Recorrido a Orillas del Ebro

2. Del Puente del Tercer Milenio al Pabellón Puente

Así pues, el verdadero primer ejemplo a visitar en nuestro paseo junto a la ribera del Ebro es una instalación que hay en la margen derecha, entre el Puente del Tercer Milenio y el Pabellón-Puente. Allí, en una zona verde, está la Espiral mudéjar de la artista madrileña Diana Larrea. Se puede caminar por encima, para contemplar mejor la disposición de los ladrillos. A diferencia de la Spiral Jetty de Robert Smithson, ésta no acaba en sí misma adentrándose en el agua, sino que sirve de comunicación entre senderos, y de enlace visual entre el río y la ciudad. Pertenece, sobre todo, a lo que la convocatoria del concurso de Intervenciones Artísticas Expoagua Zaragoza 2008 denominaba obras para solucionar problemas de conexión de muy distinto origen: entre medio natural y trama urbana, zonas "conflictivas" de sutura entre distintos proyectos arquitectónicos y urbanísticos. Originalmente su proyecto era una escultura de 6 m. de alto y 20 m. de largo en forma de ballena varada en la orilla del Parque del Agua, que se habría titulado "Leviatán". Al final realizó esta intervención en horizontal, y parece muy apropiada su colocación en esta zona donde se alzan tantas estructuras de gran potencia visual. Sus formas curvas, por otra parte, casan muy bien con las de los dos puentes vecinos.

El diseñado en forma de gladiolo por la arquitecta anglo-iraquí Zaha Hadid, que fue pabellón expositivo e ingreso peatonal a la Expo, va a ser gestionado por Ibercaja como centro de exposiciones. Será, por tanto, un buen punto de acceso para entrar a visitar lo que fue el recinto de la muestra internacional. Pero aún cuando está cerrado, desde la margen derecha se atisba en la otra orilla la famosa escultura de Jaume Plensa titulada El alma del Ebro, que también se atisba parcialmente desde esta orilla cuando caminamos río abajo. Fue uno de los referentes más fotogénicos de aquel evento y, con un coste total de un millón y medio de euros, la obra más cara del Programa de Intervenciones Artísticas. El rotundo éxito de este escultor catalán en 2004 con la espectacular Crown Fountain de Chicago hizo que dos años más tarde Expoagua le invitase expresamente a diseñar un proyecto para Zaragoza, pero recurrió a la misma silueta humana sentada que tantas veces antes había presentado en otros sitios; además, contra lo que se había previsto originalmente, al final no se colocó junto al río ni sobre una lámina de agua, así que su identificación como alegoría del Ebro ha resultado algo dificultosa. Más aún cuando Plensa ha instalado al año siguiente en Moscú otra réplica idéntica titulada Casa del Conocimiento y en Praga otra titulada We, supuestamente homenajeando a Kafka y al gigantesco "golem" de la tradicción literaria judía. Esto ha menguado las aspiraciones a que esta monumental escultura llegue a ser un icono emblemático de Zaragoza; pero indudablemente es una de sus piezas de arte público más destacables.