El ANTIGUO MERCADO DE PESCADOS DE LA AVENIDA DE NAVARRA HOY "CENTRO CÍVICO DELICIAS"

Autora: Mª Isabel Oliván Jarque

INTRODUCCIÓN

El Centro Cívico Delicias esta situado en la zona SE del Polígono 44, al sur del barrio de la Almozara y lindante con el barrio de las Delicias con el que comparte la Avenida de Navarra como vía de delimitación. En la definición urbanística de esta zona, en origen agrícola y regada por la acequia de la Almozara, hay tres momentos fundamentales. El primero es la instalación en 1933 de la nueva línea férrea de Caminreal con su estación de viajeros y mercancías, que dará nombre a la zona, y fomentará el aislamiento de la misma respecto de los barrios limítrofes, convirtiéndose en una porción de la ciudad entre el ferrocarril y la carretera. El segundo se produce en la década de los años 60, tal como ya se recoge en el Plan General de 1968. Para estas fechas ya se había instalado en este Polígono el Batallón de Ferrocarriles y el Nuevo Mercado de Pescados, por razones lógicas de emplazamiento. El ensanche de la Avenida de Navarra y el comienzo de la edificación consolidada completaban la conformación urbanística de esta Área que contaba con diversidad de usos y morfologías y algunos edificios de notable interés como la citada Estación o el Nuevo Mercado de Pescados. El tercero va unido a la nueva Estación Intermodal de Delicias inaugurada en el 2002 y de las obras de urbanización de su entorno finalizadas en el 2008.

EL NUEVO MERCADO DE PESCADOS

Este edificio de titularidad municipal fue proyectado en 1957 por el arquitecto Marcelo Carqué Anyesa, entonces jefe de la Sección de Técnica Fiscal de la Dirección de Arquitectura. El 17 de julio de ese año Carqué remitía al Alcalde de Zaragoza Luis Gómez Laguna, el Proyecto de Mercado de Pescados de la Avenida de Navarra explicando que la redacción de aquel se había realizado en el menor tiempo posible en cumplimiento de lo ordenado por la Alcaldía. El Ayuntamiento Pleno de 8 de agosto de 1957 aprobaba el proyecto y en abril de 1958 se adjudicaban las obras a la empresa Entrecanales y Tavora S.A., con un presupuesto de ejecución de 8.238.480 ptas.

En la Memoria del proyecto se explicaba la elección del emplazamiento del nuevo mercado que sustituiría al antiguo de la Plaza de Santo Domingo, con unas previsiones de futuro suficientes, tanto por el espacio que se le destinaba como por las posibilidades de ampliación. Además estaría situado en la ruta de transportes por carretera del norte de España y junto a la estación de Caminreal. El edificio se inauguró el 18 de julio de 1960 y en 1961 obtenía el premio Ricardo Magdalena.

Carqué dotó al edificio de una disposición claramente funcional. Constaba de tres plantas, sótano, principal y alta, de manera que todos los servicios específicos del mercado se desarrollaban en una sola planta. La entrada se realizaba a través de un gran vestíbulo desde el que se accedía al bar, a la oficina bancaria y por el centro a la lonja propiamente dicha. Los 19 puestos de exhibición y venta de productos se disponían radialmente en torno al espacio circular destinado al público. Así conseguía que no hubiera diferencias ni preferencias en cuanto a la visibilidad o al acceso de ninguno de ellos.

Este espacio central circular era y es la parte más interesante del edificio. Los que fueran los antiguos puestos de la lonja darían paso en el futuro con los nuevos usos del edificio a una sala de conferencias, cine y teatro. Su espacio de doble altura (planta baja y primera) se cubre por una espectacular cubierta con estructura de cerchas y tirantes en disposición radial de gran efecto plástico.

Desde el vestíbulo por amplia escalera se accedía, y accede, al piso superior. Esa segunda planta se destinaba a alojar los despachos de la administración, los de los mayoristas y la sala de juntas o reuniones. Una escalera con antepecho de elementos tubulares horizontales tipo “barco” permitía el acceso desde la principal a la planta sótano, que acogería espacios para usos diversos complementarios.

