Muel
"Se trata de un templo de planta rectangular muy sencilla, de nave única, con pequeños altares a ambos lados de la nave y cabecera plana de planta cuadrada donde se encuentra la capilla de la Virgen."
Su decoración deja ver influencias de la de la Basílica del Pilar de Zaragoza. Destaca la azulejería de Muel, pero sobre todo las pinturas murales que Francisco de Goya llevó a cabo en las pechinas de la cúpula que cubre la Capilla de la Virgen, datadas hacia el 1770, poco después de la renovación de la construcción. Se representaron las figuras de los Santos Padres de la Iglesia Occidental sobre fondo azul oscuro y una ambientación muy reducida.