De excursión por los espacios verdes de Zaragoza


¿Sabías que el término municipal de Zaragoza es uno de los más grandes de España? ¡Mucho más que el de Madrid o Barcelona! Además, nuestra ciudad tiene una situación geográfica muy particular, lo que genera fuertes contrastes: está enclavada en el centro del valle del Ebro, rodeada de terrenos áridos y atravesada por tres ríos. Si unimos su gran extensión y su localización, nos encontramos ante un término municipal que alberga numerosos ecosistemas diferentes, con un patrimonio natural excepcional y una rica biodiversidad.

Medio ambienteOcio y Tiempo Libre

SUMARIO:

  1. Ríos y humedales
  2. Canales y acequias
  3. Estempas, escarpes y barrancos
  4. Bosques y espacios forestales
  5. Zonas verdes urbanas

 

El que Zaragoza tenga un término municipal tan ámplio y diverso quizá es algo a lo que hasta ahora no le habíamos dado mucha importancia pero, a raíz de las restricciones de movilidad por la COVID-19, se ha convertido en una verdadera suerte y nos ha permitido escaparnos mucho más lejos que en otros lugares y disfrutar de paisajes muy diferentes. Todos estos espacios forman parte de lo que se conoce como Infraestructura Verde, una red de ecosistemas interconectados que favorecen la biodiversidad, mejoran la calidad del aire y del agua, ayudan a frenar el cambio climático y, en definitiva, aumentan la calidad de vida de la ciudadanía.

¿Creés que conoces todos los rincones verdes de nuestro término municipal? Te proponemos una serie de espacios para recorrer a pie o en bicicleta y a los que se puede llegar en autobús o tranvía. Cálzate unas buenas zapatillas, llena la cantimplora y cógete la gorra y la crema solar, ¿nos acompañas?

 

1. Ríos y humedales: el Galacho de Juslibol

 

Zaragoza siempre ha tenido una relación muy especial con el agua, no en vano, es una de las pocas ciudades del mundo que cuenta con tres ríos: Ebro, Gállego y Huerva. Los ríos actúan como autopistas de vida, permitiendo el desplazamiento de especies y mejorando la biodiversidad. Además, en sus riberas crecen los sotos, auténticas selvas con una importante riqueza de flora y fauna. Uno de los espacios naturales más conocidos por las personas de Zaragoza es el Galacho de Juslibol, un antiguo meandro abandonado por el río Ebro. Situado a las puertas de la ciudad, es un humedal único y singular que cuenta con diversas figuras de protección. Su alto valor natural se debe a que cuenta con paisajes muy diversos, pudiendo disfrutar de diferentes ecosistemas en muy pocos metros. Además, tiene un Centro de Visitantes que ofrece visitas guiadas, talleres y otras actividades a lo largo de todo el año. Para llegar al Galacho, podemos hacerlo por Juslibol. Al final de este barrio encontrarás una pista que discurre al lado del cortado de yesos y que en menos de dos kilómetros te llevará hasta el Centro de Visitantes. Desde allí parten numerosos senderos para acercarte a las lagunas, los sotos, la estepa o el río Ebro. 

 

2. Canales y acequias: el Canal Imperial de Aragón

 

Históricamente, Zaragoza y su entorno han contado con una excepcional huerta. A lo largo de los siglos, se ha ido creando una extensa red de canales y acequias para facilitar el riego de las numerosas hectáreas de campos que rodean nuestra ciudad. El emblema de estas infraestructuras es, sin duda, el Canal Imperial de Aragón. Una obra construida entre los siglos XVI y XVIII que, entre otras muchas cosas, sirvió como vía de comunicación y permitió acercar el agua del Ebro a la huerta zaragozana. Actualmente ya no es navegable, pero se siguen conservando muchas de las infraestructuras que facilitaron el paso de los barcos. Además, el transcurso del tiempo ha hecho que sus riberas se naturalicen y alberguen una interesante biodiversidad. El Canal se puede recorrer en su totalidad por sus márgenes, pero te proponemos un tramo urbano muy interesante, tanto desde el punto de vista arquitectónico como natural. Este paseo parte junto a la fuente de los Incrédulos y las esclusas de Casablanca, un lugar que cuenta con un molino y un espectacular salto de agua. Siguiendo el Canal por su margen izquierda, llegarás al conocido como Ojo del Canal, un sitio muy curioso en el que te cruzarás con las aguas del Huerva, que pasa por debajo. Si continuas un poco más, alcanzarás el parque Grande José Antonio Labordeta, uno de los espacios verdes urbanos más visitados de Zaragoza. Aquí finalizaría nuestro paseo si haces la ruta a pie, pero si tienes buena forma o si vas en bici, te proponemos continuar aguas abajo para poder llegar a las esclusas de Valdegurriana, la Cartuja del Ebro y el mismísimo río Ebro. Desde allí, puedes hacer un recorrido circular y entroncar con Zaragoza subiendo aguas arriba del río o volver de nuevo por el Canal. 

