Alma del Ebro


Autor/es
(escultor, dibujante y grabador)
Nació en Barcelona, en 1955; estudió en la Escuela Llotja y en la Escuela Superior de Bellas Artes de Sant Jordi y también se formó trabajando en un taller de reparaciones mecánicas. En una primera etapa, su obra escultórica refleja el interés por cuestiones relacionadas con el volumen, el espacio y la tensión. En 1983-1984 empieza a moldear el hierro con la técnica de la fundición y desarrolla un concepto escultórico de formas zoomórficas utilizando cortes y dobleces. En 1986 empezó a trabajar con hierro fundido, y luego utilizó cristal, resina, luces y sonidos. Desde 1996 se ha dedicado también a crear elementos y decorados para montajes de ópera y teatro, principalmente en colaboración con la compañía La Fura dels Baus. Ha obtenido numerosos premios y distinciones, entre ellos, en 1993 la Medaille des Chevaliers des Arts et Letres, por el Ministerio de Cultura de Francia y en 1997 el Premi Nacional d'Arts Plàstiques de la Generalitat de Catalunya.
Emplazamiento
En la Plaza de la Expo 2008, junto a la fachada principal del Palacio de Congresos
Periodo
[2001-] Siglo XXI
Materiales
acero inoxidable pintado en blanco
Dimensiones

11 m. de altura x 8,5 m de ancho x 8,4 m. de largo

La escultura está compuesta a base de letras de en torno a 635 mm de altura , cuyo grosor se reduce paulatinamente en cuatro niveles diferentes, donde tienen respectivamente 30, 25, 20 y 15 mm.

Cronología
2008
Promotor
Seleccionada y encargada por Expoagua Zaragoza 2008 con la colaboración y financiación del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino dentro de los Planes y Programas de fomento de la creatividad artística con cargo al 1% cultural.
Propietario
Ayuntamiento de Zaragoza
Representa a hombre sentado en posición fetal, cuyo cuerpo está formado por una retícula metálica de letras de acero inoxidable, cortado mediante láser, y cubiertas por pintura blanca de poliuretano, soldados entre sí con cordones en ambos lados. La superficie de la figura no está completa, dejando sin terminar la parte delantera de la misma, tanto la cara, en la parte superior, como la parte de los brazos y las piernas. Esto transmite al espectador una sensación de misterio, de anonimato, a la vez que de volúmen, pudiéndose contemplar la figura desde dentro, entrando dentro de esta gran arquitectura humana. La obra no está diseñada con un único punto de vista de manera estática, sino que está pensada para mostrar desde cada una de sus caras una imagen sugerente distinta. Es importante destacar también el papel de la luz en esta intervención, por la proyección de sombras que escriben letras y palabras en el suelo.Hay patente un dualismo conceptual, entre la idea de reposo y las líneas nada rígidas de su dinámica estructura, entre el enorme volumen casi arquitectónico de la obra y la cavidad del vacío interior. En un entorno urbanístico marcado por grandes construcciones arquitectónicas, esta figura humana da protagonismo a las personas: el cuerpo humano, con más del sesenta por ciento de agua, se convierte en elemento clave que ofrece otro paralelismo conceptual, entre la fragilidad del alma y la del agua. Las letras, por su parte, apelan a la idea de colectividad como símbolo de la célula, como una metáfora de la sociedad en la que una sola persona no tiene peso, igual que las letras, que sólo al juntarse forman palabras y conceptos.
A partir de la iconografía de la figura arrodillada pensante, basada
en modelados de su propio cuerpo y con marcadas referencias histórico-culturales-, Jaume Plensa ha ido creando versiones cada vez más monumentales en diversos materiales y a menudo conformadas por letras, en cuyo interior muchas veces aparecen luces y sonidos cambiantes.

En este caso el interior es hueco y practicable, invitando al espectador a introducirse en la figura sedente para mirar desde dentro hacia el exterior. Ello no deja de ser una manera compleja de aludir al alma de la figura. Alma entendida en una de sus acepciones literales ("hueco o parte vana de algunas cosas"), pero también materializada en esa forma fantasmagórica que nos permite ser transitada por nuestro cuerpo y atravesada con nuestra visión.
Un juego de alusiones recurrente en un artista tan conceptual como Plensa; en su trabajo muy marcado por las relaciones entre materia y lenguaje, entre forma y escritura. En definitiva, entre la dimensión emocional/expresiva y la racional/comunicativa de las obras artísticas.

Sin duda, esta escultura marca un hito importante, que se subraya por el hecho de formar parte singular de un motivo central en su trayectoria última. De hecho, no sólo existen referentes anteriores, sino que con posterioridad ha realizado proyectos similares para otras localizaciones. Para concluir, señalar que quizás la ubicación finalmente escogida no sea la más apropiada, pues al colocar esta escultura ante el enorme edificio de congresos se pierde la sensación de monumentalidad que hubiera tenido en otro contexto, al tiempo que se diluye (nunca mejor dicho) su vinculación "espiritual" con las aguas del río Ebro.
Clave Iconografía Clave Materiales Clave Temática
Metal
Autor de la Ficha
Ana María REVILLA y Javier GALÁN (ficha técnica), y Joan PEIRÓ (comentario)
Bibliografía
PELLICER, Francisco & GALÁN, Francisco Javier & REVILLA, Ana et al.: Intervenciones artísticas Exposición Internacional Zaragoza 2008. Zaragoza, Sociedad Estatal Expoagua Zaragoza 2008 S.A., 2008, pp. 146-153.