Contaba también en sus instalaciones el mercado con laboratorio veterinario, muelles de carga y descarga uno para cada uno de los 19 puestos de la lonja, cámaras frigoríficas, etc. El edificio tenía (según el proyecto original) una superficie de 7.500 m2 distribuidos en 1769 m2 en planta baja, 1.114 m2 en alta y 1250 m2 en semisótano (que difiere ligeramente de sus dimensiones posteriores).

El edificio se construía con estructura de hormigón armado prescindiendo de toda clase de envoltura y llegando a la supresión de revocos y enlucidos en toda la estructura a excepción de los paramentos enlucidos y pintados en dependencias como despachos, servicios, etc. Se utilizaba para el exterior en la fachada principal ladrillo caravista y piedra de La Puebla formando sillería desbastada. Fue concebido el exterior como envolvente diáfana, se proyectó con cerramiento de cristal con perfilería metálica en unas zonas y entre lamas de hormigón horizontales o verticales en función de la orientación en el espacio central (sustituido después por pavés), inscribiéndose dentro de unos planteamientos absolutamente funcionales que hoy llamaríamos bioclimáticos.

El propio autor del proyecto definía el estilo de edificio que se caracteriza(ba) por una completa ausencia de todo elemento estrictamente decorativo o concebido con esta única finalidad; solamente pueden señalarse al respecto una sola excepción: la incrustación de los escudos (metálicos) representativos de la ciudad (y los frisos de pinturas del vestíbulo). Concebida la obra en una sentido estrictamente funcional, no ostenta por tanto estilo tradicional alguno, acusando cada elemento su específica función y por tanto la razón de su existencia. De ahí surge naturalmente el carácter de la construcción que manifiesta claramente su destino.

Para la ejecución de los dos únicos elementos ornamentales se buscó a dos figuras de relevancia en el panorama artístico del momento. El pintor zaragozano Javier Ciria (1904-1991) es el autor de los frisos de forma triangular situados en ambos lados del vestíbulo con interesantes pinturas alegóricas de fauna marina que con simpleza compositiva protagonizaba en cada una de ellos la figura incompleta de un pez. De carácter realista estaban ejecutadas sobre lienzo con depurada y personal técnica y con un colorido de fuerte impresión decorativa.

En el cuerpo principal de la fachada recayente a la avenida de Navarra, en la parte superior de cada uno de sus lados se colocaron sobre el paramento de piedra sendos escudos de la ciudad realizados en hierro forjado. Fueron personal creación de Pablo Remacha (1903-1964) el afamado artista renovador del arte de la forja en Aragón premiado en numerosos certámenes y exposiciones nacionales e internacionales.

El edificio, en suma, era una excelente muestra de la arquitectura funcionalista, línea característica de toda la obra de este arquitecto. Se articulaba a partir de un gran espacio circular o rotonda, el espacio más interesante sin duda del conjunto, y un núcleo anterior con tratamiento de fachada curva, en un juego de volúmenes rotundos y geométricos de fuerte expresión plástica.

EL CENTRO CÍVICO DELICIAS

A pesar de las posibilidades de ampliación previstas por el arquitecto, la creación de Mercazaragoza en la década de los años 80, dejó sin uso este edificio.

En esa década se desarrolla la política municipal de crear centros cívicos en los distintos barrios de la ciudad cuyo objetivo era la descentralización de las actividades socioculturales, acercándolas a la ciudadanía. Instalados en unos casos en nuevos edificios, en otros se aprovecharon otros existentes, como es este caso en el que se iba a instalar el Centro Cívico para uno de los barrios mas populosos de la ciudad, las Delicias. Fue el encargado de la rehabilitación y adecuación para el nuevo uso de este edificio el arquitecto, urbanista y diseñador Carlos Miret Bernal. Las obras de reforma del viejo mercado de pescados se llevaron a cabo en 1986 y 1987

