Inicio


Paseante, esta pequeña guía del Canal Imperial divide los 41 km de su paso en Zaragoza en 7 tramos que te invitamos a visitar, disfrutar y cuidar.

Quiere ser también un homenaje a los miles de artesanos, campesinos, soldados y presidiarios que, liderados por Pignatelli y otros ilustrados, hiceron posible esta joya ambiental y paisajística, una de las obras más importantes que se han hecho en la historia de la ciudad de Zaragoza.

Mapa


Leyenda
Autobuses
Interés Medioambiental
Interés Monumental
Tramo 1
Tramo 2
Tramo 3
Tramo 4
Tramo 5
Tramo 6
Tramo 7
 

Recorrido por tramos


Tramo 1. Puente Clavería (km 61,7) · Soto del Canal Plaza (km 72)

Accesos: Puente de Clavería: Autobús de Garrapinillos prolongación a Torremedina. Soto Canal-Plaza: Autobús del Aeropuerto.

El Canal entra en el término municipal en el km 61,7 de su recorrido, en el llamado Puente de Clavería, puente de sillería muy representativo de los construidos en el Canal.

A menos de 1 km, siguiendo el camino que sale del puente, en la margen izda, se encuentra la Balsa de Larralde contigua a un conjunto de torres de campo denominadas "Torre Medina". Esta laguna se formó como resultado de la extracción de la arcilla que se utilizó para revestir el Canal en esa zona.

Es una balsa de unas 4 ha de extensión, recuperada por la Confederación Hidrográfica del Ebro con la colaboración de la Asociación Naturalista de Aragón. Si la visitas, podrás disfrutar de la serenidad y armonía que nos ofrecen los humedales y observar especies como el ánade real, la polla de agua, la garza imperial (en verano) y excepcionalmente el avetorillo.

Más adelante, siguiendo la orilla izquierda del Canal, en el km 66, tenemos la Almenara de San Miguel, que sirve para la distribución del agua a las huertas y es una de las muchas almenaras que encontramos en el recorrido. Un lugar para la parada y el descanso bajo el enorme pino carrasco que se sitúa junto a la casa.

Polla de agua

Ave típica de zonas con carrizal donde anida y se refugia. De tamaño similar a una paloma, de frente la distinguimos por su color negro con la punta del pico amarillo y la parte superior de un rojo intenso. Las plumas blancas de la cola y parte lateral del cuerpo nos ayudarán a su identificación.

Tramo 2. Soto del Canal Plaza (km 72) · Valdefierro (Km 79,5)

Accesos: Soto de Plaza: Autobús del aereopuerto. Desde éste, llegando al Canal en su orilla derecha, a 200 metros se inicia el soto. Valdefierro : Autobuses 24, 36. Urbanización Los Rosales: Autobuses 41 y 54 (enlace del tranvía).

En el km 66, junto al aeropuerto, tomamos la orilla izquierda desde donde contemplamos en la margen opuesta, una hilera de plátanos de sombra que no tiene acceso público, al ser zona de protección de las instalaciones militares. Aguas abajo, siguiendo la margen derecha y pasando el puente que conduce al aeropuerto llegamos al parque de Plaza, y entre este y el Canal, un bosque de ribera recuperado para el paseo ciudadano por un grupo de personas del Proyecto VoluntaRíos. Constituye un refugio de vida silvestre en el que además de álamos, plátanos de sombra, chopos, fresnos y olmos, habitan aves como el pájaro moscón y el pito real y mamíferos como la gineta, cuyas típicas letrinas en huecos y ramas grandes de árboles nos muestran su presencia.

Este bosque galería es la masa de vegetación más amplia que ofrece el Canal en sus 108 km de recorrido y parte de sus arboles se vieron afectados con las obras de construcción del parque. En el lago próximo se pueden contemplar fochas y zampullines y gran cantidad de ranas en primavera-verano.

La orilla izquierda está libre de vegetación y en otro tiempo sirvió de camino de sirga para arrastrar las embarcaciones por medio de caballerías.

Avanzando aguas abajo por la orilla derecha, pasado el puente de la autopista, nos encontramos con la urbanización de Arco-Sur, el camping de la ciudad y más adelante, rodales de pino carrasco y un embarcadero de los construidos en las obras de acompañamiento de la EXPO.

En esta misma orilla, a la altura del barrio de Valdefierro, existe la propuesta municipal de hacer huertos urbanos, una actividad muy demandada por un sector creciente de la población.

