16 noviembre 2015

Gran éxito de público y actividades en la presentación del proyecto Huertas Life Km 0 en la Fiesta de Otoño del Parque Oliver del domingo 15 de noviembre de 2015


El domingo 15 de noviembre de 2015 se celebró la Fiesta de Otoño del Parque Oliver, que incluye la ya tradicional castañada, para celebrar la llegada del otoño y la diversidad de productos que la huerta nos proporciona en esta época. Fue todo un éxito de asistencia, y durante toda la mañana, numerosas personas acudieron atraídas por las actividades lúdicas y comunitarias programadas: música y exposiciones, talleres de cometas y artesanía, juegos, vuelo de cometas en vivo, radio... y, por supuesto, reparto de castañas asadas. LifeHuertas

Fue todo un éxito de asistencia, y durante toda la mañana, numerosas personas acudieron atraídas por las actividades lúdicas y comunitarias programadas: música y exposiciones, talleres de cometas y artesanía, juegos, vuelo de cometas en vivo, radio... y, por supuesto, reparto de castañas asadas.

Como cada año, estuvo presente el Ayuntamiento de Zaragoza, que aprovechó la ocasión para recordar el pasado agrario del barrio y sus habitantes, a través de una exposición de murales creados por los propios vecinos años atrás. En ellos se describe, desde su visión, la evolución del barrio y del parque, así como los elementos agrícolas que perviven en ellos y en la propia población, como la acequia que hoy lo atraviesa o los conocimientos que muchos de sus vecinos aún conservan de su legado familiar. A la par se quiso visibilizar a los agricultores que mantienen y hacen productivos los huertos de ocio que en el parque Oliver existen, a través de una muestra de las verduras de temporada que allí se están produciendo.

Esta actividad se complementó a la perfección con el puesto de difusión del Proyecto Huertas Life Km 0, donde el Ayuntamiento explicó la finalidad y acciones desarrolladas en esta iniciativa municipal y desarrolló dinámicas de información y sensibilización, para todos los públicos, sobre la importancia de recuperar la huerta de Zaragoza para el cultivo hortofrutícola que pueda abastecer a la ciudad de productos ecológicos de cercanía. En la actualidad la mayor extensión se dedica a la producción de cereales, en especial alfalfa que se exporta a los emiratos arabes. Además del reparto de folletos informativos para los adultos, se realizaron las siguientes actividades para destacar los diferentes beneficios de consumir productos ecológicos cultivados en la huerta:

- la importancia de proteger la biodiversidad asociada a estos espacios agrarios se trabajó de una forma lúdica y familiar mediante un mural dinámico con las especies animales y vegetales más representativas. A través de él, todas las personas que se acercaron pudieron entender la cantidad de especies que viven allí, ya sea de forma permanente o estacional. Identificaron nuevas especies que no conocían o que no relacionaban con el espacio agrario, así como las interrelaciones existentes entre fauna, flora y elementos característicos de la agricultura tradicional no intensiva que se están perdiendo.

- también se expusieron las semillas de las hortalizas y verduras de temporada que los hortelanos del Parque Oliver exhibían en su puesto, y que los más pequeños pintaron y colgaron para visibilizar.

- y para cerrar el círculo de las etapas del cultivo, un calendario lúdico sobre los productos de temporada de la huerta zaragozana, donde cada participante tuvo que adivinar los meses de recolección de cada producto. Esta actividad también contribuyó a la reflexión colectiva sobre nuestros hábitos de consumo, desligados totalmente de la estacionalidad de la producción agraria local.

- las alternativas de apoyo a la economía local se mostraron gracias a la asistencia de los primeros productores surgidos de la Escuela Agrícola en el marco del Proyecto Life. Allí nos enseñaron la variedad y calidad de sus productos, así como sus técnicas y cuidados, dándose a conocer para futuras ventas en la zona.

- no nos olvidamos de transmitir la reducción de la huella de carbono que implica el consumo de cercanía a estas pequeñas iniciativas locales, que necesitan del apoyo de toda la sociedad.

En definitiva, se creó un ambiente de intercambio y aprendizajes colectivos entre diferentes generaciones y actores sociales que dinamizan día a día la vida del barrio y de toda la ciudad y en donde la población manifestó su interés por recuperar nuestra huerta por sus beneficios para la salud, la economía local y el medio ambiente.