Monumento a los Mártires de la Religión y de la Patria

Religiones y Mitos Víctimas
Autor/es
(Arquitecto)
Ricardo Magdalena Tabuenca (Zaragoza, 1849-1910).- Obtuvo el título de Arquitecto en Madrid, becado por el Ayuntamiento de Zaragoza, ciudad en la que fue arquitecto municipal desde 1876. Su obra ha incidido con fuerza en la morfología y el mobiliario urbano de la ciudad hasta hoy, desde estilos más regionalistas e historicistas, como el del edificio de la Facultad de Medicina y Ciencias (1895) o los de la Exposición Hispano-Francesa de 1908 ¿etc., hasta la estética más modernista visible en edificios de viviendas como los de los primeros números de la calle de Sagasta y otros. También influyó decisivamente en la planificación del crecimiento urbano de Zaragoza, como supervisor y colaborador del Anteproyecto de Ensanche de 1906 de Dionisio Casañal, o estableciendo las pautas de la urbanización de la Huerta de Santa Engracia antes y después de la Exposición de 1908.
(Escultor)
Agustín Querol y Subirats (Tortosa 1863- Madrid,1909). Fue, junto con Mariano Benlliure, el escultor más afamado y con mayor número de obras escultóricas del período de la Restauración. Autor de conjuntos escultóricos para edificios públicos como el fontón de la fachada de la Biblioteca Nacional de España (1882-1903), de los monumentos a Claudio Moyano (Madrid, 1900), Francisco Quevedo (Madrid, 1902), del mausoleo del presidente del gobierno Cánovas de Castillo en el Panteón de Hombres Ilustres (Madrid, 1906), o del monumento a la Carta Magna y a las Cuatro Regiones Argentinas (Buenos Aires, terminado en 1927)
Colaboradores
Fundición Masriera y Campis, Maquinaria y Metalurgia Aragonesa
Emplazamiento
Ocupa el centro de la Plaza de España de Zaragoza.
Periodo
[1875-1936] Restauración y II República
Materiales
Piedra y bronce.
Dimensiones
8 metros de altura, 4 de anchura y profundidad.
Cronología
La colocación de la primera piedra tuvo lugar en 1899, antes de desmontar y trasladar la fuente de la Princesa situada anteriormente en el centro de la plaza de la Constitución. El proyecto definitivo es de 1901; se inauguró el 23 de octubre de 1904.
Promotor
El conjunto monumental fue promovido por una comisión organizadora integrada por instituciones públicas y religiosas y diversos ciudadanos, la cual se dirigió primero al escultor local Dionisio Lasuén, quien llegó a preparar un proyecto, aunque despues le fue adjudicada la escultura a Agustín Querol. Los antecedentes se remontan a 1891, cuando la Real Sociedad Económica de Amigos del País propuso la reconstrucción de la antigua Cruz del Coso, proyecto que retomó con fuerza su nuevo director, el canónigo Florencio Jardiel, en 1897. Las bases para la erección del monumento fueron aprobadas por la Academia de San Luis en octubre de 1899.
Propietario
Ayuntamiento de Zaragoza
Inscripciones
En una guirnalda de palmas fundida en bronce en el centro del monumento consta: Victrix Caesaraugustae pietas innumeris martibus pro fide et patria( " la piedad victoriosa de Zaragoza a sus innumerables mártires por la fe y por la patria"); en 1908 se colocó una lápida que recoge el siguiente texto: La Real Sociedad Económica de amigos del País el dia 20 de marzo de 1897 acordó levantar por suscripción pública este monumento en sustitución de la antiquísima y venerada Cruz del Coso, destruida por los proyectiles franceses. Fue colocada la primera piedra el 21 de octubre de 1899. Se inauguró solemnemente el 23 de octubre de 1904. Al acto de descubrir esta lápida, el día 3 de octubre de 1908, asistieron las parroquias del Salvador, San Gil, San Miguel y Santa María Magdalena, unidas para celebrar el primer centenario de los Sitios.
El conjunto monumental representa una alegoria al servicio de valores religiosos y patrioticos dominantes en la sociedad aragonesa y española de la Restauración. Un torreón acastillado sirve de amplio pedestal a las estatuas; la figura femenina representa a Zaragoza y en su parte superior un angel victorioso en pie sujeta a un baturro muerto junto a la bandera y la bayoneta al tiempo que parece señalarle el cielo. Este lenguaje alegórico es compatible con el carácter realista de una representacion que remite a la Guerra de la Independencia y a su concepción como una guerra en defensa de la patria y de la religión; para los ciudadanos su significado cobijaba también a los fallecidos en la reciente guerra hispanocubana finalizada en 1898; los numerosos memoriales europeos a los fallecidos en la Gran Guerra recogerán en muchas ocasiones motivos similares; el nacionalcatolicismo franquista, que llenó las tierras españolas con recuerdos y monumentos "a los caidos por Dios y por la Patria", actualizó y asumió naturalmente el significado inicial patriótico y religioso del monumento de 1904.

