¿Qué pasa con los hipnosedantes?
Seguramente el nombre, hipnosedantes, no te suene a nada, pero son unos medicamentos muy usados. El Centro Municipal de Atención y Prevención de las Adicciones, más conocido como CMAPA, te lo explica: ¿Que són? ¿Para qué sirven? ¿Por qué nos enganchamos a ellos?
Palabras clave: adicciones, droga, dependencia, ansiedad
Fecha de publicación: abril de 2022
¿Qué son los hipnosedantes?
Sin embargo, no siempre es así. En 2021 aumentó su consumo, según la encuesta sobre uso de drogas en España en enseñanzas secundarias ESTUDES. El 19,6% del alumnado afirma haberlos consumido (con o sin receta) alguna vez en la vida, el 13,6% el último año y 7,5% el último mes. La primera vez que se toman sin receta suele ser entre los 14 y los 15 años y va aumentando conforme lo hace la edad. En este caso, las mujeres consumen más hipnosedantes que los hombres.
¿Qué hacen los hipnosedantes?
Su función es hacer más lento el funcionamiento del cerebro, lo que hace que se elimine la ansiedad de forma rápida y sin esfuerzo. El problema es que así no se gestiona el malestar, sino que se depende de ellos para hacerlo. Hoy día vivimos en una sociedad que no tolera el malestar, hemos de estar siempre felices y mostrarlo a los demás. Tenemos poca tolerancia a las emociones negativas, cuando estas son útiles, ya que suponen un estímulo para movilizarse, buscar soluciones y generar mecanismos propios de autorregulación. ¡Los sedantes no son la solución! Busca alternativas para manejar la ansiedad. Además, es muy peligroso mezclarlos con el alcohol, ya que produce una grave alteración de la conciencia y amnesia (pérdida de memoria) posterior. Por ejemplo, se usan en agresiones sexuales con sumisión química. ¡Ojo también con la mezcla con bebidas energéticas y cafeína!
¿Cómo es la dependencia a ellos?
Se nota un deseo intenso de tomarlos y una necesidad de una cantidad cada vez más alta (tolerancia) para obtener el efecto deseado. Además, cuando se dejan de tomar de pronto, aparece el síndrome de abstinencia física: taquicardia, temblor, insomnio, vómitos, ansiedad... Lo peor es que muchas personas no son conscientes de tener este problema, al tratarse de una medicación y haberles sido prescrita.
¿Qué hacer?
Lo más difícil es ser consciente y pedir ayuda, por lo que la familia, las amistades… son muy importantes en este primer paso. No es fácil dejarlos, por lo que contar con un/a profesional especialista en este proceso es muy recomendable.
Si te has visto reflejado/a en lo que te hemos explicado o conoces a alguien con este problema, no dudes en pedir ayuda al CMAPA.
CMAPA. Centro Municipal de Atención y Prevención de Adicciones C. Pablo Ruiz Picasso, 59, Teléfono 976 724 916
CIPAJ. Centro de información y asesoramiento juvenil. Casa de los Morlanes. Plaza San Carlos, 4. 50001 Zaragoza. Tel. 976 721 818. cipaj@zaragoza.es