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SUMARIO:

1. Perdida de erección
2. Dificultadad femenina para la penetración
3. Placer sin orgasmo
4. Pérdida de la chispa erótica

Las relaciones sexuales, entendidas no como relaciones genitales sino como relaciones entre sexos, no solo son algo que "se hace", son fundamentalmente algo que "se vive". Creemos que lo trascendente no es solo lo que los jóvenes hacen, sino fundamentalmente cómo cada cual lo vive, qué significados le otorgan y qué valores, sentimientos, expectativas y emociones se ponen en juego.

A la consulta de la Asesoría Sexológica acuden muchas parejas de jóvenes y jóvenes parejas consultando sobre dificultades que les preocupan y que condicionan su vida personal cotidiana. Hemos rescatado algunas de las más habituales con el objetivo de que si alguien se siente identificado con ellas pueda gestionarlas mejor, a la vez que entienda que son fácilmente resolubles.

Pérdida de la erección

Carlos de 22 años y Eva de 21 son pareja y desde el inicio de la relación él siempre ha tenido dificultades con la erección, especialmente al irse a colocar el preservativo. "Todo va bien hasta que me voy a poner el preservativo" en ese momento pierdo la erección...

Secuencia de los hechos:

1. Para Carlos, Eva es su primera novia; Eva tuvo anteriormente un novio estable durante dos años. Se quieren y se gustan mucho.
2. El día del primer encuentro erótico Carlos pierde la erección y Eva le dice: "no pasa nada" y se lo dice con amor.
3. En el segundo encuentro se repite la misma situación y Eva le insiste: "tranquilo Carlos, estás un poco nervioso pero no pasa nada". En este momento se da un punto de inflexión: a partir de ahora para Carlos el siguiente encuentro ya no será un juego sino que pasará a ser una prueba.
4. Y cuando se repite la escena ocho veces Eva le pregunta a Carlos: "¿no te gusto? ¿no te pongo? ¿no me quieres? ¿hago algo mal?" Y Carlos afirma: "me gustas mucho y te quiero pero no sé qué me pasa".

Explicación de la dificultad:

• La piel, el cuerpo y, dentro de él, el pene, es sincero y nunca miente.
• Para que ocurra una erección se produce un complejo proceso vascular y neurológico en forma de llenado sanguíneo arterial, cierre venoso vascular y retención de sangre en el pene.
• Pero Carlos va al tercer encuentro erótico con miedo y preocupación de que le vuelva a ocurrir lo mismo; este miedo hace que se produzca fisiológicamente una apertura venosa vascular y la sangre llega bien pero retorna al cuerpo igualmente, con la consiguiente pérdida de erección.
• Esta secuencia se repite porque para él Eva es una chica muy significativa, es su amor, y justamente con el amor de su vida le está ocurriendo esta dificultad.
• Si él tuviese una relación con otra chica menos importante, él iría más tranquilo y tendría una buena erección.

Conclusión: el amor va contra la erección. Todo esto ocurre frecuentemente porque muchos varones jóvenes necesitan unos tiempos necesarios en pareja para que su cuerpo y piel hagan amistad y complicidad con la otra persona. Es decir, precisan de unos tiempos para establecer cierta vinculación afectiva. En la actualidad estos tiempos casi no existen, y en muchas ocasiones, se da el hecho de que nos conocemos hoy y nos enrollamos hoy. Junto a esta realidad asoma un modelo cultural de expresión erótica muy centrado en la genitalidad y que hace del coito un juego casi obligatorio. El modelo coital obliga al varón a tener una erección y no perderla, especialmente cuando la pareja es significativa. Y si añadimos la presencia de un preservativo, la presión se torna mucho mayor. El miedo al examen provoca una respuesta física en forma de vaciado vascular.

Dificultad femenina para la penetración

Sergio de 23 años y Patricia de 20 son pareja desde hace un año y no han podido hacer la penetración porque ella se cierra. Les resulta imposible hacerlo...

Lo que ocurre es que hay una contracción involuntaria de la musculatura perivaginal y es imposible la penetración. Es el llamado vaginismo juvenil.

Secuencia de los hechos:

1. Patricia es una joven que ha tenido anteriormente experiencias eróticas sin penetración; de modo que con Sergio es con quien ha intentado por primera vez el coito.
2. En un primer encuentro erótico ella iba algo nerviosa y al intentar la penetración fue imposible Ambos piensan que es normal en las primeras relaciones, además siempre les han dicho que la primera vez duele. En los siguientes intentos se repite la misma dificultad. Llevan así más de un año y ambos están desanimados.