 

3. Estepas, escarpes y barrancos: el barranco de Las Almunias

 

La mayoría de los paisajes de Zaragoza son espacios esteparios. Estos ecosistemas, injustamente calificados como secarrales, son casi únicos en el mundo y tienen un alto valor ecológico. La estepa es un territorio duro y exigente, pero alberga un gran número de especies animales y vegetales excepcionales, capaces de adaptarse y de desarrollar estrategias para sobrevivir en condiciones extremas. En la estepa del sur de Zaragoza encontramos el barranco de Las Almunias, un lugar sorprendente. Se trata de una brecha que atraviesa la estepa, creando un espacio con sombra, refugio y humedad en medio de un paisaje que carece de ellos. Se puede decir que esta grieta, con paredes de más de 20 metros, es un auténtico hotel de lujo para numerosas especies. Al barranco de Las Almunias se accede por diversos sitios. Para hacer esta ruta en bicicleta hace falta tener una buena bici, bastante forma física y mucho equilibrio, por lo que te recomendamos hacer una ruta a pie de ida y vuelta. El acceso más habitual es desde la urbanización El Sisallete, en el barrio rural de Santa Fe. Al final de la calle principal de esta urbanización, parte una pista amplia que a los pocos metros se estrecha y te adentrará en el barranco. A partir de aquí se trata de pasear y disfrutar del curioso paisaje. 

 

4. Bosques y espacios forestales: el vedado de Peñaflor

 

El término de Zaragoza se caracteriza también por los llamados bosques-isla, masas de árboles que surgen en medio de la estepa o de los campos de cultivo, ofreciendo refugio y sombra a los animales. En Zaragoza destaca, por su extensión y sus valores naturales, el vedado de Peñaflor. Se trata de un bosque con numerosas especies vegetales, donde predomina el pino carrasco, junto a la sabina albar o la carrasca. Uno de sus grandes atractivos es la gran variedad de aves que habitan en él, principalmente rapaces. Si llegas a lo alto del vedado y esperas apenas media hora, puedes observar águilas reales, águilas calzadas, milanos reales y negros, buitres leonados¿ casi como si estuvieras en una zona de montaña. El acceso más común al vedado de Peñaflor se hace desde este barrio rural. A mitad de la avenida principal de Peñaflor encontrarás unas indicaciones que señalan hacia el vedado, basta con dejar la avenida y seguirlas. A los pocos metros el asfalto desaparece y se convierte en una pista que va adentrándose en el pinar. Si continúas por ella, llegarás a la ermita de San Cristobal, que puedes rodear para hacer un paseo circular entre los árboles. Pero si te apetece andar o vas en bici, te recomendamos que sigas por la pista que poco a poco te irá subiendo hasta una torre de vigilancia de incendios. Habrás llegado al punto más alto del vedado, desde donde contemplar unas espectaculares vistas y disfrutar del vuelo de las rapaces. 

5. Zonas verdes urbanas: el parque del Agua Luis Buñuel

 

Dentro de la ciudad no todo son casas y asfalto, también hay plazas, jardines, paseos, aceras arboladas, parques, etc. Todos estos lugares forman parte igualmente de nuestra infraestructura verde y cumplen un papel fundamental en la calidad de vida: purifican el aire, reducen las altas temperaturas en verano, son espacios de relajación y fomentan las relaciones sociales; además albergan una importante biodiversidad. Zaragoza tiene casi un centenar de parques repartidos por todos los barrios, aunque uno de los más conocidos y visitados es el parque del Agua Luis Buñuel. Este parque, situado en el meandro de Ranillas junto al antiguo reciento de la Expo 2008, es el más grande de nuestra ciudad. En él confluyen diferentes espacios muy heterogéneos (paseos, zonas ajardinadas, canales de agua, huertas, soto¿) lo que hace que sea un lugar con muchas posibilidades. Al parque del Agua Luis Buñuel se accede desde cualquier punto de la avenida Ranillas, pero te sugerimos que comiences el recorrido en el extremo más cercano al puente del Tercer Milenio. Desde allí podrás atravesar todo este espacio verde sin dejarte ningún rincón. A los pocos metros del inicio de la ruta encontrarás un canal de agua, si lo sigues llegarás a un lago con un gran número de aves acuáticas que no tienen problema en dejarse observar a muy poca distancia (¡recuerda que está prohibido darles de comer!). Cruzando este pequeño lago llegarás a lo que queda del antiguo soto de ranillas. Es la parte más naturalizada del parque, te recomendamos que te adentres en él y disfrutes de esta selva y de sus sonidos. Volviendo sobre tus pasos de nuevo hasta el lago, puedes recorrer el resto del parque hasta llegar a la enorme noria que se encuentra en el otro extremo.

Estas 5 rutas son solo un ejemplo de las muchas sorpresas que puedes encontrar en nuestra ciudad. Es importante que conozcamos nuestro territorio, que lo valoremos y que colaboremos en su conservación. Y recuerda que los espacios naturales son delicados: desplázate por las sendas marcadas, recoge tu basura, evita los sonidos fuertes ¡y disfruta!

Puedes descargarte una guía con estas y otras rutas y obtener más información en: http://bit.ly/RecmediomZgz
CIPAJ.Centro de Información y Asesoramiento Juvenil del Ayuntamiento de Zaragoza. Casa de los Morlanes. Plaza San Carlos, 4. 50001 Zaragoza. Tel. 976 721 818. cipaj@zaragoza.es

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