Primera etapa: 1881-1911
En el nº 20 de la calle Extramuros Bajos (conocida popularmente como del Bocheret, antes llamada de las Eras y después de la Industria y del Generalísimo, y actualmente avenida de Pablo Gargallo), de la localidad de Maella (Zaragoza), a las cinco de la mañana del día 5 de enero de 1881 nacía el segundo hijo del matrimonio formado por Mariano Gargallo Lacueva y Petra Catalán Vilanova, siendo bautizado en la parroquial ese mismo día, e inscrito en el Registro Civil, con los nombres de Pablo Emilio, el día siguiente. Una tradición familiar, no confirmada documentalmente, habla de que le precedió una niña, que al parecer moriría muy pronto. Tuvo Pablo tres hermanos más: Amalio (que fue guarnicionero), Luis (profesional de la vidriería artística) y Francisco (director de cine, que obtuvo popularidad y grandes éxitos comerciales).
Debido a dificultades económicas, la familia Gargallo Catalán, de origen campesino (aunque por entonces Mariano Gargallo era conductor de diligencia, y nunca herrero, en contra de lo repetido tantas veces), se traslada a Barcelona en 1888, domiciliándose en la calle Sadurní.
Hacia 1890, Mariano Gargallo era jefe de la dotación de bomberos del Teatro del Liceo, y Pablo estudiante en la Escuela de La Galera, dirigida por Jaume Viñas. Tanto él como sus hermanos actuaban ocasionalmente de coristas en las funciones de ópera del Liceo, consiguiendo así algún dinero. Entre tanto, las inclinaciones artísticas del joven Gargallo y sus aptitudes para el dibujo se manifestaban progresivamente.
Con catorce años, en 1895, trabaja durante varios meses en un taller de alfarería situado en la calle Giriti, hasta que su tío materno Fidel Catalán le consiguió un puesto de aprendiz, sin sueldo, con el escultor Eusebi Arnau i Mascort, profesional de gran prestigio entonces en los ambientes artísticos catalanes. Al mismo tiempo, asiste a clases nocturnas de dibujo. De estos años son las academias y buen número de los ágiles apuntes que se conservan, muchos de ellos en el Museo Pablo Gargallo de Zaragoza.
En los meses de enero y abril-julio de 1898 participa por primera vez en sendas colectivas, la XV Exposición Extraordinaria de Bellas Artes, celebrada en la Sala Parés, y la IV Exposición de Bellas Artes e Industrias Artísticas de Barcelona, donde presenta la escayola En la artesa, hoy en el Museu Nacional d´Art de Catalunya. Ese mismo año realiza el Retrato de Frederica Vallmitjana, acuñado en plata como medalla por Vallmitjana. En este momento tenía su taller en la calle San Martín, nº 1.
Alrededor de 1900, frecuenta la tertulia del café Els Quatre Gats, estableciendo permanente amistad con Pablo Picasso, Angel y Mateu Fernández de Soto, Isidre Nonell, Rafael Nogueras Oller, Ricard Canals, Manolo Hugué, Jaume Sabartés, Ramon y Jacint Reventós y otros. Asiste a la Escuela de Bellas Artes de La Lonja, donde Agapit Vallmitjana i Barbany y Manuel Fuxà i Leal serán sus maestros de escultura, y traslada su taller a la calle Comercio. Participa en la exposición colectiva Art i Patria.
En La Lonja, obtiene en 1902 una bolsa de viaje para estudiar en París, pero la muerte de su padre le convierte inesperadamente en cabeza de familia, imposibilitando su marcha.
Habiendo logrado prórroga de su bolsa de viaje, marcha a París en octubre de 1903, se instala en la calle Vercingetorix, conoce a Max Jacob, se apasiona por los museos y estudia la obra de Rodin.
Regresa a Barcelona, en marzo de 1904, y se reinstala en el taller de la calle Comercio, ocupado por Picasso durante su ausencia. Para recuperarse de una crisis de salud, permanece algún tiempo en casa del doctor Petit, en La Garriga (Barcelona), donde realiza la Chimenea conocida por el apellido del propietario, ahora perteneciente a las colecciones del Museo Pablo Gargallo, en cuya planta principal está instalada. Dibuja los primeros estudios de la figura que terminaría siendo, casi treinta años después, su Gran profeta.
En 1905 trabaja circunstancialmente como medallista, realizando encargos para Juli Vallmitjana, de lo que es muy buen ejemplo la medalla para la Exposición del Círculo Artístico de Barcelona de ese mismo año.
