Señor Alcalde, señoras y señores concejales, concejales infantiles, profesores y todos los presentes:
Haber sido elegidos por nuestros compañeros para ocupar estos asientos en nuestra querida ciudad es para nosotros un gran honor, pero igualmente sentimos la responsabilidad de trasladar al resto de la ciudadanía la voz de nuestros compañeros y compañeras, alzar la voz por aquellos que no pueden, sobre un tema tan complejo como el que acompaña a un número cada vez mayor de personas en distintas partes del mundo.
Desde la oportunidad que nos da el poder tener la palabra en este salón, queremos denunciar la situación en la que viven las personas que deben abandonar sus países a causa de las guerras, la pobreza, las hambrunas, las persecuciones, o las amenazas de diversos tipos.
Llevamos algún tiempo viendo en las noticias que hay muchas personas que tienen que dejar su país, llevamos algún tiempo escuchando nuevas palabras como "la crisis de los refugiados". Estas personas, muchas de ellas mujeres, ancianos y niños, tienen que realizar un peligroso viaje que en muchas ocasiones termina con sus propias vidas. Mientras preparábamos la intervención en este pleno, hemos tenido la ocasión de ver imágenes de los campos de refugiados repartidos por distintas partes del mundo, también en Europa. No es eso lo que queremos para nuestra ciudad, queremos que la ayuda sea de verdad, no una especie de prisión en las afueras de las ciudades.
Muchas personas pueden pensar que este tema no nos afecta, que nos invaden, que se están apropiando de un lugar que es nuestro, pero la verdad es que todos somos seres humanos, y tenemos derecho a una vida digna. Pero por desgracia ellos no tienen otra opción que dejar su hogar, dejando atrás todo lo que algún día amaron y enfrentándose a un futuro lleno de incertidumbre.
Estamos convencidos de que nuestra ciudad tiene la posibilidad de acoger a buen número de personas migrantes y refugiadas y darles la oportunidad de sentirse como uno más de nosotros, y así se lo pedimos a nuestro consistorio.
Para ello, y con el trabajo realizado por todos nuestros compañeros y compañeras, hemos elaborado las siguientes propuestas con la esperanza puesta en que nuestro ayuntamiento las haga suyas.
Recalcamos lo importante que es que desde el Ayuntamiento se conciencie a la ciudadanía de ayudar a estas personas. Ellas no quieren venir aquí porque se viva mejor, ni porque nuestra tierra sea muy bonita, que lo es. Ellos realmente quieren volver a su país, a sus casas, lo que a buen seguro harán cuando sus países vuelvan a ser lugares seguros y prósperos. Pero en este momento no lo pueden hacer y es nuestro deber como ciudadanos del mundo ayudarlos en todo aquello que esté en nuestra mano. Educando, además, en lo positivo de la diversidad y concienciando acerca del peligro de todo aquello que conlleve racismo y xenofobia.
Si Zaragoza es considerada como una ciudad acogedora y nada conflictiva es sobre todo por un motivo, no tenemos barrios marginales como otras ciudades, donde casi toda la población es de una minoría étnica. Esto debe seguir así.
En definitiva queremos mejorar esta situación, colaborando entre todos, aportando nuestro granito de arena, para poder mejorar sus vidas, y que puedan mitigar el dolor provocado por la guerra, las muertes y las penurias sufridas. Especialmente dirigido a la infancia, creemos que todos los niños tienen derecho a ser niños. Un hombre dijo una vez: "No hay ser humano por cobarde que sea, que no pueda convertirse en héroe por amor"
Gracias por habernos escuchado y por habernos dado la oportunidad de participar en este Pleno, en el que hemos aprendido que tenemos que valorar lo que tenemos, ya que hay muchas personas que no lo tienen, que entre todos podemos mejorar la vida de los refugiados y que, en ocasiones, cerramos nuestras puertas a gente con necesidad de entrar a nuestro país. Agradecemos también a los profesores que nos hayan ayudado con su tiempo a interesarnos por los problemas de los refugiados y migrantes.
Deseamos que nuestra ciudad sea un ejemplo de solidaridad, ayuda y respeto a los Derechos Humanos de los ciudadanos migrantes y refugiados. Que nuestra pequeña contribución sirva de motivación a los miembros de este Ayuntamiento a la hora de tratar este drama humano.
Entregamos este manifiesto al Alcalde de Zaragoza, máxima autoridad civil de nuestra ciudad, con el convencimiento de que dará traslado a los órganos competentes para su divulgación, estudio y si procede puesta en práctica.
En Zaragoza, a 30 de noviembre de 2016, día de la Ciudad Educadora.