Bosque de los Zaragozanos

Los bosques son uno de los grandes ecosistemas sustentadores de vida y sus beneficios son numerosos y de sobra conocidos. Nuestra supervivencia depende en gran medida de ellos ya que las funciones que realizan son irreemplazables:

• Producen el oxígeno que necesitamos para respirar y absorben el dióxido de carbono que exhalamos.
• Son fuente de refugio, medio de vida, alimentos y combustible.
• Contienen mayor biodiversidad que cualquier otro ecosistema de la tierra.
• Son grandes reguladores climáticos: crean oasis de sombra en el suelo gracias a sus ramas y hojas, reducen la isla de calor en las ciudades, son capaces de transpirar por lo que aumenta la humedad del ambiente y contribuyen a sensación de frescor y, además, absorben el CO2 responsable del calentamiento global contribuyendo a la mitigación del Cambio Climático.
• Ayudan a evitar la erosión al retener la lluvia y evitar que caiga con fuerza sobre la superficie y elimine la capa superior del suelo. Además, su red de raíces estabiliza grandes cantidades de tierra evitando deslizamientos o tormentas de polvo.
• Pueden formar barreras contra el viento protegiendo desde edificios hasta cultivos agrícolas sensibles.
• Absorben la contaminación del aire contribuyendo a mejorar la salud de las personas.
• Son fuente de salud por los compuestos que generan, utilizados como base para gran cantidad de medicamentos, además de liberar a la atmósfera fitocidas, compuestos orgánicos volátiles (COVs) biogénicos que impulsan al cuerpo a producir las células NK (Natural Kiler) que luchan contra las infecciones y protegen contra los tumores.
• Generan bienestar psicosocial ya que son espacios absolutamente biofílicos y provocan en las personas sensación de bienestar y reducción del nivel de estrés.

Según Naciones Unidas, en la actualidad las ciudades ocupan solo el 3% de la superficie terrestre, pero representan entre un 60% y un 80% del consumo de energía y el 75% de las emisiones de carbono. La apuesta por la creación de ciudades sostenibles en las que se conjuguen lo urbano y lo natural es imprescindible para asegurar la calidad de vida. Además, aunque se estima que, en los próximos decenios, el 95% de la expansión urbana tendrá lugar en países en desarrollo, Europa está promoviendo este tipo de ciudades con numerosas iniciativas como el Pacto de los Alcaldes para el Clima y la Energía, la Red de Desarrollo Urbano o las Capitalidades Verdes.

Zaragoza manifiesta su clara apuesta por estas políticas desde hace tiempo y esto se concreta en su reciente Estrategia de Infraestructura Verde Urbana y, por supuesto, en Bosque de los Zaragozanos. Esta gran iniciativa dotará a la ciudad de espacios boscosos tanto en el ámbito urbano como periurbano, generando efectos beneficiosos para los ciudadanos y para el propio ecosistema ciudad.

Esta propuesta previa de reverdecimiento en espacios libres destinados a verde dotacional trata de convertir a Zaragoza en un municipio comprometido con la lucha contra el cambio climático, más naturalizado y resiliente, y contribuirá al mejor funcionamiento del ecosistema urbano y a la salud de los ciudadanos.

SERVICIOS ECOSISTÉMICOS DBosque DE LOS ZARAGOZANOS

Se establece una relación de beneficios ecosistémicos adaptados a la realidad de la ciudad. Estos beneficios están basados en el concepto de salud, haciendo esta extensible a la salud física de los ciudadanos, además de a la salud del propio ecosistema ciudad.

Para la salud física:

• Reducción de los niveles de contaminantes atmosféricos (Gases, PMs y COVs).
• Atenuación de los niveles de ruido.
• Disminución de los niveles de radiación (UVA, UVB+C y Electromagnética) que llega al ciudadano.
• Fomento del ejercicio físico con la creación de espacios verdes destinados a ello y la mejora de la calidad del espacio público.
• Mejora del confort térmico y contribución a la mitigación de la isla de calor.
• Reducción de la afección del viento sobre las personas.

Para la salud psicosocial:

• Reducción de los niveles de contaminantes atmosféricos (Gases, PMs y COVs).
• Atenuación de los niveles de ruido.
• Disminución de los niveles de radiación (UVA, UVB+C y Electromagnética) que llega al ciudadano.
• Fomento del ejercicio físico con la creación de espacios verdes destinados a ello y la mejora de la calidad del espacio público.
• Mejora del confort térmico y contribución a la mitigación de la isla de calor.
• Reducción de la afección del viento sobre las personas.

Para la salud del ecosistema:

• Conservación de la fauna y la flora y fomento de la biodiversidad.
• Mejora de la conectividad biológica y genética entre los grandes espacios verdes periurbanos y de estos con la ciudad.
• Secuestro y almacenamiento de carbono.
• Recuperación del ciclo hídrico y mejora de la calidad del agua.
• Prevención de las inundaciones (mejora de la infiltración del agua y disminución del sellado de suelos).