Quizá como consecuencia de su primera exposición de planteamiento individual, presentada en febrero-marzo de 1906 en el Salón Parés de Barcelona y formada principalmente por los bajorrelieves, sobre las virtudes y pecados capitales, realizados después del viaje a París, el arquitecto Lluís Domènech i Montaner le contrata para ejecutar la decoración escultórica, exterior e interior, del Hospital de la Santa Cruz y San Pablo de Barcelona, grandioso proyecto arquitectónico en el que también trabajaría Eusebi Arnau i Mascort. Marcha a Madrid y trabaja una breve temporada, como medallista, con Agustín Querol (al que también retratará en una medalla, cuyo punzón se realizó en los talleres Vallmitjana), regresando a Barcelona nuevamente enfermo. De este año son sus medallas de Enrique Borrás y Christian Franzen y del siguiente la conmemorativa de la Coronación de la Virgen de la Misericordia de Canet de Mar, para cuyo cementerio (y alrededor de estas mismas fechas o poco después) realizará, también por encargo de Domènech i Montaner, el tetramorfos de los Cuatro evangelistas del panteón de la familia Font. Participa, con La Bestia del Hombre, en la Exposición General de Bellas Artes celebrada en Madrid.
Ya recuperado, tras otro descanso campestre, recibe en 1907 el encargo de la decoración exterior del Gran Teatro del Bosque de La Fontana, de la que se conservan (instalados en la fachada del actual Cine Bosque, en la Rambla del Prat, Barcelona) los cuatro bajorrelieves que representan a Pablo Picasso, Isidre Nonell, Ramon Reventós y al propio Gargallo. Vuelve a París, pasando la primera noche de su estancia en el Bateau-Lavoir (donde le impresionan profundamente los últimos trabajos de Picasso), y durante su corta permanencia se instala en la calle Sèvres, trabaja algún tiempo para el escultor Robert Wlérick y realiza su primera máscara en chapa metálica, titulada Pequeña máscara con mechón, obra pionera y fundamental para el futuro desarrollo internacional de la escultura metálica no fundida. De regreso a Barcelona, se instaló en la calle Aribau, comenzando una época en la que abundan las colaboraciones en obras arquitectónicas. Participa, con Yo pecador, en la V Exposición Internacional de Arte de Barcelona.
Entre 1908 y 1910 realizó varias esculturas para el interior del Palacio de la Música Catalana de Barcelona, de nuevo por encargo de Domènech i Montaner, que había contratado también a Eusebi Arnau.
Efectua un nuevo y breve viaje a París, en 1909. Recibe el encargo del Monumento al actor Lleó Fontova, que resolverá íntegramente, incluido el pedestal. Realiza por encargo, en homenaje al gran dramaturgo catalán, el relieve Terrassa á Guimerá MCMIX.
En 1910 ejecuta el busto del pintor Josep Lluís Pellicer (hoy en una fachada del Parlament de Catalunya, en Barcelona). El 10 de junio se inaugura, en el Paseo de los Álamos del Parque de la Ciudadela, el monumento a Fontova, al tiempo que Gargallo perfecciona casi en secreto las técnicas de repujado aprendidas en La Lonja. Sigue trabajando para el Hospital de la Santa Cruz y San Pablo, toma parte en la primera exposición de Les Arts i els Artistes, asociación con la que siempre mantuvo vinculaciones, y entre este año y el siguiente realiza el relieve Angel rezando, que se conserva en la tumba de la familia Pidelaserra, en el cementerio de Sans (Barcelona), si bien un ejemplar en bronce forma parte de las colecciones del Museo Pablo Gargallo. Por su iconografía, quizá corresponde a las mismas fechas la medalla Salve, editada por Masriera.
Participa con tres obras en la VI Exposición Internacional de Arte, del Ayuntamiento de Barcelona, celebrada en 1911, obteniendo medalla de segunda clase con la escayola La diablesa blanca, hoy en paradero desconocido. Realiza la medalla del VIII Congreso Algodonero, concluye sus trabajos para el Hospital de la Santa Cruz y San Pablo, al tiempo que inicia, con Máscara de hombre y Máscara con mechón, su primera época del cobre, centrada casi exclusivamente en la realización de máscaras y cabezas en chapa metálica. Ese mismo año, los arquitectos Francesc de P. Guàrdia i Vial y Enric Catà i Catà, que en 1909 proyectaron la reforma de la fachada del Teatro Principal de Terrassa, le encargan los grupos escultóricos de la zona central de dicha fachada y diversos detalles ornamentales de la misma, todo lo cual se ha perdido y es ya irrecuperable como consecuencia de la mala calidad de la piedra utilizada.