28 septiembre 2017

El cierzo "mueve" el desfile del pregón


¿Cómo hacer visible algo que no se ve? Con este reto sobre la mesa empieza el trabajo creativo de la compañía Caleidoscopio Teatro para dar forma al desfile del pregón que el próximo 7 de octubre abrirá el #pilar17. “El año pasado dedicamos el desfile al río Ebro y este año buscamos otra seña de identidad de la ciudad”, explican. ¡Y qué mejor que el cierzo! Algo tan nuestro y que todos los turistas se llevan de recuerdo.

Aunque ocho compañías asumen la producción artística (Callejeatro, Tarde o Temprano Danza, Orquesta Sinfónica Goya, Zootropo, Coscorrón, K de Calle, Nostraxladamus y Caleidoscopio Teatro), un total de 22 compañías y unas 130 personas participarán en el desfile, que pretende ser todo un evento cultural. "La mejor carta de presentación de las fiestas", subrayan en Caleidoscopio.

No en vano, hay animación de calle, teatro, circo, danza, artes plásticas... y hasta música sinfónica. Miguel Ángel Remiro ha compuesto las piezas que interpretarán algunos de los músicos de la Orquesta Sinfónica Goya subidos en carrozas, diseñadas por José Rubio y Manolo Pellicer. Y realizadas por las brigadas municipales, que se esmeran cada año para deslumbrar a los zaragozanos y visitantes.

Aunque el público tiene otro reto: confeccionar sus propios molinos de viento y arropar a los artistas en su pasacalles. Precisamente, es una de las actividades incluidas en el material didáctico enviado a los colegios para preparar las fiestas.

El diseño del desfile se ha articulado sobre tres ideas: el cierzo, el cierzo en la naturaleza y el cierzo en la ciudad. Mientras que una nos acercará a la mitología, fuerza y sonido del viento, la otra nos mostrará un cierzo que parece invisible y la última, un cierzo travieso que nos despeina, se lleva la ropa de los tendederos o hace girar veletas.

Las nubes anuncian la llegada del cierzo y con ellas se abrirá el desfile del pregón. Una nube hinchable de 4 metros y otras tantas portadas por zanquistas y bailarines darán paso a paraguas que bailan y a un molino cuyas velas muestran las caras del cierzo pintadas por Manolo Pellicer. Tras él, una enorme Nave de los vientos: la primera carroza del desfile y donde cinco músicos de la Orquesta Sinfónica Goya interpretarán la pieza compuesta por Remiro.

A continuación, unas espectaculares grullas diseñadas y portadas por la compañía Zootropo danzarán como símbolo de la alegría y de la celebración de la vida. Unas alas de cerca de dos metros confeccionadas con cañas permitirán que la coreografía refleje los movimientos de la grulla en su vuelo.

El siguiente elemento del pregón lo hemos visto en el monte, en la carretera y en las películas del Oeste: esa especie de arbusto seco en forma de bola que corre sin parar arrastrado por el viento. En Aragón las llamamos capitanas, pero reciben otros muchos nombres como corremundos, rodaderas o hierba de cristal. Curiosamente, la capitana puede rodar sin parar o bien pararse y enraizar de nuevo si encuentra suficiente humedad. Durante el desfile, las capitanas rodarán sin parar convirtiéndose en un elemento lúdico con el que interactuar con el público.

Los árboles son uno de los elementos de la naturaleza donde solemos comprobar si sopla mucho el cierzo, así que no podían faltar en el pregón. Árboles zanquistas recrearán una arboleda sacudida por el viento.

El cierzo llega a la ciudad en la siguiente carroza: ropa tendida que vuela, personas que se agarran de un tendedero y acróbatas que juegan con el cierzo enganchados en una veleta de cinco metros de diámetro. Bufandas y abrigos voladores, malabares con sombreros y más de un desequilibrio para mostrar "las cosas que salen volando".

El cierzo sigue soplando tanto que ha inclinado los edificios y las casas de Cierzópolis en la siguiente carroza. ¿El cierzo nos hace rabiar -explican en Caleidoscopio-, pero también se lleva los malos humos¿ y eso podremos ver en una carroza habitada por la familia Paragüini y por los Cierzillos. Y a su alrededor, una nariz andante un tanto constipada y una escoba descomunal que intenta barrer las siete hojas gigantes caídas de los árboles y algunas otras "cosas que salen volando" como... ¡los sombreros de nuestros Cabezudos!

Cerrará el desfile Ecos del Viento, una carroza escalonada con un skyline de Zaragoza movido por el cierzo en sus laterales. Sobre ella, un quinteto de bombardino, trombones y tubas que interpretará melodías tradicionales versionadas por Remiro. Todo un sinfín de detalles cuidados al máximo para que el cierzo recorra las calles de Zaragoza anunciando el inicio del #pilar17.