Gran arlequín, 1931, 24 cartones recortados, 174 x 109,5

Procedencia:
Donación total Anguera-Gargallo

Esta obra (sin duda muy representativa y de gran significación entre las realizadas durante la época del hierro) reúne, además del resto de sus valores plásticos y estéticos, grandes valores didácticos, ya que Gargallo integra y resume en una sola figura buena parte de sus diferentes propuestas o recursos expresivos, materializándolos en el distinto y alternativo procedimiento de representación (macizo-vacío/relieve-rehundido) que utiliza para los brazos y piernas de la escultura, ofreciendo a cualquier espectador una demostración práctica de cómo la forma y el volumen pueden crearse o sugerirse tanto por un procedimiento como por su contrario.

Gargallo preparó un vaciado en escayola del tronco (que fue destruido durante la segunda Guerra Mundial) y también recortó en plancha de hierro y de manera previa algunas partes de las extremidades, la cabeza y otros detalles complementarios, al parecer con la intención de realizar una segunda versión (quizá mixta) de la misma figura, pero desgraciadamente murió sin poderla llevar a cabo.

Exposiciones:

  • 1989
    Pablo Gargallo: Murcia, Centro de Arte Palacio Almudí: 29 marzo-12 mayo.
  • 1991
    Gargallo. La nueva edad de los metales: Madrid, Fundación Cultural Mapfre Vida: 11 abril-19 mayo, nº 72.
  • 2004
    Pablo Gargallo: Valencia, IVAM Institut Valencià d¿Art Modern: 29 enero-2 mayo.