El "Centro Cívico Delicias" contaba con modernas instalaciones de sonido, iluminación, sala de cine, laboratorio de sonido, aulas y talleres, etc. Las obras realizadas fueron bastante respetuosas con el edificio original y la transformación de los espacios para usos tan diferentes – de cámara a auditorio, de puestos de venta a espacios de encuentro…- se hicieron con materiales de poco mantenimiento y se dotó al edificio principal o rotonda de cuidado equipamiento artístico: dos interesantes frisos pictóricos de expresión surrealista. El situado en la parte superior del interior fue ejecutado por el pintor, diseñador y decorador Sergio Abraín (1952) con el motivo característico de su obra en esos momentos, conos y formas geométricas en colores fríos. El del exterior, por el escultor y pintor Miguel Angel Arrudi (1950) en el que se representan signos y formas corpóreas flotantes. El pintor Miguel Angel Encuentra (1951) se ocuparía del diseño del mobiliario.

LA NUEVA IMAGEN DEL CENTRO CIVICO DELICIAS

A finales del año 2012, el "Centro Cívico Delicias" abría sus puertas de nuevo con una imagen renovada y un contenido en instalaciones y posibilidades prometedoras. La reforma de este equipamiento municipal había sido proyectada en el año 2008 por el arquitecto Sebastián Cerrejón Hidalgo (Cerrejón Arquitectos, S.L.P.), y las obras dirigidas por él mismo fueron ejecutadas en tres años con una inversión de 10 millones de euros.

La solución elegida contemplaba la puesta en valor de los elementos arquitectónicos más significativos del edificio del antiguo mercado de pescados de Carqué de 1960, la adecuación del edificio existente y la ampliación de sus espacios.

Se dotaba al viejo edificio de una envolvente ligera que responde a los criterios de funcionalidad original dentro de una lectura contemporánea, en un concepto que hoy diríamos bioclímatico. Sus espacios se organizan y distribuyen adaptados a la configuración original del edificio, el vestíbulo, el espacio central – “la Rotonda”, hoy sala de conciertos – recuperando el sistema de iluminación natural (anulado en una reforma de 1978), con su espacio a doble altura y la espectacular solución estructural de cerchas de hormigón tendidas en posición radial. Sin olvidar que se ejecutaba la adaptación del edificio a las normativas de accesibilidad, evacuación, etc. y se le dotaba de los más modernos sistemas de instalaciones.

La ampliación de sus espacios, necesaria para poder cumplir los programas previstos, se hacía con la construcción de un nuevo edificio, concebido como una torre de nueve plantas (B+8+sótano), envuelta en celosías de lamas horizontales de aluminio de concepción abstracta, cuya imagen contribuye a dar mayor representatividad al conjunto y para su mejor integración en esta zona de la Avenida de Navarra y los terrenos del AVE.

El Centro está gestionado por completo por el Consistorio e integra actividades de carácter social, cultural, tecnológico y de innovación, destinándose la torre a usos administrativos, colectivos y de asociaciones del distrito y a la Milla Digital que ocupa varias plantas de la misma.

En resumen, se trata de un espacio que combina con acierto lo viejo y lo nuevo, un excelente lugar de convivencia y de encuentro para el barrio, dotado de los medios necesarios para favorecer y facilitar la innovación y el emprendimiento de la ciudadanía. En palabras del crítico Llàtzer. Moix , "de mercado a vivero: un progreso".

Planos

FUENTES

  • Archivo y Hemeroteca Municipal
  • Archivo de la Dirección Municipal de Arquitectura

BIBLIOGRAFÍA

  • AGUILAR AYERBE, M. C., BOLEA AGUARÓN, F.J., BRUÑÉN IBÁÑEZ, A.I. y MARTÍN BURILLO, E. Arquitectura y Urbanismo en Aragón (1895-1970). Zaragoza 1993.
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  • LABORDA YNEVA, José., Zaragoza. Guía de Arquitectura. Zaragoza. 1985.
  • RABANOS FACI; Carmen , Vanguardia frente a tradición en la arquitectura aragonesa (1925-1939). El Racionalismo. Zaragoza 1984.
  • V.V., Zaragoza. Barrio a barrio. Vol. 2. Zaragoza 1981.