Hola, bienvenida al primer taller de la serie de cinco píldoras que hemos creado en colaboración con El Servicio de Mujer e Igualdad- Casa de la Mujer- del Ayuntamiento de Zaragoza para celebrar el Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres. En esta segunda píldora vamos a abordar la importancia que tiene la comunicación: es la herramienta que facilita todas nuestras relaciones y la satisfacción de nuestras necesidades. Estoy segura de que en algún momento de tu vida habrás oído hablar o habrás leído sobre comunicación. Normalmente se suelen excluir dos facetas: la comunicación no verbal y el diálogo interior. En este podcast vamos a poner el foco en la importancia que tiene para nuestra salud atender a nuestra comunicación interior. El objetivo es identificar el diálogo interno que mantenemos con nosotras mismas: nuestros pensamientos expresados en forma de lenguaje verbal interior o discurso mental.

La propuesta es darnos cuenta de que la forma en que nos comunicamos con nosotras mismas guía nuestra manera de actuar y tiene impacto a la hora de afrontar los retos diarios, así como en nuestro autoconcepto, en nuestra autoestima, en las emociones que experimentamos e incluso en las decisiones que tomamos.

El diálogo interior está basado en las creencias que tenemos de nosotras mismas, que adquirimos e integramos en nuestra infancia y nuestra juventud, en función de lo que nos dijeron nuestros padres/madres, nuestros/as hermanos/as, nuestros/as profesores/as, nuestros/as amigos/as, nuestros/as entrenadores/as… es decir, en base a lo que nos decían y hacían todas las personas de nuestro microsistema de relaciones cercanas y no solamente en la influencia de la sociedad.

Si nuestro discurso mental es constructivo y positivo, aumentaremos la facilidad para alcanzar metas, obtendremos mejores resultados académicos o profesionales, podremos poner límites, estableceremos relaciones más sanas y, sin duda, tendremos mejor salud. Por contra, la comunicación interior destructiva puede suponer un autosabotaje: te sugiero que la identifiques y observes qué papel juegan ese tipo de pensamientos en tu vida. Pregúntate si tienes pruebas para pensar eso, o el porcentaje de posibilidades que tienes de que eso ocurra realmente, quizá tiendas a fijarte más en lo negativo, o puede que pienses demasiado en términos catastrofistas o absolutos de todo o nada.

En este taller te voy a plantear tres ejercicios prácticos, sencillos, para que los lleves a cabo y logres alcanzar nuestro objetivo. En primer lugar te voy a sugerir una acción para que lleves a cabo nada más despertarte: antes de levantarte y recién despierta, te voy a proponer que le des mentalmente los buenos días a todo tu cuerpo: tus órganos, aparatos, músculos, sentidos… A continuación, te animo a que elijas un propósito de autocuidado para ese día. Pensarlo significa decírtelo y asumirlo: «hoy voy a cuidarme haciendo una hora de meditación»; «voy a llamar a mi amiga de murcia que hace mucho que no nos escuchamos»; «voy a planificar una escapada a la montaña para el finde», «voy a probar a cocinar ese pan que llevo tiempo queriendo hacer», «voy a pintarme las uñas», «voy a tirarme en el sofá a leer durante media hora»,… Tú sabes qué es lo que mejor te sienta.

Como segunda propuesta te voy a pedir que prestes atención, a lo largo del día, a las cosas que te dices: tanto al tono como a las palabras. Es un ejercicio muy útil si realmente coges bolígrafo o lápiz y papel y lo vas anotando: probablemente escribirás alguna de estas expresiones: «soy una torpe», «soy una desorganizada», «soy un desastre», «soy una despistada», «soy imbécil», «soy tonta»,… Por favor, no te juzgues, sólo obsérvalo.

Seguramente estas creencias están instauradas en ti porque te las han dicho a lo largo de tu vida, o porque te han servido para protegerte o conseguir ayuda, por ejemplo. Darte cuenta de ello ahora te permitirá modificarlo: podría ser que veas que aunque te dices que eres torpe, eres capaz de hacer muchas cosas a lo largo del día, como poner la lavadora, arreglar un enchufe, conducir hasta el trabajo, desempeñar tu labor profesional… verás que no eres tan torpe.

En último lugar te propongo que, al finalizar el día, identifiques mentalmente aquello que te ha gustado de ti misma, aquellas acciones que has desarrollado, las metas que has logrado: es importante que te reconozcas tus logros. Plasmar todas estas impresiones en tu libreta te permitirá ir cambiando y mejorando tu concepto de ti misma.

Espero que te haya gustado la propuesta de hoy, que te haya servido y te animo a que sigas este camino de introspección, dialógate.

Un saludo y muchas gracias!