1. Las Fuentes

Las Fuentes es el punto de partida de este itinerario, un barrio denominado así debido a la cuantía de los manantiales y lagunas que se formaban en él como consecuencia de las crecidas del río Ebro y del río Huerva; sin embargo, paradójicamente, el distrito carecía de fuentes ornamentales hasta que gracias a una propuesta de la Asociación de Vecinos del Barrio, se ejecutó en 1980 para la rotonda de la Avenida Compromiso de Caspe, la vía principal del barrio, una fuente denominada Las Aguadoras. Un conjunto escultórico encargado al Servicio de Parques y Jardines para el que Rafael Barnola realizó un boceto, asimismo, se pusieron en contacto con Enrique Galcera, quien pasó el encargo a su mujer, la escultora catalana Luisa Granero Sierra. Se trata de una fuente circular en piedra, de cuyo centro emerge un pilón con cabezas de carnero y alrededor se encuentran cuatro figuras femeninas: las aguadoras, tres de las cuales están de pie portando cántaros y la cuarta se sienta sobre la fuente. Son figuras sencillas y de formas redondeadas que visten ropas ligeras, derivadas de la tradición escultórica catalana. Siendo una pieza de arte público realizada en Zaragoza por una escultora, también hay que destacar que el tema es femenino, remitiéndonos a una actividad propia de las mujeres en un pasado no tan lejano, haciendo que esto no caiga en el olvido. No se trata de personajes individuales concretos, pues casi cabría definirlas como figuras alegóricas. Bien se las podría poner en relación con la Alegoría a la Agricultura de la artista zaragozana Dolores Franco Secorun, una escultura de 1962 que representa una mujer de formas consistentes en actitud pensativa, sentada sobre unas rocas, combinando naturalismo y clasicismo, sin ninguno de los atributos iconográficos relacionados con la actividad agrícola desde la Antigüedad Clásica, como pueden ser arbustos, frutos o instrumentos del oficio. Pero sobre todo la comparación casi inevitable, como monumento icónico de todo un barrio zaragozano, es el Monumento a la Paz de Francisca Abreu, muy próximo en cronología a la Fuente de las Aguadoras, aunque lejos de nuestro recorrido ya que se encuentra en el Barrio de la Paz, al que intentaba simbolizar ese monumento de carácter tan abstracto.

Muy despojada de ornato está también la enigmática figura que encontraremos a continuación en nuestro recorrido, si pasamos desde la Avenida de Compromiso de Caspe al parque de Villafeliche, donde hallaremos una escultura sobre un pedestal irregular, obra de las escultoras Isabel Queralt Solari y Pilar Pérez Subías que recibe el nombre de Mujer Águila. Ambas artistas pertenecieron al Taller de la Asociación Cultural "Pablo Gargallo" y posteriormente fundarían junto a Frank Norton el Taller Petra. Fue en el año 1993, año de realización de esta escultura, cuando sus caminos se separaron: Pilar trasladó su residencia y taller a Galicia, e Isabel continuaría en Zaragoza comenzando en 1999 su trayectoria individual. Sabiendo que es una de las últimas obras realizadas en común por ambas artistas antes de su separación del grupo, resulta inevitable adivinar cierto tono melancólico en esta figura agachada y con la mirada perdida en el horizonte. Pero por lo visto querían evocar la comparación con un águila preparada para despegar en solitario, estableciendo una metáfora con las propias artistas, deseosas de volarcon sus propias alas, al margen del Taller Gargallo. Hay pues una mezcla de dudas y potencia resolutiva combinadas en esta mujer cuya cabeza está cubierta por una piel de águila que le cae por toda la espalda. Atendiendo a esta misma iconografía y con la misma cronología, ambas artistas realizaron una escultura similar en mármol de Marquina, cuyo destino fue el Wessex Institute Ashurst Lodge, en Southampton, Inglaterra.