Patrimonio cultural

Los cuatro artistas unen sus fuerzas y su creatividad para crear este tríptico en el que los personajes quedan unidos entre sí a través de los colores, los fondos azules, la forma de enmarcar las escenas y las líneas ondulantes que aparecen en todas los murales.

El primer mural lo firma Zësar: nos transporta a una actuación de música en directo, con unos personajes realizados con su estilo personal. Los tonos azules, las figuras de piel amarilla y los personajes tocando algún tipo de instrumento son parte de sus señas de identidad. Los rostros los dibuja como si fueran calaveras gracias a la forma de remarcar los ojos y la forma de la nariz con sombras. Siempre son figuras etéreas, ligeras y ondulantes. En este caso los personajes salen del fondo azúl y quedan en un segundo plano dejando a la protagonista como única figura que se ve por completo en primer plano, bailando al son de la música, llena de vida y colorido. Gracias a la utilización del color y los planos en los que coloca a los personajes crea la sensación de tridimensionalidad y vida en la escena.

El segundo mural es obra de Fitz y Alfalfa, unidos como artistas en Colectivo Licuado: aparece una figura femenina durmiendo recostada sobre un conejo, con los pies protegidos dentro de un caparazón de caracol mientras sobre su cabeza parece adivinarse lo que está soñando. La escena se une a la anterior gracias a la utilización del fondo azul, en este caso, distintos tonos dispuestos en bandas de color delimitadas con líneas en zig-zag. Mientras la figura humana queda representada con un gran detallismo, llena de calma y paz, realizada por Fitz y muy fiel a su estilo, el resto de la escena tiene aspecto de sueño. Tanto la figura del conejo como la del caracol están creados a base de pequeñas líneas con las que se crea la sensación del pelaje del animal y de la redondez del caparazón y al mismo tiempo parecen etéreos y transparentes. Esta es la parte en la que interviene Alfalfa, él crea figuras llenas de pequeñas líneas con las que da consigue crear volumen. La mezcla de las figuras realistas y las utilización de este tipo de pequeñas líneas de volumen hace que sus obras sean fácilmente identificables.

La tercera parte la firma Noe: en ella aparece una figura femenina vestida con una camiseta amarilla que resalta, como en los otros muros, sobre un fondo azúl. Gracias al azúl y al amarillo las escenas quedan unidas entes sí por el color. Al mismo tiempo la figura parece acariciar delicadamente una corriente de humo ondulante que la rodea y abraza y que, por las formas curvas creadas por finas líneas blancas de aspecto delicado y fugaz, la une visualmente con las otras escenas en las que también se resaltan los personajes ondulantes de Zësar y las ensoñaciones de Fitz y Alfalfa.