Apostolado

Religiones y Mitos
Autor/es
(Escultor)
Antonio Torres Clavero (Zaragoza, 1889-1971) estudió en la Escuela de Artes y Oficios de Zaragoza con los escultores Lasuén y Palao y en Madrid con Aniceto Marinas. Abrió en 1917 su propio taller, que orientó a la escultura ornamentación y decoración aplicada de interiores. Asiduo participante en los Salones de Artistas Aragoneses, obteniendo en el de 1943 la medalla de honor. Realizó esculturas para algunos exteriores de edificios, destacando las de la fachada del Pilar.
Colaboradores
Francisco Rallo Lahoz (esculpido).
Emplazamiento
Fachada de la Iglesia del Convento de la Encarnación. Avenida Cesar Augusto nº 1.
Periodo
[1937-1975] Periodo Franquista
Materiales
Piedra caliza blanca.
Dimensiones
Aprox. 1,50 m. (altura) x 5,40 m. (anchura).
Cronología
Aprox. 1965.
Promotor
R.R. M.M. Carmelitas de la Encarnación.
Propietario
R.R. M.M. Carmelitas de la Encarnación.

La denominación de apóstol se aplica a cada uno de los doce discípulos que siguieron a Jesucristo con la misión de evangelizar el mundo. El número doce coincide con el de las tribus de Israel. El listado de apóstoles viene reflejado en los Evangelios sinópticos (Mateos, Marcos y Lucas) y en los Hechos de los Apóstoles, variando en algunos casos sus nombres. El listado alfabético incluye a los siguientes: Andrés, Bartolomé, Felipe, Juan, Judas Iscariote, Judas Tadeo, Matías, Mateo, Pedro, Santiago el Mayor, Santiago el Menor, Simón y Tomás, (Matías sucedió a Judas Iscariote después de su suicidio).

Inicialmente se representó a los apóstoles como doce ovejas en torno al Cordero de Dios. En la Alta Edad Media se les representa con forma humana y de manera uniforme, sin atributos, vestidos con túnica talar, un pallium y siempre con los pies desnudos. A partir del siglo XI hay una tendencia a la diferenciación por medio de sus atributos. En el siglo XIII se hace frecuente la representación de los apóstoles en las portadas de las catedrales e iglesias, como en las catedrales francesas de Chartres, Amiens o Reims. Es este modelo de representación del apostolado en las portadas, y en concreto sobre el dintel de la puerta, el que se sigue en esta obra.

El convento de la Encarnación de Zaragoza, perteneciente a las religiosas carmelitas observantes, fue fundado a principios del siglo XVII -1615- y se asienta en el mismo espacio que ocupa desde entonces, al lado de una de las puertas de la ciudad, la Puerta del Carmen. Las construcciones primitivas fueron reemplazadas por una iglesia barroca en el siglo XVIII y por un edificio conventual erigido en la segunda mitad de siglo XIX. A comienzos de la década de los sesenta del siglo pasado fueron demolidos estos edificios, dentro de un vasto plan de reordenación urbanística de la zona, construyéndose el actual edificio conventual proyectado por el arquitecto Eduardo Lagunilla y concluido por Luis Pellegero.

El relieve escultórico del "Apostolado" ocupa el dintel de la puerta de acceso a la iglesia conventual, inmerso en la monumental fachada curva de ladrillo rojo. Fue modelado por el escultor zaragozano Antonio Torres Clavero (1889- 1971), artista de dilatada trayectoria, que ejerció también como profesor de dibujo de la Escuela de Artes y Oficios de la ciudad. Su obra más importante y mejor conocida es la decoración escultórica de la Basílica del Pilar, de la que destacan las siete estatuas dedicadas a otros tanto santos aragoneses. Ganó los más importantes premios artísticos locales y alcanzó el reconocimiento fuera de su tierra, obteniendo la Tercera Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1948 con el desnudo femenino "Prometida". Su arte sobrio y contenido, refleja influencias de la escultura clásica y barroca.

La obra fue modelada en la primera mitad de los años sesenta del pasado siglo, cuando el escultor contaba con más de setenta años, seguramente es su última obra de entidad. La avanzada edad del escultor motivó que el relieve fuera materializado en piedra por el también escultor Francisco Rallo Lahoz, autor de abundante obra pública en la ciudad. Cuando el arquiteto Luis Pellegero, compañero de docencia de Torres en la Escuela de Artes y Oficios, se hace encargo de la culminación del edificio a finales de los años sesenta, el relieve escultórico ya estaba concluido e instalado.

Antonio Torres concibe una obra inspirada en la disposición de las esculturas existentes en las portadas de las iglesias medievales. Sobre un marco arquitectónico moderno, el gran ventanal vertical vidriado con tracería, bajo el que se ubica el relieve escultórico sobre el dintel de la puerta de acceso, nos aproxima a un "revival" goticista. El relieve está formado por doce bloques de piedra, correspondiendo cada uno a un apóstol, conformando el conjunto una composición de formato rectangular horizontal. Esculpido la mayor parte en mediorrelieve, con las cabezas, manos y pies prácticamente exentos. Las formas son realistas, algo estilizadas, ejecutadas con sobriedad y con notable unidad. La disposición de las figuras es frontal, con las cabezas giradas en algunos casos, mirándose entre sí, con rostros expresivos. En los brazos y manos predomina el movimiento. Los pies, desnudos, mantienen una uniforme disposición. Los pliegues de las túnicas y mantos provocan abundantes claroscuros, con cierta contención en el vuelo.

La representación de los apóstoles sigue un mismo modelo: De pie, vestidos con túnica y manto, y con nimbo circular sobre las cabezas. Sólo están claramente caracterizados cuatro apóstoles: S. Mateo, que lleva un libro, atributo como evangelista; S. Pedro sujeta las dos llaves; S. Juan caracterizado como el más joven, imberbe y portando un libro; y Santiago el Mayor, con bordón y concha de peregrino.

Cabe destacar la meritoria labor de esculpido en piedra realizada por el escultor Francisco Rallo, que resalta la formas del modelo.

Clave Iconografía Clave Materiales Clave Temática
Hombres
Piedra
Religiones y Mitos
Autor de la Ficha
José Ramón MORÓN BUENO
Bibliografía
  • ANSÓN, Arturo, El entorno del Convento del Carmen de Zaragoza. Una reconstrucción histórica y artística. Siglos XIII al XX, Elazar ediciones, Zaragoza, 2007, pp. 237-239.
  • CASTILLO, Blanca, GIL, Mª Cristina, "Primeras notas de investigación sobre la obra del escultor Antonio Torres Clavero", Boletín del Museo e Instituto Camón Aznar, XLI, Zaragoza, 1990, pp. 453-471.
  • REAU, Louis, Iconografía del arte cristiano, Ediciones del Serval, Barcelona, 1997, Tomo 2, volumen 3, pp. 135-144.