Cuando Zaragoza es tu segunda casa


Sed de aventura. Estudios. Expectativas laborales. Amor. Calidad de vida. Escapar de zonas en conflicto. Razones políticas. Voluntariados. Los motivos para mudarse de un lugar a otro son infinitos y, si eres joven, la incertidumbre de estar en una ciudad desconocida puede ser abrumadora o excitante.

Integrarse no consiste solo en sobrevivir al cierzo, decir muchas veces "co", ir de Juepincho, comprar una cinta de la Virgen del Pilar, parar en el Calamar Bravo o terminar las palabras en "ico". Estos detalles, más simbólicos, nos acercan a la cultura de los y las zaragozanas. Sin embargo, integrarse es mucho más que eso, es sentirte cómodo/a, con recursos y oportunidades. Sentirte en casa. ¿Cuántos de los nuevos jóvenes que han elegido Zaragoza este año la sienten suya? o, al menos, ¿se sienten parte de?

La realidad de este grupo poblacional es muy heterogénea y varían tanto los motivos de llegada como los recursos económicos. Para difundir todas las realidades y no caer en tópicos hemos decidido entrevistar a varios jóvenes, cada uno con una historia particular. Experiencias distintas e historias conmovedoras que comparten un escenario común, la capital aragonesa.

Noah (Profesor asistente de inglés)

Noah (25 años) es un joven estadounidense que lleva dos años enseñando inglés en España gracias a un programa de intercambio de idiomas. Le gusta viajar, practicar pádel y caminar sin prisas. En Zaragoza encuentra la ciudad perfecta para conocerse a sí mismo y crecer profesionalmente.

¿De qué parte de Estados Unidos eres y qué haces aquí?

Soy de Nueva Jersey y llevo dos años en España. El primero en Córdoba y ahora en Zaragoza. Actualmente estoy trabajando gracias al programa NALCAP (North American Language and Culture Assistant Program) que sirve para traer nativos ingleses a dar clases como profesores asistentes y fomentar un intercambio cultural entre ambos países.

¿Funciona a la inversa? ¿Puede ir alguien de Zaragoza a enseñar español a América?

Pueden hacer lo mismo con otros programas. En mi caso trabajo 12 horas lectivas a la semana y gano unos 700€, pero también doy clases privadas para ganar un poco más. De todas formas, si algún zaragozano quiere aprender inglés, existe una alternativa interesante. Cada semana, hay pubs y bares que ofrecen intercambios de idiomas donde gente de todos países viene a charlar y conocer gente nueva. ¡Es un gran plan para practicar otro idioma!

¿Qué pasos tuviste que hacer al llegar a Zaragoza para poner toda la documentación en regla?

Vine de mi país con una visa de estudiante. Lo primero que hay que hacer es ir a una oficina de Extranjería para prolongar la estancia en España. La verdad que no podría decirte todos los pasos, porque hay demasiados y para alguien que apenas habla español es un proceso muy complicado. En Córdoba fue rápido, solo dos citas. En Zaragoza tuve que ir 10 veces a la oficina y a varios amigos les pasó lo mismo. Concertar citas y obtener los documentos necesarios para recibir el Permiso de Residencia fue una odisea.

¿Qué destacarías de la ciudad?

Me encanta el tamaño porque puedes ir caminando o en bus a casi todos sitios. Los Pirineos están al lado y que esté ubicada entre Madrid y Barcelona es perfecto para un extranjero como yo que quiere viajar mucho. También destaco la puesta de sol en el Pilar, lo cool que es el Tubo y la gente de aquí. Animaría a más estadounidenses a venir porque aunque la parte de extrañar a la familia es dura, se van a encontrar con una ciudad hermosa y un ritmo de vida más tranquilo al que estamos acostumbrados.

MARIO (Integrador social)

Mario (22 años) es un joven de Navarra al que le gusta la vida de pueblo y trabajar por y para las personas. Estuvo viviendo en Zaragoza cuando estudiaba Integración Social. Tal y como dice, "aunque la cabra siempre tira pal monte, he vuelto a Zaragoza para buscar trabajo y disfrutar un poco más de la ciudad".

¿Qué hace un navarro en Aragón? ¿Te resultó fácil adaptarte?

