvo una Agregación de Geografía en la Universidad de Salamanca, y en 1984 fue nombrada Catedrática de Geografía General Física donde desarrolló su labor docente e investigadora.

Hasta su fallecimiento mantuvo una intensa actividad como docente compatibilizándola con la investigación, dictando clases de Geografía General y Geografía Física, pronunciando conferencias e impartiendo cursos y seminarios en el C.S.I.C. y en numerosas Universidades.

Sus trabajos de investigación y aportaciones al conocimiento del cuaternario en la Depresión del Ebro son referencia obligada en las actuales investigaciones sobre este tema. En 1991 la Asociación Española para Estudios del Cuaternario y la Asociación Española de Geomorfología -las dos sociedades científicas nacionales dedicadas a los temas en que trabajó la profesora Ibáñez-, confirmaron la importancia de su trabajo al crear, en reconocimiento a su labor docente e investigadora, el Premio M.ª Jesús Ibáñez para tesis doctorales del mismo enfoque temático. Entre otros muchos homenajes recibidos, desde el año 2011 lleva su nombre un jardín acuático entre el puente del Tercer Milenio y el Pabellón Puente.

Murió en Zaragoza, el 4 de septiembre de 1985, a los 44 años de edad.

Fuentes consultadas:

Magdalena Lasala Pérez

Constanza Fernández-Nieto Fernández

Doctorada en ciencias geológicas por la universidad de zaragoza

Granada, . 1943 - Zaragoza, , 2007 .
Doctora, investigadora y docente, referente nacional en su campo. Investigadora de Mineralogía. Fue la primera profesora titular en la licenciatura de Geología en la Universidad de Zaragoza.


Constanza nació en Granada en el año 1943. En 1966 se licenció en Ciencias Geológicas en su ciudad natal y se trasladó a Zaragoza doctorándose en su Universidad en 1977. En Zaragoza desarrolló toda su vida profesional durante 30 años, como docente e investigadora. Fue la primera mujer que alcanzó, en la sección de Geología, la categoría de profesora titular en 1979 y del Departamento de Ciencias de la Tierra desde 1984.

Convencida de que los geólogos debían estar representados en todos los ámbitos universitarios, y se involucró en la creación de la sección de Geología en la Facultad de Ciencias y en la elaboración del primer plan de estudios de la Titulación de Geología . Fue muy apreciada en los círculos universitarios por su participación activa en distintas comisiones de la Universidad, tal como le rindió homenaje en su obituario la Sociedad Española de Mineralogía en 2007. Formó parte del Consejo de Gobierno de Universidad y de la Junta de la Facultad de Ciencias.

Su trayectoria investigadora abarcó diversos aspectos de la Mineralogía, tales como las arcillas industriales, el estudio del grado de diagénesis-metamorfismo de muy bajo grado en pizarras, etc., con abundantes publicaciones en revistas nacionales e internacionales.

Se dedicó especialmente a la investigación en yacimientos minerales. En esta línea dirigió diversas tesis doctorales estableciendo modelos metalogenéticos de yacimientos minerales del Pirineo y de la Cordillera Ibérica. Constanza era un referente nacional en esta materia y encabezó también varios proyectos de investigación.

Su estudio tuvo eco en algunas de las revistas especializadas de mayor impacto en su área, y formó a numerosos geólogos para su actividad en empresas mineras. Fue miembro de la Sociedad Española de Mineralogía, participando igualmente en sus congresos y publicaciones, e integró la Junta Directiva de la Sociedad y su Comité editorial.

Tuvo seis hijos. Murió en Zaragoza, a los 63 años, el 15 de mayo de 2007.

Fuentes consultadas:

Magdalena Lasala Pérez

Josefina (pepita) Besteiro Ráfales

Doctora en geología. titular de cristalografía y mineralogía en la universidad de zaragoza

Villar del Cobo, Teruel, 1944 - Zaragoza, 1994 .
Investigadora de las propiedades ópticas de minerales y de la aplicación a la enseñanza de la Cristalografía entre otros temas. Implantó los estudios de Gemología en Aragón e impulsó la Asociación Gemológica de Aragón


Josefina Besteiro Ráfales nació en Villar del Cobo, Teruel, en 1944. En 1970 se licenció en Geología por la Universidad de Barcelona, y alcanzó el doctorado en 1975. En la Universidad de Barcelona estuvo como profesora interina hasta 1976, cuando se trasladó a la Universidad de Zaragoza también contratada como interina hasta 1985. Pasó a Profesora Titular de Cristalografía y Mineralogía en la Facultad de Ciencias y fue miembro electo del Claustro y Vicedecana de la Facultad desde 1988 a 1993.

