Legados de Mujeres Aragonesas de los siglos XIX y XX

GREGORIA BRUN CATARECHA

PRIMERA DIRECTORA DE LA ESCUELA NORMAL DE MAESTRAS DE ZARAGOZA EN 1856

Gregoria Brun Catarecha nació en Hecho, Huesca, 1833. Tenía un hermano, Juan Manuel nacido en 1831. El padre, administrador de la aduana de Siresa, falleció en 1834, durante la Primera Guerra Carlista (1833-1840), y la madre se casó de nuevo en 1837, destinando la pensión de viudedad a la educación de los dos hijos. Gregoria estudiaría en una escuela privada de formación de maestras.

En 1856 se creó en Zaragoza la Escuela Normal de Maestras, y Gregoria con 23 años, fue su primera directora. Además fue la primera maestra de una escuela pública del Ayuntamiento que estaba anexa a la Normal, en la que se estudiaba para ser maestra..

Se casó en Zaragoza con el farmacéutico y periodista carlista Joaquín Lacambra Murillo que en la Tercera Guerra Carlista (1872-1876) organizó la insurrección de Cantavieja (Teruel). Conocemos el prestigio de Gregoria por la profunda huella que dejó en Concepción Gimeno Gil (Alcañiz, Teruel, 1850-Buenos Aires, 1919), que en su libro La mujer española (1877), le dedica un capítulo a su maestra, con fragmentos como:

Cuando se rodeaba de niñas, y ante un mapa nos explicaba geografía, parecía Minerva distribuyendo el pan de la inteligencia. (…) Tenía varias auxiliares pasantas, porque, como directora de la Normal, el mayor cuidado lo consagraba a las jóvenes que estudiaban para maestras, pero nadie podía relevarla dignamente.

En 1885 Gregoria Brun Catarecha, con 52 años, falleció víctima del cólera en Zaragoza, en plena actividad profesional. En 1886 fue nombrada como sustituta a su hija, Pilar Lacambra Brun, que había sido Regente en los años anteriores.

GREGORIA BRUN CATARECHA

Hecho, Huesca, 1833–Zaragoza, 1885
Pionera de la pedagogía femenina, a caballo entre la transformación feminista y la tradición asignada a lo femenino. Brillante profesora que educó a muchas generaciones de maestras y permaneció en el recuerdo a través de alumnas como la también maestra, escritora y periodista Concepción Gimeno Gil de Flaquer, la primera feminista contemporánea.