Jardín de piedras: 21 X 21º

Medicina, Ciencias y Tecnología
Autor/es
(Escultor y grabador)
Florencio de Pedro Herrera (Hinojosa de Jarque, 1955), profesor técnico en el IES Corona de Aragón de Zaragoza, ha jalonado su carrera de escultor y grabador con innumerables exposiciones individuales o colectivas y certámenes en España o el extranjero: a destacar, por ejemplo, el 1er premio del II Simposio Internacional de Escultura al Aire Libre en O Grove (Pontevedra) en 1991, y en 1997 el 1er premio de Grabado Isabel de Portugal de la Diputación de Zaragoza. Algunas de sus más importantes esculturas monumentales en Zaragoza también son fruto de concursos ganados, como el Monumento a la Constitución o Puerta Mudéjar. En este campo del arte público, es además un destacado activista, fundador en 1997 del grupo de escultores ESKUL e impulsor de los cuatro Simposia internacionales que de 1996 a 1999 crearon en su pueblo natal, Hinojosa de Jarque, el parque escultórico ¿A la Memoria de los Pueblos¿.
Colaboradores
canteras OLNASA de Uncastillo, e IBERICA DE SALES de Remolinos.
Emplazamiento
Jardín del Edificio de Geológicas de la Universidad de Zaragoza [Campus-c/ Pedro Cerbuna 12],
Periodo
[2001-] Siglo XXI
Materiales
Piedras de Aragón
Dimensiones
La instalación tiene un radio de aproximadamente 25 m.
Cronología

encargo 2009

inauguración 14 Diciembre 2009

Promotor
Facultad de Ciencias, Universidad de Zaragoza
Propietario
Universidad de Zaragoza
Inscripciones

Placa con el texto "Jardín 21 x 21º" y firma del artista: DE PEDRO - 09

Cartelas identificativas de cada una de las piedras:

- Arenisca roja
- Calatorao
- Caliza Travertino Moncayo
- Travertino Moncado de Agreda
- Arenisca de Uncastillo
- Adracho Azul Pirineo
- "La Rara" Pirineo
- Beig Pirineo
- Alabastro de Sástago
- Sal de Remolinos

Desde hace años la Facultad de Geológicas de la Universidad de Zaragoza deseaban tener una muestra de las piedras de Aragón. Tras dos propuestas iniciales, por parte de profesores expertos, Florencio De Pedro llevó a cabo la tercera y definitiva, dando solución, medios, recursos técnicos y conexión con las diferentes canteras. Recurrieron a un artista como él para resolver "cómo" ubicar lo que sencillamente imaginaban un montón de piedras; la ordenación del espacio era competencia del escultor, porque no sólo se trataba de colocar los bloques, sino de conocer con precisión las condiciones en que debían trasladarse, su colocación con grúas, las plantillas de distribución sobre el terreno, descifrando su correcta elevación, optando en cada caso por suelo, cuñas, pedestales, y la adecuada inclinación prismática.

Finalizada la intervención-instalación, Florencio De Pedro se encargó también de la grabación de cada una de las fichas identificativas y descriptivas de las piedra, ejemplar cercano y elemento de la historia geológica de Aragón.

Hay elementos naturales que componen un jardín. Contando también con el recorrido peatonal, y la perspectiva visual, queda una estela-arco de piedras, que invita a la observación prismática.
La instalación pretende mostrar las características de cada piedra en su conformación natural, pero con alguna intervención en ellas del artista en función del espacio y de la morfología de la piedra seleccionada. Florencio de Pedro ideó la planimetría base, tras el análisis perceptivo del sitio, y sistema de anclaje. Ya en el pasado, De Pedro había realizado proyectos tanto para jardines privados, como espacios y fuentes públicas, dados sus notables conocimientos confinantes con arquitectura y urbanismo.
Su título, 21 x 21ª, que ha provocado admirada sorpresa a los comitentes de la obra, ha sido desvelado por el artista. Ambos números responden a un significado criptográfico. Si se observa el lenguaje del espacio pre-establecido, y la inclinación del corpus de la obra es fruto de la disposición centrifugada del círculo. Organizar los bloques de piedra en un arco, permite al viandante, o a los que se trasladan en vehículo, tener una visión de dos caras de las piezas, incluso de tres desde ciertos ángulos del camino adyacente. El espacio debe definirse, para apreciar el conjunto desde diversos ángulos. Las piedras toman posesión de la tierra. Aún a riesgo de parecer -tal vez por el volumen de las piedras- que cada pieza ha sido colocada al azar, no es así. Una minuciosa observación, nos hace intuir que nuestra mirada está guiada. La selección de cada piedra tampoco fue casual. En la cantera, como si de un vivaz hortus conclusus se tratase, cada bloque era estudiado por el escultor, vislumbrando la forma que más se adecuaba a arco-ángulo y el corte que potenciaba el color y las vetas.
Este jardín "geológico" se convierte en una traducción ascética de lo que otrora fueron complejos estudios geométricos en una sucesión de estilos que nos son tan familiares, como las villas medíceas, el jardín francés o la finta naturalidad del inglés. La piedra de sal va a ser su punto focal, y el agujero en ella practicado por el artista, será la ventana mágica o la extraña celosía a través de la cual podremos ver el arco pétreo.
En este jardín puede haber una dúplice o triple intencionalidad, por parte del artista; una ilustración y línea didáctica, ya que en cada pieza ha sido colocada una placa indicando procedencia y denominación; y una segunda, ya que la deseada disposición en arco invitara a deambular, a sentir texturas, a crear un semicírculo de tertulia, encuentro y reunión.
Observar, tocar, estudiar las piedras como frutos "vivos" de las conformaciones geológicas es recordar con nostalgia Conversations on Geology, de Granvilles Penn, o la figura de Nicolai Steno, o sencillamente, como diría un amigo, "resituar en su perspectiva histórica a la humanidad". Estela de piedras de Aragón. Arco del conocimiento Jardín de arte y ciencia.
Clave Iconografía Clave Materiales Clave Temática
Objetos
Piedra
Medicina, Ciencias y Tecnología
Autor de la Ficha
Paloma ESLAVA