Margaritífera

Almeja de agua dulce que puede alcanzar 20 cm de longitud. De estar presente en todos los ríos europeos hasta el siglo XVIII, en la actualidad el 99% de los ejemplares existentes a nivel mundial, se localizan en el Canal Imperial. La principal causa de su desaparición ha sido la disminución drástica de los blenios, un pez imprescindible para su reproducción ya que las larvas de estos moluscos necesitan vivir algún tiempo adheridas a las branquias de los mismos.

Tramo 3. Valdefierro (Km 79,5) · Esclusas de Casablanca (km 81,4)

Accesos: Valdefierro : Autobuses 24, 36. Urbanización Los Rosales: Autobuses 41 y 54 (enlace del tranvía). Esclusas de Casablanca: Tranvía y autobús 57.

En el km 79,5 se halla el puente de Enmedio, puente acueducto utilizado para pasar el agua del Huerva que regaba la zona conocida como Brazal de Fierro (de aquí ha derivado la palabra Valdefierro).

En el km 80, a derecha e izquierda del cauce del Canal, se sitúan los depósitos para potabilizar el agua que se bebe en Zaragoza.

La excesiva salinidad y el hecho de que en la toma de El Bocal se recojan aguas que han pasado por núcleos poblacionales como Pamplona, Vitoria y Logroño, hacía aconsejable el disponer de una fuente de mejor calidad de agua. Con este motivo se construyó el embalse de La Loteta que se llena con aguas del río Aragón a partir del Pantano de Yesa. De esta agua almacenada tienen prioridad para su uso los regantes de Bardenas, por lo que, dependiendo del agua disponible, Zaragoza se abastece del agua de Yesa un mayor o menor número de meses al año.

Tanto las aguas del Ebro como las procedentes de Yesa acaban en los depósitos de Casablanca. Si bien esta potalibilizadora sólo se puede visitar previa solicitud, los depósitos de la margen derecha, son de acceso libre y ofrecen diferentes actividades de recreo. En los meses de invierno, al atardecer, podréis observar gaviotas patiamarillas y reidoras que utilizan este espacio como dormidero tras su actividad diaria de coger comida en vertederos y en el propio río Ebro.

Gaviotas reidora y patiamarilla

Aunque son aves marinas, cada vez son más frecuentes verlas en invierno en el Ebro y en estos depósitos de Casablanca. Distinguiremos la patiamarilla de la reidora en que la primera es más grande y su pico y patas son amarillas mientras que en la reidora ambos son rojos. El plumaje de la cabeza de la reidora es blanco en invierno y de color marrón chocolate en verano. El nombre de reidora alude a que su canto se asemeja a la risa humana.

Tramo 4. Esclusas de Casablanca (km 81,4) · Reyes de Aragón (Km 82)

Accesos: Esclusas de Casablanca: Tranvía y autobús 57. Puente Reyes de Aragón: Autobús 57.

Para hacer posible la navegación y salvar los desniveles se construyeron esclusas como las de Casablanca que tienen una altura de 6,5 m y que constituyen uno de los puntos neurálgicos del Canal. Fue almenara, molino, posada (etapa del transporte fluvial...) y el primer lugar de Aragón donde se produjo energía eléctrica, aprovechando el salto de agua que anteriormente se había utilizado para el funcionamiento del molino. El abandono de la navegación en el Canal hizo que desde los años 60 ya no estén en funcionamiento, mientras que en otros canales próximos como el de Castilla en España o el de Midi en Francia constituyen un reclamo turístico importante. Hay voces ciudadanas que reclaman desde hace años que estas esclusas vuelvan a funcionar y que los puentes se adapten para hacer posible la navegación.

Junto a ellas se encuentra la Fuente de los Incrédulos que Pignatelli mandó levantar con la inscripción "para convencimiento de los incrédulos y alivio de caminantes" ("Incredulorum convictioni et viatorum commodo." Anno MDCCLXXXVI) en alusión a sus compañeros de Cabildo que esperaban el fracaso de la obra para no perder las rentas diezmales en la zona de regadío.

En este paseo de Reyes de Aragón, se asienta el embarcadero antiguo del Club Stadium Casablanca, desde hace muchos años sin operatividad.

A cien metros, se encuentra el paso del Canal sobre el Río Huerva, con una obra de sillería realmente hermosa y el desagüe de la Almenara del Pilar que refuerza los riegos del Huerva en la Abdulas y la Romareda. En este punto, alimenta al río Huerva que sin esta ayuda fluiría con muy poco caudal.