Mi pueblo es Castejón y está a la misma distancia para estudiar de Zaragoza que de Pamplona. Como escuché que el alquiler en era más barato y conocía a algunas personas para poder compartir piso, opté por Zaragoza. Cuando llegué me pareció enorme y lo mismo me pasa cuando veo el Pilar caminando por la noche, impresiona. También tiene que ver que venga de un pueblo, pero no tuve dificultad para adaptarme. La veo una ciudad cómoda y bien conectada respecto al transporte público.

¿Fue sencillo encontrar piso?

No. Creo que al tener menos edad, no se fían de la solvencia económica que podamos tener los jóvenes. En mi caso, pese a tener un trabajo indefinido con el que ganaba más de mil euros mensuales, no querían arrendarme ningún piso sin el aval de mis padres. Finalmente, conseguí una habitación compartida, pero no logré un piso para mí solo.

¿Cómo ha sido tu experiencia laboral en Zaragoza?

He estado trabajando en ASAPME (Asociación Aragonesa pro Salud Mental) haciendo acompañamientos a personas con problemas de salud mental. Por esta razón, me ha tocado estar en casi todos los hospitales de Zaragoza y les saco una pega. Considero que los servicios son deficientes, lentos y que no ofrecen a los usuarios toda la atención que requieren. Imagino que es porque falta personal, pero creo que es algo que se debería mejorar. También estuve trabajando en un centro de menores para hacer intervención educativa, además de acompañamiento. Actualmente, me he apuntado a un curso del INAEM de socio sanitario y por las tardes voy a empezar a trabajar en Plena Inclusión con jóvenes con parálisis cerebral.

¿Qué opinas de la juventud?

Los jóvenes zaragozanos que he conocido priorizan mucho el ocio nocturno. Desde mi punto de vista, hay otro tipo de ocio como asociaciones, programas juveniles, exposiciones de museos... que crean un tejido social más fuerte. De los zaragozanos en general destaco lo cercanos, hospitalarios y divertidos que son. Pero hace falta más movimiento social y comunitario por parte de la juventud.

¿Te ves viviendo aquí?

No porque mi trabajo está mejor remunerado en mi comunidad autónoma. Me ha encantado vivir aquí y voy a alargarlo un año más, pero yo prefiero las ciudades más pequeñas y tener más cerca la naturaleza.

NICOLÁS Y JUSTIN (Reagrupados)

Nicolás (18 años) es un joven colombiano que ha venido a Zaragoza para reencontrarse con su padre gracias al programa de acompañamiento en procesos de reagrupación familiar Reencuentros, de la Casa de las Culturas. En este programa ha participado también Justin (19 años), un joven hondureño que ha aterrizado hace apenas un mes para vivir con su madre y buscar un empleo con el que empezar una nueva vida. Hablamos con los dos.

¿Cómo han terminado un colombiano y un hondureño en la capital maña?

Nicolás: Tomé la decisión de venir porque Colombia tiene una situación muy inestable y aquí sentí que podría vivir mejor. Mi padre acudió a la Casa de las Culturas para solicitar mi reagrupación y desde ahí se facilitaron los trámites. Estoy muy agradecido a este servicio porque informa a las familias que han traído a sus hijos o que están a punto de traerlos de los recursos de Zaragoza para favorecer su adaptación.

Justin: He venido para reencontrarme con mi madre y mis dos hermanos. En la Casa de las Culturas conocí a Laura, la educadora social que me ha ayudado a conseguir cursos para encontrar trabajo.

¿Cómo fue vuestra primera toma de contacto con Zaragoza?

Nicolás: El primer día fue duro porque tenía que asimilar que empezaba una nueva etapa de mi vida donde abandonaba a mi país, mis estudios y mis amigos. Me encerré en mi mismo, pero gracias a mi hermano comencé a visitar la ciudad y acudir a sitios donde informarme de los recursos municipales. Probé las tapas y el jamón serrano y me gustaron, pero echo en falta más gastronomía colombiana. Existe algún restaurante colombiano, pero no tiene ese "sazón" de mi país.

Justin: Me gusta Zaragoza, es una ciudad bonita, aunque hace un poco de frío. Lo que más me sorprendió cuando llegué es ver que en el Pilar había dos bombas. También me llamó la atención lo rápido que se vive aquí y que mucha gente trabaja de noche. Todavía no he conocido a mucha gente ni he probado platos típicos, pero no voy a tardar en probar la tortilla de patata.

