Homenaje a Al Mutaman

Medicina, Ciencias y Tecnología Monarcas y Presidentes
Autor/es
(Pintor)
Sergio Abraín (Zaragoza, 1952)es uno de los artistas aragoneses contemporáneos más activos e innovadores, además de destacar por su interdisciplinariedad.Su presencia en el panorama artístico comienza en los años 70, con tan solo 18 años, pero no es hasta los años 80 cuando alcanza especial relevancia. Durante esta década participa en numerosas exposiciones, presentándose como una de las grandes promesas de la cantera artistica aragonesa. A esa intensa labor creadora hay que sumar su papel en la renovación del panorama artístico aragonés: fundó la Galería Caligrama y la Galería Patagallo, dos espacios clave que revolucionaron la creación y ambiente cultural zaragozano, y creó la revista Zootropo. Dentro de su labor artística debemos destacar su carácter interdisciplinar: Ha practicado la pintura, la escultura, o el diseño y decoración de espacio de ocio como el mítico Oasis, restaurante El Cabal, o muchos otros de los que, tras su cierre, no se conserva nada más que fotografías. Dentro del panorama del arte público ha jugado un papel destacado, puesto que, aunque sus intervenciones no son muy numerosas, ha planteado propuestas innovadoras con las que renovar el espacio urbano zaragozano.
Emplazamiento
Parque de la Almozara
Periodo
[1976-2000] Último cuarto del siglo XX
Materiales
Hormigón
Cronología
El monumento se realizó durante 1995, pero no se puede señalar la fecha oficial de finalización ya que el monumento no llegó a ser inaugurado.
Promotor
Ayuntamiento de Zaragoza
Propietario
Ayuntamiento de Zaragoza
Inscripciones

La obra no presenta ninguna inscripción, aunque el artista tenía previsto incluir dos placas que hacían referencia al personaje conmemorado y al ambiente cultural del palacio. Ninguna de ellas se llegó a colocar, pero conocemos los textos seleccionados por Abraín:

"La ciudad en memoria de Al-Mutaman Ibn Hud Rey y Matemático de la Taifa de Zaragoza 1085. Zaragoza 1995"

Si en este caso el artista elogiaba la figura de Al Mutaman, en la otra placa que componía el monumento Abraín loaba los placeres y el ambiente intelectual de la Aljafería. Para ello seleccionó varios poemas de Al Muqtadir y de Ibn Darray al-Qastalli, pero no llegó a escoger los versos definitivos para la placa.

Yusuf ibn Ahmad al-Mu'taman Ibn Hud, miembro de la familia Banu Hud, fue monarca de la Taifa de Zaragoza entre 1081 y 1086. Su gran obra fue Kitab al-Istikmal o Libro de la Perfección, que hasta fechas recientes tan a penas ha sido valorada. La recuperación de la faceta matemática de al-Mutaman se debe sobre todo a la labor desarrollada por el científico J.P. Hogendijk.

Tras la restauración de la Aljafería y la instalación de las Cortes de Aragón en el antiguo palacio musulmán, se procedió a la rehabilitación de los alrededores mediantela realización de un gran jardín de inspiración musulmana. Dentro de esta intervención, que pretendía rememorar el esplendor de la Aljafería, se enmarcaba laerección de este monumento que también debía rendir homenaje al pasadomusulmán zaragozano.Para ello Sergio Abraín, que fue el encargado de realizar la obra, eligió la figura de Al Mutamán, uno de los monarcas que reinó en la taifa zaragozana de 1081 a 1085, cuya importancia históricareside no en su labor política sino en sus investigaciones matemáticas.

La crónica histórica de estemonumento es harto compleja debido a toda una serie de ajustes presupuestarios y alcambio en el planteamiento del jardín, lo que provocó lamodificación del proyecto inicial en dos ocasiones, dando lugara trespropuestas diferentes. Por ello, a la hora de valorar este monumento tenemos que tener en cuenta el hecho de que las continuas transformaciones terminaran desvirtuando la magnificenciayaspecto de laidea original.

