3. Parque del Tío Jorge


"Sin título", de José María Llop

Caminando en dirección sur entramos en el Parque Tío Jorge, que tiene abundantes obras de arte, aunque algunas pasan un tanto desapercibidas. Particularmente las esculturas de madera talladas por alumnos de la Escuela de Artes, como lo era entonces José María Llop, quien ha explicado que su imponente intervención, catalogada como Sin título, representa un hombre y mujer enlazados en misteriosa danza.

Y siguiendo la misma dirección llegamos a otro parque muy artístico, la Arboleda de Macanaz, que en antiguas fotos y cuadros de vistas del Pilar desde la otra ribera del Ebro solía ser representado con personajes populares vestidos de baturros. Quizá por eso la Asociación El Cachirulo lo escogió, tras considerar otras localizaciones, como ubicación más apropiada para uno de los dos retratos escultóricos con los que quisieron honrar la memoria de un gran estudioso del folklore aragonés. Busto a Demetrio Galán Bergua, obra de Manuel López, fue el primero en ser inaugurado, en 1977, y esta ubicación ha resultado ser muy idónea.

En cambio, el Monumento a Demetrio Galán Bergua realizado por Ángel Orensanz no encontraría hasta 1985 su emplazamiento, quizá no muy afortunado, porque aunque está en la calle del barrio Delicias que lleva el nombre del prócer, se colocó en lugar poco visible donde pasa algo desapercibido. Son gajes de los emparejamientos, aparentemente lógicos, entre las nomenclaturas del callejero y los monumentos relacionados temáticamente.

Por citar otro ejemplo de lo mismo, a modo de digresión, pues nos queda un poco fuera de camino, se podría aludir al Parque Royo del Rabal, corazón del barrio de La Jota, opción teóricamente muy correcta para el Monumento a la Jota que mira a la calle del Maestro José Orós, pero la estatua no es un retrato ni del famoso cantador de jotas ni del ilustre fundador de la Rondalla Aragonesa. Más bien se trata de una figura burlona, como tantas otras de Carlos Ochoa Fernández, aunque en esta ocasión situada sobre un bajo pedestal, que no da la debida visibilidad y protección frente a golpes vandálicos o accidentales a esta frágil estatua polícroma en fibra de vidrio y poliéster.