26 enero 2021

Cuarenta años de la revista El Víbora, recopilados en una exposición en el Centro de Historias

La muestra, que ha sido inaugurada este martes por la vicealcaldesa del Ayuntamiento de Zaragoza, Sara Fernández, se podrá ver hasta el 18 de abril

Más de cuarenta años han pasado desde que los quioscos de toda España pusieron a la venta el primer número de la revista alternativa El Víbora en diciembre de 1979. Ahora una exposición recoge las portadas y viñetas originales más llamativas en un recorrido que trasladará al espectador a la cultura underground y que se podrá ver hasta el próximo 18 de abril en el Centro de Historias.

La vicealcaldesa del Ayuntamiento de Zaragoza, Sara Fernández, y el consejero de Participación y Relación con los Ciudadanos, Javier Rodrigo, han presentado este martes esta muestra organizada por Cultura y el Salón del Cómic, junto al director de Ediciones La Cúpula, Emilio Bernárdez, y el comisario de la misma, Rubén Lardín.

Bajo el título 'El Víbora. Comix para supervivientes', la exposición rescata las historietas de una revista mítica, que marcó a varias generaciones de la década de los ochenta y noventa, que desprendía contracultura y recuperaba el recuerdo clandestino de los fanzines vendidos bajo mano en los alrededores de Las Ramblas.

La muestra se centra en la primera etapa de la revista, en los inicios de la democracia, cuando Barcelona se erigió como el centro de la cultura underground que se había iniciado en los años sesenta del siglo XX en Estados Unidos.

A través de 65 obras originales, documentos y una selección de portadas, el público descubrirá la originalidad y la potencia de creadores como Gallardo, Laura, Nazario, Mariscal, Martí, Max o Roger que, con sus viñetas transgresoras y un lenguaje nuevo, se rebelaron contra el orden establecido y la estética convencional.

El universo de El Víbora está poblado de personajes marginales y subversivos. La muestra incluye también uno de los números más destacados de la revista, una edición extraordinaria que se hizo con motivo del golpe de estado del 23 de febrero de 1981 repleto de colaboraciones internacionales.

A lo largo de veinticinco años, El Víbora no faltó a su cita con los quioscos con una periodicidad mensual hasta que desapareció en diciembre de 2004 con el descenso de las ventas de las publicaciones impresas. Durante ese tiempo, su trayectoria fue irregular, con éxitos y etapas de resistencia frente al declive del papel impreso, pero "siempre a la vanguardia gráfica y con un combate hacia lo establecido".

Durante el primer confinamiento, Ediciones La Cúpula lanzó una versión online a partir de una selección de material cláscio y restaurado, un regreso efímero que, como ha recordado el director de la editorial, Emilio Bernárdez, fue muy celebrado y mitigó los días de encierro, con más de 130.000 lectores.

Preguntado por si El Víbora volverá a salir a los quioscos, Bernárdez ha rechazado esa idea y ha comentado que la revista es "hija de su tiempo" y cumplió su función durante esos años, si bien no descarta alguna resurrección momentánea como la ocurrida durante el primer estado de alarma.

La revista fue el símbolo de una juventud que acogió a todos los excéntricos que merodeaban el Born, la plaza Real, el barrio chino y los alrededores de Las Ramblas y los puso a dibujar tebeos. Pero fue mucho más, ya que reveló a muchos de los más notables artistas gráficos del país, descalificó el underground, importó el manga cuando nadie lo conocía y practicó en todo momento el cómic social sin tirar de dogmas ni sermones, ha explicado el comisario, Rubén Lardín.