16 noviembre 2015

Una mañana color de rosa


La XVIII Carrera de la Mujer inundó las calles de Zaragoza con más de 8.000 participantes

 Estuvieron todas en la XVIII edición de la Carrera de la Mujer. Solo faltó a la cita el sol, que no quiso saludar el esfuerzo de las participantes. La larga recta de salida desde la Plaza de España hasta casi la plaza de San Miguel se inundó de mujeres con la camiseta de color rosa. Bajo la niebla batieron un nuevo récord en una de las pruebas más queridas por el deporte popular zaragozano.

Era el broche final del circuito que comenzó el 19 abril en Valencia y que contó con ocho carreras. Allí estuvieron madres, hijas, abuelas, amigas, tías, sobrinas de todas las edades. Unas se lo tomaron en serio y decidieron hacer una carrera a ritmo de competición. Para la mayoría fue una mañana de fiesta en la que se divirtieron, hicieron deporte salud y se solidarizaron contra el cáncer de mama. La organización donó tras la carrera un cheque de 100.000 euros a la Asociación Española Contra el Cáncer y 16.650 euros que se han recaudado por la compra del dorsal solidario en todo el circuito nacional.

Antolina Díaz, una clásica del fondo aragonés, fue la punta de lanza de esta impresionante manifestación compuesta por más de 8.000 mujeres. Para la rubia corredora era uno de los triunfos más deseados. El año pasado se quedó a un suspiro de vencer. Pero en esta ocasión pudo subir a lo más alto del podio. La atleta preparada por José Luis Mareca partió de manera irresistible y fue casi todo el recorrido en solitario. Al final logró una magnífico triunfo con 40 segundos de ventaja sobre Elena Sainz. Después llegaron Patricia Lafoz, Marina Cubero y Merche Gómez.

Pero lo mejor venía por detrás. La serpiente humana que inundó todas las calles de Zaragoza en un nuevo y atractivo circuito que contaba con 6.500 metros y pasaba por el Coso Bajo, Echagaray y superaba el Ebro por el Puente de Hierro. Después las corredoras pasaban por el paseo de la Ribera, Longares y la avenida del Puente del Pilar.

La ansiada llegada estaba más cerca que nunca una vez que pasaban del nuevo el Ebro por el puente de Hierro. Solo quedaba correr por Echagaray y Caballero, San Vicente de Paúl, Manifestación y Don Jaime, para llegar al espectacular escenario de la Plaza del Pilar.

En el final de la prueba que contaba con la dirección técnica del Olimpo esperaban a las atletas ocasionales Pablo Híjar, concejal de Deportes y Vivienda del Ayuntamiento de Zaragoza y Arantza Gracia, concejala de Educación e Inclusión. El remate de la fiesta fue el recital del grupo rockero La Nube. Y la guinda la puso el festival de aerobic. Tras una hora de diversión en la plaza llegó la entrega de trofeos a las mejores de la mañana.