Ayuntamiento de Zaragoza

Infraestructuras

Transformación urbanística de las márgenes del canal Imperial de Aragón entre río Huerva y Vía Ibérica >> Antecedentes históricos

Breve reseña histórica

La construcción del Canal al igual que el puente se ajustó en su momento a las necesidades previstas. Entre otras, que el cajero tuviese las medidas adecuadas, tanto para el caudal de agua, como para la navegación fluvial en ambas direcciones en pontones y barcazas de carga, movidas por recuas de mulos, para lo cual en las márgenes del Canal se habilitó unos caminos de soga por el que se desplazaban las bestias de tiro y naturalmente al puente también se le dotó de un sobreancho suficiente para permitir su paso.

Y de esta forma, asegurado el riego, el Canal Imperial de Aragón contribuyó a la industrialización de Zaragoza, creando a su paso harineras, molinos, azucareras y talleres de fundición, tras las concesiones de los saltos de agua, y además se convirtió en una importante vía de comercio que permitió a labradores y comerciantes enviar y recibir cereales, hortalizas, madera, regaliz, soja, cacao, etc. Al mismo tiempo se originó un pequeño tráfico de viajeros comunicando a todos los pueblos ribereños desde Zaragoza a Tudela.

Sin embargo, este trasiego de personas y cosas por el Canal fue extinguiéndose poco a poco desde que en 1861 el ferrocarrilZaragoza-Alsasua fue inagurado. Posteriormente dadas las necesidades de tráfico, estos caminos de soga fueron ampliándose hasta alcanzar el ancho actual de estos paseos, y por esta razón el puente fundacional se amplió a ambos lados con unos puentes de estructura prefabricada de hormigón pretensado.

Fotografía antigua coloreada del puente del canal imperial tomada desde aguas abajo del río Huerva, en la que se puede apreciar la almenara y su escalonado aliviadero.

Fotografía antigua coloreada del puente del canal imperial en la que se puede apreciar la almenara y su escalonado aliviadero.