Sus principales líneas de investigación fueron el análisis de las propiedades ópticas de minerales, el estudio de yacimientos no metálicos (baritina) de la Cordillera Ibérica y la aplicación a la enseñanza de la Cristalografía de la simetría de diseños periódicos ornamentales. En el campo de la Mineralogía colaboró en las Tablas de minerales opacos de la COM (IMA), y contribuyó a la caracterización de dos minerales españoles: aerinita y teruelita. Diplomada en Gemología, implantó estos estudios en Aragón e impulsó la Asociación Gemológica de Aragón (AGEDA).

Desarrolló una intensa actividad estudiosa, participando en multitud de publicaciones del Departamento de Cristalografía y Mineralogía de la Universidad de Zaragoza, firmando en numerosos artículos especializados, además de actas de congresos y simposiums y colaborando en varias obras colectivas. Junto a los profesores Miguel Calvo, Emilia Sevillano y Andrés Pocovi fue coautora en 1988 del libro de mineralogía aragonesa Minerales De Aragón y fue también miembro muy activa de la Sociedad Española de Mineralogía.

Murió tempranamente en Zaragoza, en 1994, con sólo 50 años de edad.

Fuentes consultadas:

Magdalena Lasala Pérez

Las primeras farmacéuticas aragonesas colegiadas en madrid

Lo difícil que es para nosotras todo, hace más valioso cualquier pequeño triunfo.

Emilia Pardo Bazán, 1916.

Al ser nombrada catedrática. (Carmen Bravo Villasante, Vida y obra de Emilia Pardo Bazán).

Las estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Zaragoza que querían seguir estudios de Farmacia, tenían que realizarlos en las Universidades de Madrid, Barcelona, Santiago de Compostela o Granada, únicas que tenían licenciatura en Farmacia. Muchas de ellas lo hicieron en Madrid, donde la apertura de residencias femeninas universitarias facilitó la llegada de jóvenes estudiantes desde las otras provincias españolas.

Gracias al trabajo de catalogación realizado por Marta García Garralón y Raúl Renau López en su obra Pioneras farmacéuticas Las primeras mujeres del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (1918-1936), conocemos a las primeras mujeres aragonesas que se colegiaron en el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid.

La colegiación de los farmacéuticos se convirtió en un requisito obligatorio para el ejercicio de la profesión a partir del Real Decreto de 12 de abril de 1898, ratificándose dicha obligatoriedad con la Real Orden Circular de 23 de octubre de 1916.

Las dos primeras mujeres que se colegiaron en Madrid lo hicieron en 1918, siendo la tercera una aragonesa, Petra Ascensión Vidal Piazuelo que se colegió en 1920. La mayor parte de licenciadas se inscribía en el Colegio profesional cuando conseguía la titularidad de una oficina de farmacia, adquirida por traspaso o herencia familiar. La edad de estas farmacéuticas al inscribirse oscilaba entre los 22 y los 25 años.

Según figuran en el citado catálogo del COFM. Pioneras farmacéuticas , reproducimos aquí a nivel testimonial los únicos datos que poseemos de estas farmacéuticas de origen aragonés, consideradas precursoras de la profesión, que ejercieron en sus despachos farmacéuticos en Madrid.

Fuentes consultadas:
  • Marta García Garralón y Raúl Renau López. Pioneras farmacéuticas Las primeras mujeres del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, 1918-1936.
  • M. C. Francés Causapé. Las primeras mujeres Doctores en Farmacia por la Universidad de Madrid, 1977. Boletín de la Sociedad Española de Historia de la Farmacia, n.° 111, 1977.
  • Francisco Javier Puerto Sarmiento. Ciencia y farmacia en la España decimonónica. Biblioteca Virtual de la Real Academia Nacional de Farmacia. Separata de: Ayer, n. 7, 1992. https://bibliotecavirtual.ranf.com/es/consulta/registro.cmd?id=12923
  • Historia y Origen Del Colegio De Farmacéuticos De Zaragoza https://cofzaragoza.org/historia/
  • Juan Núñez Valdés, María Arroyo Castilleja, Alejandro Alonso Álvarez-Rementería, 2012. Primeras Mujeres Farmacéuticas En España. Universidad de Sevilla, Facultad de Farmacia http://hdl.handle.net/11441/40409
  • Marta García Garralón y Raúl Renau López. Pioneras farmacéuticas Las primeras mujeres del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (1918-1936). Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid. R. P.I. 49/827738.9/20