Fresnos y álamos monumentales festonean las orillas del Canal a su paso por el Instituto Virgen del Pilar.

En esta zona, los edificios particulares están muy próximos al cauce, ocupando el patrimonio del Canal que se extiende 19,5 m en cada orilla. A cambio pagan un canon o tienen cesión gratuita que les permite el disfrute privado de estos terrenos públicos.

Siluro

Desde que se introdujo en Mequinenza en 1974 este pez ha ido extendiéndose por toda la cuenca del Ebro. Dado su tamaño, el mayor de aguas dulces de Europa, y sus hábitos predadores, el siluro supone un riesgo elevado para la supervivencia de peces autóctonos y otros vertebrados (anfibios, aves y pequeños mamíferos). Los pescadores lo capturan en diferentes puntos del recorrido del Canal con tamaños que en algunos casos superan el medio metro de longitud.

Tramo 5. Puente Reyes de Aragón (Km 82) · Puente de América (km 84,8)

Accesos: Puente Reyes de Aragón: Autobús 57 Puente de America: Autobuses 31, 33, 34, 39 y 42.

Paisajísticamente estamos en uno de los tramos más bonitos de todo el recorrido del Canal. Una buena visión se puede obtener desde el puente Arnal Cavero, maestro zaragozano que tanto impulsó las plantaciones de pino carrasco del barrio de Venecia. Desde aquí, contemplamos la gran masa de pinares, los accesos al Cabezo Buena Vista y la línea de plátanos de sombra que se extienden hasta el Puente de América y que en función de la luz del día y las estaciones conforman imágenes de gran belleza.

En este tramo se derivan varias acequias, muchas de ellas hoy cubiertas. Una, atraviesa el Parque José Antonio Labordeta y a la altura del Paseo Ruiseñores, gira al Camino de las Torres hasta llegar al barrio de Las Fuentes donde riega su espléndida huerta. Otra, parte de la Almenara de Santa Engracia, en las proximidades del Puente de América, baja por Vía San Fernando, cruza la avenida San José y, tras pasar el Parque de la Memoria, riega la Huerta de Miraflores uniéndose con las acequias que se derivan de la Almenara de San Antonio.

En la orilla derecha del Canal, a la misma altura de la Almenara de Santa Engracia, estaba el embarcadero de Torrero donde una placa lo recuerda. Hasta finales de los años 70 se podían alquilar barcas de paseo.

En la Basílica de San Antonio se puede subir a la atalaya de la torre de la Iglesia y contemplar un largo trecho del Canal y una vista panorámica de la ciudad en un arco de 360 grados.

Plátano de sombra

Es el árbol más abundante a lo largo del recorrido del Canal. Sus ramas se arquean buscando el contacto con el agua y en el otoño ofrecen una cromaticidad especial reflejándose en la lámina de agua.En las expansiones urbanas, en carreteras y caminos agrícolas, fue uno de los árboles más plantados en el siglo XIX y primera mitad del siglo XX en Europa.

Tramo 6. Puente de América (km 84,8) · Parque de La Paz (Km 86)

Accesos: Puente de América: Autobuses 31, 33, 34, 39 y 42. Parque de la Paz: Autobuses 23, 42 y 31.

El puente de América permitía pasar a la antigua dársena, hoy oficinas del Canal Imperial, y al barrio de Torrero apenas desarrollado en el siglo XIX. El primero fue construido en 1790 por el Regimiento de Infantería América pero el actual, es una obra modernista de 1904 realizada por el ingeniero del Canal Royo Villanova y con decoraciones de Ricardo Magdalena.

La estatua de Ramón Pignatelli está erigida en el parque del mismo nombre en lo que fueron viveros del Canal que se unían, con un paseo, al puerto de Miraflores y a las llamadas Playas de Torrero. Aquí llegaban las embarcaciones con pasajeros hasta la mitad del siglo XIX y las hortalizas y materias primas hasta la mitad del siglo XX. Desde este punto, los tranvías, de mulas primero y electrificados más tarde, las bajaban al centro de la ciudad.

En la Playa de Torrero, situada en el espacio comprendido entre el Puente de América y la llamada Terraza de Pina, fueron famosas las verbenas de la noche de San Juan. La ribera de esta zona del Canal se iluminaba con farolillos de papeles de colores y se instalaban un conjunto de tenderetes en los que se vendían limonadas, barquillos y albahaca. Las charangas, amenizaban el ambiente desde las barcas o pontones del Canal.