Desde el punto de vista artístico, es de destacar que esta obra es producto de la colaboración entre dos profesionales muy importantes tanto en el ámbito local como en el nacional: el arquitecto Ricardo Magdalena Tabuenca, autor del basamento de piedra concebido en dos cuerpos, el inferior octogonal a modo de torreón militar y el superior cilíndrico y con remate almenado, claramente inspirado en el monumento a la reina María Cristina de Madrid realizado por Mariano Benlliure en 1889 y cuyo pedestal fue diseñado por el arquitecto Miguel Aguado, y el escultor Agustín Querol, artífice del grupo escultórico. La casa catalana Masriera y Campis se encargó de la fundición del grupo escultórico y la empresa Maquinaria y Metalurgia Aragonesa de la verja de hierro fundido que rodea todavía hoy el conjunto y que también fue diseñada por el arquitecto Magdalena.

El monumento representa certeramente los valores difundidos por el nacionalismo español conservador hacia fines del siglo XIX que situan el catolicismo en el centro de la las esencias patrias, a la vez que propone y simboliza la identidad de la propia ciudad de Zaragoza, elaborada sobre el martirio de sus cristianos contra Roma y la heroica defensa de sus ciudadanos contra las tropas francesas de Napoleón. No más de 500 metros separan los dos conjuntos monumentales mas significativos y centrales del mobiliario urbano zaragozano, a lo largo de un Paseo de la Independencia, así rotulado desde 1863; junto con el monumento al Justiciazgo, emblema de tradición e identidad aragonesas de carácter más cívico, político e institucional, los dos han sobrellevado sin ningún tipo de conflicto las muy distintas politicas de la memoria que se han sucedido a lo largo del conflictivo siglo XX; responden a dos estrategias conmemorativas distintas, que se van a hacer pronto visibles con motivo de la Exposición Hispano Francesa de 1908. El discurso simbólico del monumento de Querol refleja y representa el nacionalismo español nacionalcatólico, con tentaciones excluyentes desde Menéndez Pelayo hasta el crepúsculo de la dictadura franquista, frente a otra concepción nacional más laica, identitaria del pasado aragones desde el punto de vista del recuerdo actualizado de una institución, la del Justiciazo, limitadora del poder absoluto y concentrado de antiguos monarcas o dictadores, un nacionalismo más incluyente y más sustentado en tradiciones liberales o lecturas democráticas de las mismas y en la memoria del pasado y del presente de Aragón como parte fundamental de la nación.

Clave Iconografía Clave Materiales Clave Temática
Hombres Fuentes Mujeres Alegoría
Agua Arquitecturas Piedra Metal
Religiones y Mitos Víctimas
Autor de la Ficha
Carlos FORCADELL ÁLVAREZ, con la colaboración de Ascensión HERNÁNDEZ (Comentario artístico)
Bibliografía
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