12 abril 2013

'Hay que recuperar un urbanismo social que atienda las necesidades del último ciudadano'

El doctor en Arquitectura Manuel Saravia forma parte de un grupo de arquitectos que vincula su trabajo profesional al desarrollo de los Derechos Humanos
Zaragoza, viernes, 12 de abril de 2013.-"Hay que recuperar un urbanismo social que dé cuenta de las situaciones tan dramáticas que se están viviendo a causa de la situación socioeconómica del país", señaló Manuel Saravia, Doctor en Arquitectura en su ponencia sobre Modos y magnitudes de la expansión urbana. Planeamiento urbanístico y políticas de vivienda comparadas desde la perspectiva europea que ha cerrado la mañana de las jornadas sobre Urbanismo y crisis financiera. Saravia indicó que hay un grupo de arquitectos que está trabajando en el desarrollo de un urbanismo basado en la Declaración de Derechos Humanos de 1948, y expresó su convencimiento de que el urbanismo puede servir para consolidar esos derechos. Así animó a los profesionales que trabajan en este ámbito a "repensar el urbanismo" y a cuestionar las metodologías que se siguen tanto en la elaboración de los planes generales de ordenación urbana como en los planes parciales. En este sentido, señaló que se trabaja con estándares, de los que muchas veces se desconoce su origen, y que se siguen aplicando sin cuestionarse la validez de los mismos en la situación actual, pese a que puedan incluso encorsetar nuestras propuestas. El doctor en Arquitectura no circunscribió este cuestionamiento sólo a los procedimientos técnicos, sino que lo llevó a la definición misma de modelo de ciudad. Saravia se preguntó "qué es eso de modelo de ciudad" para acto seguido, afirmar: "es el algo que no existe pero que pone en marcha todo lo demás". Además insistió en que los planes que se pongan en marcha deberían de contemplar las necesidades "del último ciudadano", no de tipos medios, ya que éstos son los más vulnerables y los que necesitan que la ciudad les ayude. "Si se plantea así, serán ciudades buenas para el conjunto de los ciudadanos". A su juicio los beneficios recaerían en todos los asuntos de la vida. Por ejemplo, en la movilidad, favoreciendo vías estructurantes para la movilidad peatonal, donde el paso de vehículos se subordine a las necesidades de los que se desplazan caminando, o en la seguridad, o favoreciendo la entrega de suelo para trabajos de economía social. En esta propuesta, reconoció, la vivienda es una pieza clave. Y consciente del nivel de problemas relacionados con los desahucios, con la infravivienda o las viviendas patera, Saravia dijo que la administración tiene la obligación de atender estas situaciones. Para ello, sugirió la posibilidad de gravar viviendas vacías , negociar con la propiedad de las viviendas desahuciadas y cambiarlas por suelos públicos edificables, de manera que esas viviendas pasen a formar un parque público de vivienda social de alquiler, entre otras medidas . Saravia repasó la estadística en materia de vivienda en España y en otros países de Europa occidental y aseguró que durante el boom inmobiliario el relato del urbanismo ha sido el de "una ciudad de jauja, ahora estamos ante el germen de un nuevo relato basado en los derechos humanos, porque es lo mejor que ha hecho el hombre, junto con la construcción de las ciudades".