En el km 85 se encuentra la Iglesia de San Fernando de Torrero, de estilo neoclásico. Situada dentro de las instalaciones de mantenimiento y servicios del Canal, fue construida en 1789 para las personas que allí trabajaban. Estaba decorada con óleos de Goya y Bayeu que desaparecieron bajo la ocupación francesa durante Los Sitios.

En la curva de las Terrazas de Pina se deriva otra acequia que, después de pasar por el Parque de la Memoria, cruza la avenida San José para dar agua a la fabrica de cervezas La Zaragozana. Continúa por José Pellicer y se une a la acequia que pasa por el Camino Las Torres que se dirige a la huerta de Las Fuentes.

Ánades

El ánade es uno de los patos más abundantes del Canal. La franja azul que tienen en el ala ha dado lugar a que también se les conozca con el nombre de "azulones". Como en casi todas las aves, el macho es más llamativo que la hembra. En este caso destaca su cuello verde intenso.

Tramo 7. Parque de la Paz (km 86) · Esclusas de Valdegurriana (Km 89)

Accesos: Parque de la Paz y Barranco de la Muerte: Autobuses 23, 42 y 31. Esclusas de Valdegurriana: Andando desde La Paz o desde La Cartuja (autobús 25).

Frente al Parque de La Paz, próximo al Centro Deportivo Pepe Garcés, se encuentra un roble catalogado, el único de esta especies existente en la ciudad. Todos los años, los vecinos realizan actos de homenaje alrededor de él.

El subsuelo del Parque de La Paz son antiguas graveras del río Ebro que estuvieron ocupadas anteriormente por chabolas de población gitana. Frente a este parque, en la margen izquierda del Canal, se encuentra el Cabezo Cortado, desde donde se divisa el sureste de la ciudad con una buena perspectiva de la depresión del Ebro a la salida de Zaragoza.

En el Km 87, en la orilla izquierda, se localiza Quinta Julieta, lugar emblemático citado por Sender en "Crónicas del Alba" y donde en otro tiempo se dirigían las góndolas con forma de cisne hasta la quinta de recreo que allí se encontraba.

A esta misma altura, junto a la tapias del campo de fútbol de Montecarlo, en la orilla derecha, hay dos buenos ejemplares de chopo, uno de ellos catalogado como árbol singular por el Ayuntamiento de Zaragoza.

Desde el mirador que hay encima de este campo, hay otra buena vista de la ciudad y del paso que hace el Canal sobre el antiguo Barranco de la Muerte (hoy Tercer Cinturón). Es un antiguo acueducto fabricado de mampostería con una longitud de 139 m y 12 m de altura. Su nombre alude a una cruenta batalla -5000 muertos- que tuvo lugar en 1710 entre las tropas de Felipe V y del Archiduque Carlos en la guerra de sucesión al trono de la Corona española.

En la actualidad se ha realizado un by-pass que lleva el curso del Canal por un nuevo trazado de unos 300 m de longitud. Más adelante, nos encontramos con los pinares de repoblación de Valdegurriana, lugar de encuentro y paseo de los Scouts de Aragón desde mitad del siglo pasado.

Pasada la Almenara de San Antonio llegamos a las Esclusas de Valdegurriana en el km 89. Es una de las obras más espectaculares que se pueden contemplar en Zaragoza. Tiene una caída de 13 m con 3 esclusas que nunca se pusieron en funcionamiento dado que, a partir de este punto, el cauce del canal construido se hundía continuamente en los inesta- bles suelos de yeso de la zona.

En uno de los antiguos cauces se construyeron unas terceras esclusas: las de Torrecilla. Hoy solo quedan restos porque, hace unos 15 años, parte de los sillares de piedra caliza se utilizaron para la renovación de la carretera a Valmadrid.

Siguiendo el Canal, con el cauce ya totalmente cementado y más pequeño, se encuentra la Almenara de Los Almacenes y el paso sobre el barranco de La Concepción.

Mejillón cebra

En el Canal se han recogido ejemplares de 4cm de longitud, el doble de su tamaño normal. Sus altas tasas de reproducción no sólo constituyen un problema ecológico sino también económico, dado los daños que provocan en las conducciones de reparto de agua. La limpieza del Canal, durante varias semanas al año, permite que muchos de ellos mueran, disminuyendo su población. El mejillón cebra junto a la almeja asiática y la proliferación de plantas acuáticas en los últimos años, es uno de los problemas que el Ebro nos ha trasladado al Canal.

