En el solar que actualmente ocupa el número 36 de la calle Santiago y el 31 de la calle Espoz y Mina del casco histórico zaragozano se ubican dos construcciones separadas por más de tres siglos de historia y unidas por el título nobiliario del marquesado de Montemuzo que les da su nombre.
De la elevación del palacio renacentista, la más antigua y datada a finales del siglo XVI, poco se conoce. Responde a la tipología de casa palacial típica aragonesa que aúna la herencia islámica y mudéjar con la irrupción del estilo renacentista italiano. Así, contamos con un palacio sobrio en su exterior con fachada de ladrillo, puerta de acceso en arco de medio punto, vanos que traslucen la gran sala de la primera planta y galería de arquillos de medio punto sobre columnas jónicas bajo alero de madera.
En el interior, tras pasar el zaguán de entrada, se encuentra el patio que articula el espacio y aglutina la luz, donde se concentra la mayor profusión decorativa y desde donde parte la escalera principal que lleva a la planta noble del edificio.