Patrimonio cultural

Esta pintura de Okuda presenta seis motivos principales, dos cuerpos humanos mutilados (uno arriba y otro abajo) en tonos grises y cuatro formas geométricas coloridas que se superponen. El sentido que ofrece la figura de la parte inferior, que está replegada en sí misma donde la cabeza se representa con una casa, es una alusión a las cargas del día a día. La casa con esos muros cerrados hacen referencia a la opresión. Esta figura se apoya sobre un pedestal de color negro que se remata por un pavimento de colores vivos.Las cargas se representan mediante cuatro volúmenes circulares donde se inscriben formas triangulares de coloresllamativos, y de los que se escapan unos globos como símbolo de esperanza y deseo. Encima de estas cuatro formas, aparece coronando la imagen la segunda figura humana sentada, donde la cabeza es sustituida por un árbol del que van saliendo ramas y hojas, va creciendo hacia el cielo como símbolo de la libertad que se ha alcanzado tras superar esas cargas vitales.

La contraposición de los elementos se muestra tanto en los dos tipos de figuras que se representan, como en la diferencia de tonalidades cromáticas. Son cuerpos sin identidad que incitan a la reflexión, planteándonos quiénes somos, y en definitiva una respuesta sobre la existencia humana. El conflicto entre la modernidad y la tradición se extrapolamediante las dos tipologías artísticas que pinta el artista, por un lado las figuras humanas presentan unos cánones clásicos (a pesar de que se tratan de cuerpos incompletos con miembros mutilados) y los tintes que empleaoscilan entre el blanco y el negro simbolizando la tradición, mientras que por otro lado las formas geométricas de colores vistosos y llamativos aluden a la modernidad. La idea que pretende transmitir el autor es que la sociedad debe librarse de esos pesos para alcanzar la libertad y la plena felicidad.