Patrimonio Histórico y Cultural


El Canal Imperial de Aragón es una de las obras de ingeniería más importantes de la Europa del siglo XVIII. Sus orígenes se remontan al siglo XVI, en época de Carlos I y de ahí su nombre de "Imperial". Fue concebido como acequia de riego pero, dos siglos mas tarde, bajo el reinado del monarca ilustrado Carlos IV, se construyó como canal de riego y navegación. Además de las importantes repercusiones que tuvo en la mejora del regadío, en la industria y en el abastecimiento de agua a la ciudad, constituye un legado fundamental del patrimonio histórico, cultural y natural de Zaragoza y de Aragón.

Motor económico del Valle Medio del Ebro

El Canal Imperial, desarrollado en sus últimas fases por ilustrados aragoneses y españoles, entre los que destaca Ramón Pignatelli, constituyó para su tiempo la mayor transformación de la agricultura en Aragón. Se pusieron en regadío 26.000 ha, de las cuales 8.000 ha pertenecían a Zaragoza que experimentó uno de los mayores desarrollos económicos en las tierras del Valle Medio del Ebro. Además, el reparto de las tierras comunales que pasaron a regadío, se realizó entre las clases sociales más bajas, adelantándose a las reivindicaciones que surgirían en el país en el primer tercio del siglo XX.

Un patrimonio arquitectónico y cultural

La arquitectura ligada al Canal es un verdadero museo de la obra civil hidráulica en España con esclusas, almenaras, puentes, acueductos, sifones, dársenas y la casa de compuertas del Bocal, de admirable ejecución que le ha valido la propuesta, pendiente de su aprobación definitiva, de Bien de Interés Cultural.

Transporte fluvial de personas y mercancías

Aunque la aspiración de conseguir una salida al mar que permitiera el transporte de mercancías y pasajeros no pudo realizarse, Pignatelli consiguió en 1789 que si lo hubiera hasta Zaragoza. Las barcazas funcionaban a vela o bien tiradas por caballerías mediante una sirga.

En el S. XX se introdujo la navegación a vapor. En 1861, el nuevo ferrocarril Zaragoza-Alsasua, con un recorrido paralelo al del Canal, hizo que desapareciera el transporte de viajeros. El de mercancías se mantuvo hasta mediados del siglo XX, estando hasta entonces en servicio las esclusas de Casablanca.

Despegue industrial en el entorno de Zaragoza

El desarrollo industrial de Zaragoza y Aragón no se puede entender sin el Canal Imperial. Sus aguas permitieron la puesta en funcionamiento de un gran número de fabricas como la antigua de Tudor en la actual esquina del Paseo Sagasta con Camino Las Torres, la de cervezas La Zaragozana, la de tejidos Dámaso Pina en las llamadas Terrazas de Cuellar, la de vidrios La Veneciana, la de Harinas La Imperial, Averly y el primer centro de producción de electricidad de Aragón en el salto de Casablanca. Aún hoy, centros como General Motors, Plaza Imperial o Saica en el Burgo de Ebro, entre otras, se abastecen directamente de las aguas del Canal.

Agua de boca para los zaragozanos

Pocos creían en la obra de Pignatelli por lo que cuando las aguas alcanzaron Zaragoza el 18 de octubre de 1786, toda la población asistió al acontecimiento y Pignatelli mandó levantar una fuente con la inscripción "para convencimiento de los incrédulos y alivio de caminantes" ("Incredulorum convictioni et viatorum commodo." Anno MDCCLXXXVI).

El Canal lleva más de un siglo y medio aportando agua de boca a los zaragozanos. La primera de las fuentes públicas fue la de la Princesa que se instaló en 1840 en la Plaza de España. En 1876 se construyeron los depósitos de Torrero, diseñados por el arquitecto Magdalena junto al Parque Pignatelli. Desde 1933, los depósitos de Casablanca no han dejado de suministrar agua a los zaragozanos. Con la puesta en marcha del Embalse de La Loteta que se llena con agua del Pantano de Yesa, el agua del Canal solo se necesitará de forma complementaria.

Desde sus orígenes, los zaragozanos encontraron en el Canal un espacio para el ocio y el disfrute: paseos, navegación, fiestas. Fueron famosas las verbenas veraniegas en las antiguas playas de Torrero y los desplazamientos en góndolas hasta las arboledas y cenadores de la Quinta Julieta.

