La moda neoegipcia llega también al Cementerio de Torrero donde se pueden ver elementos sueltos integrados en la decoración de lapidas y panteones en las proximidades de este, el más importante y definido del estilo. Se construye en 1920 proyectado por Miguel Ángel Navarro que reinterpreta una tipología de panteón cristiano utilizando elementos formales y ornamentales de inspiración egipcia.