Entre los objetivos del Museo se pueden destacar los de carácter estratégico: recuperación, mantenimiento y difusión del teatro, convirtiéndolo en un activo cultural de referencia para Zaragoza.
En cuanto a los objetivos de carácter patrimonial, sobresalen la conservación y valorización del monumento. Los objetivos de interpretación y comunicación ahondan en actuaciones de calidad, innovadoras y atractivas, con criterios de integración y reversibilidad, garantizando la accesibilidad y comunicación para todos los públicos.
Excavaciones arqueológicas
El descubrimiento del edificio teatral romano constituyó uno de los hechos más espectaculares, hasta el momento, de la arqueología de la ciudad de Zaragoza. Se produjo de manera fortuita en 1972, pues no se disponía de fuentes escritas o datos arqueológicos que indicaran su existencia.
A partir del hallazgo, se inició un largo periodo de excavaciones e investigaciones hasta su recuperación, treinta año después.
La historia de las investigaciones arqueológicas puede sintetizarse en sucesivas etapas, en las que han participado o promovido los trabajos distintas entidades: Universidad de Zaragoza, Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, Gobierno de Aragón, Ibercaja, Ministerio de Fomento y Ayuntamiento de Zaragoza.
El arqueólogo y catedrático de la Universidad de Zaragoza, Antonio Beltrán Martínez, descubrió entre 1972 y 1973 una parte importante de las cimentaciones y cámaras radiales de la cávea teatral, con lo que se inició el conocimiento del Monumento.
En sucesivas campañas arqueológicas, desarrolladas entre 1984 y 1993, Miguel Beltrán Lloris, arqueólogo y Director del Museo de Zaragoza, fechó la construcción del edificio teatral, definiendo gran parte de su estructura y sus accesos, el sistema de graderío y la orchestra.
Los arqueólogos María Luisa de Sus Giménez y Jesús Ángel Pérez Casas desarrollaron en 1997 y 1998 una actuación arqueológica en el solar de la calle San Jorge, 12, por encargo de sus propietarios. Desvelaron parte de la cimentación del edificio escénico y de la fachada norte del teatro, además de un rico y significativo estrato de época islámica.
La última etapa de las excavaciones e investigaciones arqueológicas la culminaron, de 1998 a 2002, los arqueológos municipales Francisco de A. Escudero y Pilar Galve Izquierdo. Durante esta intensa etapa finalizó la exhumación de gran parte de la cávea y de hallaron partes esenciales del edificio: cimentaciones de la escena y una zona del pórtico de doble galería situado en la zona norte del teatro.
Declaración de Bien de Interés Cultural
Por Decreto 209/2001, de 18 de septiembre, del Gobierno de Aragón, se declaró Bien de Interés Cultural , en la categoría de Monumento, el Teatro romano de Zaragoza.