22 septiembre 2021

Las calles Sixto Celorrio y Ricla ganarán espacio para el peatón y mejorarán su accesibilidad

El Ayuntamiento de Zaragoza invertirá más de 1,4 millones de euros en la reforma integral de estas dos calles

Los proyectos, que buscan calmar el tráfico y mejorar la seguridad peatonal, saldrán a información pública en los próximos días 

El Ayuntamiento de Zaragoza sacará en los próximos días a información pública los proyectos de reforma integral de las calles Ricla y Sixto Celorrio -en el tramo entre el Paseo de Ribera y la Plaza San Gregorio. Estas dos actuaciones supondrán una inversión de más de 1,4 millones de euros y transformarán las dos vías en calles totalmente accesibles, con mayor espacio para los peatones y tráfico más calmado.

La consejera de Infraestructuras, Patricia Cavero ha presentado hoy los proyectos, que forman parte de la Operación Calles. Se suman de esta forma a los otros cinco que ya están en tramitación: Avenida Navarra, San Miguel, Félix Latassa, Cuarte y Reina Fabiola. En todos los casos las obras comenzarán a ejecutarse en el primer trimestre de 2022.

Cavero ha explicado que los dos proyectos tienen en común que ‘dan más protagonismo al peatón y transformarán la calle en una vía más amable para vecinos y comerciantes’, ampliando aceras, eliminando barreras arquitectónicas, reduciendo el espacio para los coches y mejorando la escena urbana. Ambos han sido elaborados con la participación de las juntas de distrito.

Calle Sixto Celorrio (tramo entre Paseo de la Ribera y Plaza San Gregorio)

La calle reformada contará con aceras más anchas y accesibles y se crearán nuevos espacios de encuentro vecinal donde se dispondrá arbolado y bancos. Esos espacios de descanso estarán ubicados en la confluencia de las calles García Arista y Ricardo del Arco.

Se mantendrá la calzada segregada con aceras a distinto nivel y un único carril de circulación, ya que se trata de una vía con importante intensidad de tráfico. El nuevo diseño preserva la movilidad y la funcionalidad de la calle, con una banda de aparcamiento, pero al mismo tiempo contribuirá a reducir la velocidad de paso de los vehículos y mejorar la seguridad. Entre otras medidas, la nueva geometría prevé una calzada más estrecha, que pasará a tener 3,5 metros frente a los más de 5 m que alcanza ahora en algunos puntos.

En cuanto a servicios, se instalará nuevo alumbrado público con tecnología led. Además de reducir el consumo energético y de forma indirecta las emisiones de CO2, las nuevas farolas mejorarán el día a día de los vecinos porque darán una luz más uniforme a toda la calle. Se retirarán de las fachadas y se soterrará el cableado, eliminando la luz intrusa en las viviendas y los deslumbramientos. También se dejarán hechas las canalizaciones para favorecer la eliminación de los cableados de otros servicios privados

Así mismo se renovará la red de abastecimiento de agua de fibrocemento, y la de saneamiento, que está muy deteriorada en varios tramos. Ecociudad Zaragoza aprovechará además las obras para ampliar la intervención a otras calles del entorno y renovar también conducciones próximas de García Arista y Ricardo del Arco.

La reforma supondrá en total una inversión de 970.000 euros y tendrá un plazo de ejecución de seis meses.

Calle Ricla

La calle Ricla, por su parte, se transformará en un eje de plataforma única y prioridad peatonal sin barreras arquitectónicas, lo que permitirá solucionar los problemas de accesibilidad que presenta actualmente el pavimento.

Se mantendrá una banda de aparcamiento y se ensancharán las aceras, ganando ese espacio al vehículo. De esta forma la calle pasará a tener aceras de más de 4,5 metros de ancho sobre las que se distribuirá el arbolado y parterres con arbustos. El diseño incorpora además pavimento drenante y baldosas podotáctiles para delimitar longitudinalmente la calzada y orientar a las personas con visión reducida.

La reforma permitirá así mismo adecuar la calle a la normativa de Bomberos, garantizando los espacios reglamentarios de maniobra, y en el subsuelo se renovarán tanto las tuberías de saneamiento como las de abastecimiento de agua para evitar las frecuentes roturas. Además se soterrarán las canalizaciones de alumbrado que actualmente discurren por las fachadas.

Igual que Sixto Celorrio, el plazo de ejecución de la reforma integral es de seis meses. La actuación supondrá una inversión 453.000 euros y está previsto que los trabajos salgan a licitación en el último trimestre de este año, una vez que finalice el periodo de información pública y el proyecto quede aprobado de forma definitiva.