¿Qué metas profesionales o académicas queréis cumplir aquí?

Nicolás: Yo siempre he querido ser enfermero y, de hecho, estaba estudiando el primer año de la carrera en mi país antes de venir. Quería poder hacer lo mismo aquí, pero encuentro dificultades, no me convalidan y tener que volver a repetir selectividad supone un tiempo y un coste que mi familia y yo no podemos asumir. Aún así, me he informado y he optado por estudiar una formación profesional o un grado sanitario relacionado. Mientras tanto estoy haciendo un curso profesional del INAEM de atención sociosanitaria en cuidado de la persona dependiente en instituciones sociales. Y, además, estoy trabajando cuidando a un señor mayor. Todo esto he podido hacerlo gracias al apoyo de una orientadora de la Fundación Adunare. Para conocer los recursos de jóvenes en la ciudad también acudí a Info Joven y sigo su página web.

Justin: Estoy inscrito en la INAEM y también la Fundación San Ezequiel Moreno está ayudándome a conseguir empleo. En Honduras trabajaba de taxista, pero aquí prefiero cambiar y ahora estoy aplicando para un curso de auxiliar de almacén. En mi país tengo el curso de la ESO, pero aquí necesito traerlo, homologarlo y apostillarlo, un gasto económico que ahora mismo no puedo asumir. Lo mismo me ocurre con el carnet de conducir. Por eso, solo puedo optar a trabajos no cualificados.

¿Cuánto tiempo planteáis quedaros?

Nicolás: Mi meta es estudiar aquí, pero sí me gustaría volver a mi país en un futuro más lejano. Por el momento, me siento cómodo en Zaragoza, cumple mis expectativas y tiene todos los medios que necesito.

Justin: Me siento bien en Zaragoza y quiero estar varios años, aunque no descarto mudarme después a Estados Unidos y finalmente, regresar a Honduras a terminar mi vida.

MANON (Estudiante de veterinaria)

Manon (20 años) se presenta como una joven francesa aventurera que siempre ha soñado con ser veterinaria. Como en Francia es muy difícil poder acceder a la carrera y ella prefiere viajar y conocer gente nueva, decidió venir a Zaragoza a cumplir sus metas.

¿Por qué elegiste Zaragoza y no otra ciudad de España?

He elegido Zaragoza porque es una ciudad intermedia, ni muy grande ni muy pequeña. Aquí pensé que sería más fácil conocer gente nueva y al estar cerca de Francia me permitía poder volver a mis raíces si fuera duro adaptarme. Además, me gusta como es la gente aquí. Todo el mundo está en la calle y te recibe con los brazos abiertos.

¿Cómo recuerdas tus primeras experiencias?

Gracias a un amigo zaragozano de la infancia, las primeras experiencias fueron positivas. Nada más llegar fui a conocer El Tubo yo sola. En apenas dos horas ya había hablado con muchos zaragozanos. Me aconsejaron sobre sitios qué visitar y fueron mis primeros guías locales. Recuerdo que me dolía la cabeza porque en España todo el mundo habla más alto que en mi país, pero ahora yo grito casi tanto como ellos. • ¿Ha sido fácil encontrar piso por tu cuenta? Encontrar piso ha sido la parte más complicada. En la Universidad había una página web con pisos disponibles, pero solo dos me respondieron. A mis amigas francesas les ha pasado lo mismo.

¿Cuánto tiempo quieres vivir en Zaragoza?

Quiero disfrutar de la ciudad el tiempo que duren mis estudios, pero después me gustaría viajar lejos. Quizás a algún país del norte de África. Me gustaría especializarme en animales en peligro de extinción y no quiero quedarme siempre en el mismo lugar. Aún así, estoy segura que volveré a vivir varias temporadas en Zaragoza porque me gusta el ritmo de vida de la ciudad.

Laura Gracia

Más información


Casa de los Morlanes. Plaza San Carlos 4, Zaragoza, 50001

Tel: 976 72 18 18
Whatsapp: 608 748 112
Correo: infojoven@zaragoza.es
Cómo llegar en transporte público

Horario:

  • Lunes, Martes, Jueves y Viernes, de 10 a 14 horas;
  • Miércoles, de 15 a 18 h.

Verano:

  • Lunes a Jueves, de 10 a 14 h;
  • viernes de 10 a 13 h.