Patrimonio cultural

El barrio de San José mantiene intacto el orgullo sobre su origen. Otrora una zona agropecuaria periférica que vivía de la agricultura y del trabajo con los animales y que acogía abundantes y extensas fincas, tanto de labor como de recreo, se encuentra hoy plenamente integrado en la ciudad. En ese entorno, en la confluencia del camino de Puente Virrey con la actual calle de Pablo Remacha, muy cerca de la desaparecida calle de Cartagena, parte de cuyo trazado se correspondía con el arranque del actual tramo oriental de la avenida de Cesáreo Alierta, se ubicaba la Quinta de San José, extensa finca de recreo y labor que lindaba con la Quinta de Miraflores. En la primera mitad del siglo XX se unieron las dos propiedades y pasaron al actual patronato Agustín Gericó, que destinó una parte de los terrenos a crear un centro escolar aún en activo. Sin embargo, parte de las tapias y de las antiguas edificaciones de la Quinta de San José, incluido un antiguo portón de acceso recayente a camino de Puente Virrey, pervivieron, aunque en desuso y en un precario estado de conservación, hasta finales de 2014 o principios de 2015, en que fueron derribados para dar paso a una ampliación del colegio concertado Agustín Gericó. De aquel derribo sobrevivió únicamente una reja decorativa de hierro forjado con forma de medio punto datable en las últimas décadas del siglo XIX o primeras del XX, que constituía el dintel o tímpano del citado portón de la finca, que se guardó por su belleza y valor histórico, aunque tras décadas de abandono presentaba un deficiente estado de conservación. Años después, redescubierta la reja por los responsables del colegio, desde la Junta del Distrito de San José y el Área de Cultura del ayuntamiento se pensó en poner en valor para la ciudadanía en el espacio urbano esta pieza de cerrajería, como un elemento decorativo y representativo de lo que fue en el pasado el barrio de San José. Para ello, el arquitecto municipal Ricardo Usón García diseñó una réplica fiel, tanto en diseño como en dimensiones, del viejo portón, que fue ejecutada en hormigón por las brigadas municipales del Servicio de Arquitectura y a la que se incorporó, debidamente restaurada por dichas brigadas, la reja original, donada por la Fundación Agustín Gericó, en idéntica disposición a la que tuvo en origen.

La nueva puerta monumental de la Quinta de San José, casi a modo de arco triunfal, se erigió en un lugar muy visible y representativo cercano a su antigua ubicación y al propio colegio Agustín Gericó: un parterre ajardinado en el arranque del andador central del tramo oriental de la avenida de Cesáreo Alierta. Quedó inaugurada el 29 de julio de 2022, en un acto público presidido por la vicealcaldesa y consejera municipal de Cultura y Proyección Exterior, Sara Fernández Escuer, y por la presidenta de la Junta del Distrito de San José y concejala delegada de Deportes, Cristina García Torres, y al que también acudieron el arquitecto municipal Ricardo Usón García, miembros de las asociaciones vecinales del barrio y representantes del colegio Agustín Gericó.

La Puerta de la Quinta de San José está conformada por dos partes: 1) los dos pilares de hormigón de sección cuadrada que actúan de jambas, muy fieles al austero y clasicista diseño original, los cuales, anclados al suelo y unidos por un escueto basamento general de hormigón, sostienen el viejo tímpano de forja rescatado; y 2) el tímpano de forja propiamente dicho, que es una reja de hierro forjado con forma de medio punto de tres metros de anchura que se cierra con barrotes verticales en punta de lanza y en cuya parte delantera aparece soldado el nombre de la finca en letras mayúsculas de chapa recortada: “Quinta / San Jose”.

La incorporación de la vieja reja a los nuevos pilares trata de recrear la estructura original del antiguo portón de la Quinta de San José para mantener presente el recuerdo del pasado agropecuario y suburbano del barrio de San José al reflejarlo simbólicamente en el bulevar que preside una de sus avenidas principales, lugar muy cercano al emplazamiento de la antigua finca.