El Auditorio de Zaragoza-Residencias Artísticas Musicales
Dos orquestas sinfónicas, dos orquestas barrocas y de música antigua, un coro (con versión adulta, juvenil e infantil), dos orquestas de música contemporánea y otra de viento, son a partir de ahora orquestas residentes del Auditorio de Zaragoza, dentro de la convocatoria del Ayuntamiento de Zaragoza y con el patrocinio de Industrias Químicas del Ebro.
Entre sus objetivos, éstas residencias quieren apoyar a grupos locales, incentivar la producción artística local y la formación e investigación en el campo de la música clásica, así como contribuir a consolidar salidas profesionales o semiprofesionales a los músicos y cantantes locales, entre otras cosas, contribuir a su desarrollo creativo y profesional y generar nuevos proyectos musicales en un Auditorio mas abierto y sostenible.
La selección ha sido a través de proyectos valorados por un jurado de personas expertas que acordó por unanimidad proponer la concesión de Residencias Artísticas Musicales en el Auditorio de Zaragoza a las siguientes formaciones musicales:
- Al Ayre Español.
- Orquesta Sinfónica Goya
- Los Músicos de Su Alteza.
- Orquesta de Cámara Grupo Enigma.
- Coro Amici Musicae.
- Orquesta Sinfónica Reino de Aragón.
- Ensemble Bayona.
- Wind Orchestra Zaragoza
El Comité de Selección ha estado integrado por Miguel Ángel Tapia, Director Artístico del Auditorio; José Mª Pons, Técnico de Zaragoza Cultural; Kveta Sanzova, gestora y productora de Orquestas Sinfónicas europeas; Vanesa García Simón, secretaria Académica del Conservatorio Municipal de Música de Zaragoza, soprano y directora de coros; Enrique García Asensio, director de Orquesta; Darío Sierra, Director del Conservatorio Profesional de Música de Zaragoza, y Silvia Coscolín, miembro de la Asociación de Profesionales de la Música de Aragón (estos dos últimos son profesionales independientes elegidos por la Mesa Sectorial de la Música).
Los proyectos de las agrupaciones residentes del Auditorio contarán para este año por primera vez con un presupuesto que asciende a los 310.000 euros (230.000 euros de la Sociedad Zaragoza Cultural y 80.000 euros de Industrias Químicas del Ebro) además de su instalación en el propio Auditorio de Zaragoza.