Sergio Abraín realizó un primer proyecto integrado por dos piezas principales, que actuaban como vectores, y tres piezas menores formadaspor la combinación de formas geométricas básicas (cubo y círculo).Las dimensiones del conjunto eran considerables, como bien indican los 320 cm de altura que tenía la pieza principal del monumento. Sin embargo, a consecuencia de un recorte presupuestario, el proyecto tuvo que ser modificado. Realizó algunos cambios sobre el proyecto original, pero en general la composición seguía siendo la misma. El gran cambio se produjo en el tercer proyecto, una nueva modificación derivada del ajuste presupuestario y por la reforma del proyecto del parque. Se redujo el tamaño del espacio en el que se iba a situar el monumento (creando sensación de acumulación), se transformó la composición y se modificaron, tanto en tamaño como en forma, los cuerpos que integraban la obra. Todos estos cambios provocaron las devirtuación del monumento, que pasó de la ambición y poética inicial a una obra más modesta, constreñida por la falta de espacio y la presencia de setos que ahogan aún más la obra.

Actualmente la obra se encuentra aún inconclusa ya que no fueron colocadas las placas que había ideado el artista, ni las piezas fueron pintadas tal y como éste había previsto. Todas los cuerpos que componían el monumento debían estar pintadas en color plata, a excepción de uno de los visores que iba a ser pintado en rojo, en alusión a la tierra,y azul, aludiendo al agua, pero finalmente todos fueron pintados en color plata, el no color de Sergio Abraín. Por ello, hoy en día, el monumento sigue inacabado y pendiente de inauguración.

El siglo XI fue uno de los periodos de mayor esplendor de la historia de Zaragoza: se inició la construcción del palacio de la Aljafería, conocido en la época como "Qasr' al-Surur" o Palacio de la Alegría, el mayor centro cultural de la corte, en el que jugó un papel destacado el monarca Al Mutaman y sus estudios matemáticos.

El esplendor cultural de Zaragoza, la dedicación a las matemáticas de Al Mutaman, y la importancia de la geometría en el arte musulmán son las fuentes de las que bebe Sergio Abraín a la hora de realizar este monumento para el Parque de la Almozara. A este cúmulo de referencias se suma el propio signo artístico del artista: un universo personal construido a base de formas geométricas, plasmado principalmente en su pintura. Este monumento es una transposición exacta de su pintura a la escultura: desde la propia composición hasta su característico color plata con el que Abraín pretende transmitir la idea de no color. A su vez, esta representación geométrico-matemática tiene ciertos matices religiosos. Se debe interpretar como una muestra de respeto por la tradicional prohibición musulmana de representar a seres vivos, ya que el uso del retrato en este homenaje podría resultar inconveniente.

Concibe la obra como una combinación de formas: el cuadrado, el círculo y el rectángulo se superponen y combinan entre sí estableciendo un juego de correspondencias, muy habitual también en su pintura. A estas formas se suman el marco y la puerta que actúan como visores del paisaje. Abraín interviene en esta ocasión casi como un paisajista, pero con la particularidad de que no actúa directamente sobre el paisaje sino que lo hace indirectamente, a través de estos visores con los que enfoca unos hitos visuales concretos, enmarcándolos y destacándolos del espacio circundante. Para ello señala unos puntos estratégicos alrededor de la obra sobre los que debe situarse el viandante, de manera que al mirar al frente se encuentra con un triple panorama, que varía en función del punto en el que se sitúa: el obelisco de la plaza de Europa, la Torre del Trovador, y un gran árbol del parque. De este modo, el artista idea una composición que en un principio puede parecer aleatoria o simple, pero que sigue un principio concreto: la interrelación del monumento y el espectador con el espacio que le rodea.

Tal y cómo se ha señalado, el Homenaje a Al Mutaman es una transposición de la pintura de Abraín al género escultórico. Pero si bien en su pintura este tipo de composiciones tienen un halo de misterio que recuerda a la pintura metafísica de De Chirico, en el caso de esta obra la magia se pierde. La causa podría ser precisamente su ubicación en el espacio urbano, ya que se ve rodeada de una vida y movimiento que no aparece en su pintura y que es parte de la clave de su misterio: un paisaje poblado, no por gentes sino por formas geométricas.

Clave Iconografía Clave Materiales Clave Temática
Formas Hombres Alegoría
Hormigón
Medicina, Ciencias y Tecnología Monarcas y Presidentes
Autor de la Ficha
Mª Luisa GRAU TELLO