Explicación de la dificultad:

• Junto al mito del dolor de la primera vez, se da el hecho de que muchas chicas reconocen que cuando se enfrentan a su primera vez coital no lo hacen realmente porque deseen sino porque deben hacerlo, por amor a su novio.
• Es decir, no tienen deseo pero sí ilusión, y entonces aparecen en la cabeza dos invitados inoportunos: el miedo y los nervios. Miedo que hace que la vulva se defienda cerrándose.

Placer sin orgasmo

María de 22 años acude a consulta y comenta que no tiene orgasmos en sus relaciones eróticas de pareja. Con Luis, su novio, se lo pasan bien a nivel íntimo pero se siente defectuosa porque no ha tenido orgasmos con él y ambos están preocupados...

Secuencia de los hechos:

1. María conoce el orgasmo por haberlo experimentando en sus fiestas privadas (con la masturbación).
2. Hace 1 año que sale con Luis pero en sus encuentros íntimos ella nunca llega al orgasmo. El se siente mal por ello y ella siente cierta frustración por no poder regalarle a él su orgasmo.

Explicación de la dificultad:

• Recordad no confundir placer y orgasmo. Para entendernos hacemos un símil cinematográfico: el placer es una buena película y el orgasmo una escena interesante de la misma.
• El orgasmo es una respuesta corporal que se caracteriza por su timidez, sobre todo cuando hay alguien al lado.
• Por ello no es raro que cuando una pareja inicia sus primeras experiencias eróticas el orgasmo tarde en aparecer, especialmente si acontecen situaciones como éstas:
• Tras un primer encuentro erótico Luis le pregunta a María: "¿qué tal?"; ella responde: "muy bien"; y él insiste: "¿has tenido el orgasmo?"; ella responde: "no, pero lo he pasado muy bien". Luis se queda algo contrariado pensando que ha faltado algo.
• En el segundo encuentro Luis vuelve a la carga: "¿qué tal?"; ella responde: "fenomenal"; y él insiste: "¿te ha llegado el orgasmo?"; ella responde: "no, pero ha estado todo genial". Luis se queda muy rayado y le insiste: "pero, ¿no has llegado?".
• Al siguiente encuentro erótico María anda ya preocupada por verle tan preocupado e intenta esforzarse por llegar al orgasmo y ya todo va peor. En la búsqueda del orgasmo perdido ella deja de disfrutar.

En resumen: el orgasmo es un reflejo muy tímido, que precisa para desencadenarse: confianza, tranquilidad, juego erótico y libertad para poder dejarse ver.

Pérdida de la chispa erótica

Cristina de 23 años acude a consulta quejándose de que ha perdido todo su deseo erótico y no siente ningún interés por el sexo siendo que hace años era muy activa, deseosa y con mucha chispa erótica...

Secuencia de los hechos:

1. A los 17 años tuvo una mala experiencia con un novio al que quería mucho; se sintió presionada a tener relaciones eróticas y desde entonces se siente muerta eróticamente hablando. Ella se movía por ilusión y por amor y una noche envuelta en alcohol se sintió obligada a hacer el coito.
2. La pareja se mantuvo todavía un tiempo¿pero desde ese día algo se rompió en ella y el desencanto se instaló en su vida de pareja. Finalmente rompió la relación.
3. Reconoce que desde ese accidente perdió la inocencia y la alegría erótica.
4. En la actualidad ha perdido interés por la intimidad erótica y solamente se deja llevar, sin implicarse emocionalmente en ninguna relación.

Explicación a la dificultad:

• El cuerpo y la piel nunca mienten; en el caso de Cristina su cuerpo fue obligado y desde entonces ese mismo cuerpo le pasa factura; factura que se traduce en dejar de sentir y de desear.
• El significado que para ella tenía su primera vez se vio violentado.

Hemos comentado cuatro consultas muy habituales que vemos en la Asesoría Sexológica y que, como dificultades habituales y comunes, tienen una sencilla solución. Si os sentís identificados/as con algunas de ellas os invitamos a que solicitéis cita y trataremos de acompañaros en la solución.

Santiago Frago y Silberio Sáez Asesoría Sexológica para Jóvenes del CIPAJ y de la Universidad de Zaragoza Información.  CIPAJ. Centro de información y asesoramiento juvenil. Casa de los Morlanes. Plaza San Carlos, 4. 50001 Zaragoza. Tel. 976 721 818. cipaj@zaragoza.es