Legados de Mujeres Aragonesas de los siglos XIX y XX

Ana Francisca Abarca de Bolea

Poeta y escritora

Ana Francisca Abarca de Bolea y de Mur nació en Zaragoza el 19 de abril de 1602, en el seno de una familia de linaje noble. Su padre fue Martín Abarca de Bolea y Castro, también escritor y humanista. Cuando éste enviudó, Ana Francisca de tres años, fue llevada al Monasterio de Nuestra Señora de la Gloria en Casbas, Huesca, donde vivió ya el resto de su vida. En el monasterio adquirió formación religiosa y humanística, aprendió latín clásico y accedió a unas posibilidades culturales de gran valía enriqueciéndose con sus libros. Profesó como religiosa a los 22 años, fue maestra de novicias y tomó el cargo de abadesa a los 70. Su fama como erudita la hizo célebre en Madrid y en muchos certámenes literarios que ganó brillantemente. Se carteó con los intelectuales y escritores cultos de los círculos literarios aragoneses y madrileños y fue elogiada por Gracián. Escribió en prosa y sobre todo en verso, desarrollando una temática de carácter sacro y popular, y en especial inolvidable porque empleó como expresión poética la lengua aragonesa, siendo uno de los escasos testimonios de literatura con rasgos lingüísticos de aragonés del siglo XVII.

 ANA FRANCISCA ABARCA DE BOLEA

Zaragoza, 1602-Casbas, Huesca, 1685. Poeta y escritora. Monja cisterciense, autora de una extensa obra que traspasó con su prestigio las fronteras aragonesas, muy elogiada por los intelectuales de la época.