'Hablamos con...' Judith Prat sobre la exposición 'Brujas'
La fotógrafa Judith Prat expone en el Centro de Historias 'Brujas' hasta este domingo 4 de junio. La muestra sigue el hilo de la historia de los hechos y lugares claves de la caza de brujas en los Pirineos. En nuestra sección 'Hablamos con…' conversamos con la fotoperiodista sobre este proyecto. ¡No te pierdas la entrevista!
En total 67 imágenes integran el trabajo de la fotógrafa documental en torno al tema de la caza de brujas, uno de los episodios más crueles de la historia de la humanidad, y del que Aragón también padeció. Algunos de los hechos más relevantes ocurridos en Europa tuvieron lugar en los Pirineos y Aragón fue el segundo territorio español en número de víctimas de mujeres.
Zaragoza Cultura. ¿Cuál es el origen de este proyecto?, ¿cómo nace la idea?
Judith Prat. Había leído sobre el feminicidio que supuso la caza de brujas en Europa y también en nuestro país. Enseguida me di cuenta de que el relato que ha llegado hasta nuestros días ha sido el relato de los perseguidores. Las víctimas, las mujeres ajusticiadas por el delito de brujería, han pasado a la historia como mujeres viejas, feas y malvadas. El arte fue un fiel amplificador de este discurso, por eso me parecía más que oportuno utilizar la fotografía para desmontar ese estereotipo tan perverso y contar quiénes fueron ellas en realidad, mujeres con perfiles muy diversos, diferentes oficios y con relevancia en sus sociedades.
Z.C. ¿Cómo es ese encuentro entre el pasado y el presente que muestras en la exposición?
J.P. En los Pirineos se produjeron algunos de los hechos más precoces y relevantes de la caza de brujas en nuestro país. Así que decidí contar la historia en este ámbito geográfico. Tenía los hechos, pues se conservan documentos de los juicios contra estas mujeres, los lugares, también la simbología y las tradiciones que se han perpetuado hasta nuestros días. Pero faltaban ellas. De este modo, provoqué un encuentro entre pasado y presente. Busqué mujeres que habitan en los lugares donde se produjo la caza de brujas con mayor virulencia y con perfiles similares a los de aquellas que fueron asesinadas. Estas son la protagonistas de la exposición, y tienen en común que cuestionan el statu quo y no se conforman con lo socialmente establecido.
Z.C. En esta exposición utilizas la luz, elemento clave de la fotografía, para desmontar el relato que ha contribuido a desacreditar a estas mujeres. ¿Cómo has utilizado este elemento?
J.P. La fotografía es luz. Y yo quería arrojar luz sobre este cruel episodio de nuestra historia y contribuir a dignificar la memoria de las mujeres asesinadas. Pero no podía obviar lo inhóspito del paisaje, ni el pensamiento mágico de la población de la época que fue manipulado por las autoridades civiles y eclesiásticas para volver a la gente en contra de estas mujeres. Para conseguir esta narrativa he utilizado luz natural, mucho más evocadora y que transporta al espectador a los lugares y la época.
Z.C. ¿Cómo es el proceso creativo de proyecto expositivo como este?
J.P. He tardado dos años en sacar adelante este proyecto. Finalmente se ha materializado en una exposición fotográfica que va a itinerar por diferentes ciudades y también fuera de nuestro país y en un cortometraje documental que comienza ahora su distribución internacional.
Ha sido un proceso creativo largo, pero maravilloso, y he contado con un gran equipo. Para la exposición con el comisariado de Chema Conesa y el diseño expositivo y gráfico de Susana Blasco, entre otros, además de la colaboración de Carmen Molina en el documental.
Z.C. ¿Qué es lo que más te apasiona de tu trabajo como fotoperiodista?
J.P. Los lugares y, sobre todo, las personas que conozco gracias a mi trabajo como fotógrafa. Personas que me han abierto las puertas de sus casas y de sus vidas para contarme su historia y que yo pudiera fotografiarla. No sería la misma persona que soy hoy, si no los hubiera conocido.