Patrimonio cultural

El Festival Asalto (Festival Internacional de Arte Urbano) nació en 2005 con el objetivo de revitalizar y llenar de arte y color las calles de Zaragoza. En cada convocatoria anual se realizan intervenciones impactantes, normalmente hechas por artistas o colectivos artísticos tanto del ámbito nacional como internacionales. La 12ª edición, en 2017, se localizó en el barrio de Valdefierro y contó con una veintena de artistas cuyos trabajos representan diferentes modelos de expresión: la abstracción, diseños gráficos, las instalaciones, realismo mágico..etc. La gran novedad es que además de los murales pintados hubo otras intervenciones de arte urbano, como esta instalación escultórica del colectivo CÚMUL.

Esta escultura está compuesta por semicírculos metálicos que se anclan por sus dos terminaciones en la pared. Estas piezas están dispuestas de tal manera que forman una circunferencia: visualmente la sensación es de un túnel infinito; al no tener ni principio ni fin, conformado por estas semicircunferencias a modo de estructura. Para darle dinamismo a la obra, algunas de las semicircunferencias se desvinculan de dicha estructura, pareciendo que se van dispersando hacia fuera ampliando de una manera sencilla el espacio que ocupa la escultura en la pared. La pared contrasta con la escultura, tanto en forma como en los materiales en los que está realizada. Es una pared rectangular de gran tamaño, pero no tiene demasiado grosor en comparación, y se muestra al desnudo el hormigón del que está hecha, incluso siendo visibles las marcas de anclaje de la misma. Esta clase de disposiciones y conjuntos de obras son muy típicos del colectivo Cúmul, con sus diseños simples pero que a la vez evocan distintas sensaciones que nos comunican un gusto por la estética, el diseño e incluso matices de arquitecturas.