Un espacio para el disfrute

En 1904 se construyó un embarcadero en el Puente de América donde se alquilaban barcas y en las décadas 40 y 50 se realizaban travesías a nado entre el Stadium Casablanca y el Puente de América. En la actualidad, desde hace 30 años, y con una intención lúdica y reivindicativa, los colectivos vecinales de Torrero realizan La Bajada del Canal. El actual Anillo Verde de la ciudad ha incorporado el Canal Imperial con la renovación y mejora de muchos de sus tramos. La navegación es una asignatura pendiente que muchos zaragozanos desearían recuperar como ya se ha hecho en el Canal de Castilla.

Corredor de vida y ocio


Los ilustrados quisieron recrear los espacios próximos del Canal con orlas lineales de vegetación, aspecto que fue facilitado por estar revestido el cajero con limos y arcillas que permiten la permeabilidad del agua a los árboles de la orilla. En los 41 km del Canal, en el término municipal de Zaragoza, podemos apreciar la abundancia de arbolado e incluso la formación de algún soto bien conservado. Este curso artificial constituye un ecosistema valioso que alberga múltiples formas de vida.

En todo su recorrido existe un importante dominio público que se extiende en ambas orillas, desde 9,5 m hasta 19,5 m en la mayoría de los tramos. Este patrimonio que en muchos lugares ha sido ocupado por particulares a cambio de un canon, debería en el futuro revertirse para uso ciudadano.

El Canal toma sus aguas del Ebro a la altura del Bocal en Tudela y por tanto es heredero de las condiciones ecológicas de éste. Las aguas son de elevada conductividad, resultado de los yesos disueltos por el Ebro, y de gran turbidez, como consecuencia de las arcillas que revisten el Canal.

La gran proliferación de especies invasoras, aparecidas en el Ebro en los últimos años, se manifiestan también en el Canal: gambusias, alburnos, siluros, cangrejo americano, almeja asiática y mejillón cebra son algunos de los ejemplos. El mejillón cebra invade acequias y brazales y llega a todo tipo de instalaciones causando, en ocasiones, graves daños económicos. La proliferación de plantas acuáticas, en los últimos años, es una nueva preocupación.

A pesar de estos problemas, el Canal sigue siendo un espacio de gran biodiversidad ya que es el hábitat de numerosas especies de aves, mamíferos, reptiles... Además, el Canal guarda un tesoro que con todo tipo de medios hay que preservar: la margaritífera auricularia o margaritona, almeja que habitó los ríos europeos hasta el siglo XVIII y que ha ido desapareciendo hasta solo encontrarse de forma relevante en el Canal Imperial.

Este corredor de vida es también nexo de unión entre diferentes parques urbanos del perímetro sur de la ciudad: Valdefierro, Oliver, José Antonio Labordeta, Pignatelli, La Paz, La Granja y zonas arboladas del Barranco de la Muerte.

Tanto en su margen derecha como izquierda unas líneas de vegetación separan dos hábitats de gran riqueza y contraste: la zona de la estepa y la de la huerta que se extienden a ambas orillas del Canal, dos de los ecosistemas más valiosos de la ciudad. Esta vegetación va siendo diferente según los tramos: bosque de ribera al lado de Plaza Imperial, pinares en Venecia, Valdegurriana, Valdefierro y Cabezo Cortado y paseos de plátanos de sombra en gran parte de su recorrido.

El corredor del Canal forma parte del Anillo Verde y nos permite conectar con el Ebro y con las estepas zaragozanas. Con el Ebro, en el extremo oeste de la ciudad, a través del corredor Oliver- Valdefierro que sigue la antigua vía de Ferrocarril a Teruel y en su parte este con el Camino Natural de la Alfranca tras pasar las esclusas de Valdegurriana y el barrio de La Cartuja. Con las estepas, desde los llanos de la Muela, Valdespartera, Camino de La Junquera, Pinares de Venecia, Valdegurriana o Torrecilla.

El Canal Imperial es por tanto un marco idóneo para las actividades de ocio y tiempo libre. Un espacio de disfrute ideal para la andada y los recorridos en bicicleta. Un Canal que se nos muestra diferente según las estaciones del año, que sea de día o de noche, según nieve, esté con bruma o con un sol radiante. En el espejo del agua vemos reflejada la naturaleza o el medio urbano de la ciudad.

Un valioso ecosistema natural en donde los usos urbanos y agrícolas deberían ser compatibles con su protección y conservación.

La transformación de los espacios agrícolas del entorno del Canal en una agricultura ecológica con denominación de origen de la huerta zaragozana, constituiría una oportunidad económica y ambiental que permitiría abastecer a la ciudad de hortalizas con seguridad y calidad alimentaria.