¿Qué es la EASS?


La Estrategia de Alimentación Sostenible y Saludable es un documento de planificación que constituye el marco de referencia del Ayuntamiento de Zaragoza para avanzar hacia un sistema alimentario más sostenible y saludable para la ciudad.
Esta estrategia orienta las políticas alimentarias municipales, en línea con lo establecido en el Pacto de Milán  suscrito por el Ayuntamiento de Zaragoza en octubre de 2015 e incluye objetivos, conceptos clave y medidas y acciones concretas, así como una propuesta de gobernanza alimentaria para la ciudad de Zaragoza.

Pacto de Milán


Qué es la Alimentación Sostenible y Saludable


La alimentación saludable es aquella que aporta los nutrientes esenciales y la energía, en las cantidades adecuadas y suficientes, para cubrir las necesidades nutricionales de cada persona y prevenir enfermedades no transmisibles (como diabetes, cardiopatías, accidentes cerebrovasculares y cáncer), así como la malnutrición en todas sus formas y los trastornos alimentarios.

Según la OMS, los principios básicos de la alimentación saludable se basan en:

  • Una lactancia materna adecuada.
  • Ejercicio físico a lo largo de toda la vida.
  • Una ingesta calórica proporcional al gasto calórico.
  • Un aumento del consumo de frutas y verduras de temporada, frescas y cocinadas, legumbres, cereales integrales y frutos secos.
  • Reducción de la ingesta calórica procedente de las grasas, cambiando las grasas saturadas por las insaturadas y eliminando los ácidos grasos trans, sobre todo las grasas trans producidas industrialmente.
  • Reducción de la ingesta de azúcares libres.
  • Reducción del consumo de sal.

La EASS va dirigida a mejorar no sólo la salud individual sino también la salud colectiva. La alimentación inadecuada es uno de los factores que está detrás del imparable aumento de enfermedades crónicas, con la consiguiente carga para nuestro sistema sanitario. Por este motivo resulta mucho más efectivo y económico actuar desde la prevención, impulsando una alimentación saludable.

La alimentación sostenible es aquella que...

  • Utiliza eficientemente los recursos y reduce el impacto ambiental a lo largo de la cadena alimentaria..
    • Contribuye a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) causantes de la crisis climática
    • Optimiza la utilización de agua, energía, agroquímicos de síntesis, etc.
    • Evita la degradación de los recursos hídricos y su sobreexplotación (como la contaminación por nitratos o el agotamiento de los acuíferos).
    • Favorece la conservación de los ecosistemas, la biodiversidad y el suelo fértil, de los que dependemos totalmente para vivir en nuestro planeta.
    • Reduce la generación de residuos y desperdicios.
  • Reduce la generación de residuos y desperdicios.
  • Contribuye a la soberanía alimentaria y nutricional de las generaciones presentes y futuras.
  • Apoya la economía local, la seguridad alimentaria y el acceso a la alimentación a los más vulnerables.

La alimentación sostenible permite avanzar hacia sociedades equitativas y respetuosas con el medio ambiente.

Y yo, ¿qué hago?


  • Consume más frutas y verduras, de temporada, de proximidad y ecológicas
  • Modera el consumo de carnes y otros alimentos de origen animal, priorizando aquellos de ganadería extensiva ecológica y pesca sostenible.
  • Sustituye la proteína animal por proteína vegetal, especialmente a través del consumo de legumbres
  • Disminuye radicalmente el azúcar, las grasas saturadas, la sal y los ultraprocesados
  • Interésate por quién produce lo que compras y cómo lo produce. Rehumaniza tu alimentación
  • Compra directamente a los productores/as, en mercados locales o en grupos de consumo, asociaciones, cooperativas y en tiendas y mercados de barrio
  • Come de forma equilibrada y con moderación. Reduce el tamaño de las porciones
  • Cocina y come disfrutando de la comida
  • Recupera la cultura alimentaria valorizando los alimentos, las variedades locales y las recetas tradicionales
  • Planifica tus menús. Compra lo que necesites. Evita compras impulsivas que prioricen alimentos menos saludables y sostenibles
  • Evita el despilfarro alimentario y fomenta la compra a granel, minimizando el uso de envases y priorizando aquellos compostables