4. Glorieta de Sasera

Siguiendo a través del Paseo de Pamplona el antiguo trazado de la muralla medieval de la ciudad nos acercamos al río Huerva, hoy oculto bajo el asfalto, pero que durante Los Sitios de Zaragoza supondría una importante barrera natural. Tras atravesarlo, llegamos a la actual Glorieta de Sasera.

En 1908 para conmemorar uno de los hechos más destacados de la defensa de Zaragoza durante el segundo Sitio, con motivo del centenario de los Sitios la Glorieta de Sasera acogió el monumento a Los Defensores del Reducto del Pilar. Al igual que se erigieron otros tres monumentos en la ciudad, se levantó en este emplazamiento un monolito, diseñado por el arquitecto Ricardo Magdalena. Este monumento sería después sustituido por el que vemos actualmente, copia en bronce del original en yeso del escultor Federico Amutio, titulado por el mismo: "Por la Patria, 1808". Del original obelisco nada se sabe, en 1963 fue desmontado y no existe documentación sobre su paradero actual o su más que probable destrucción.

La obra de Amutio obtuvo en 1892 la tercera medalla en la Nacional de 1892, y fue adquirida por el ayuntamiento zaragozano. El texto que hoy vemos a sus pies en el pedestal fue añadido posteriormente, con la misma leyenda que rezaba el monumento de Magdalena: "POR LA VIRGEN DEL PILAR, VENCER O MORIR". La obra se relaciona con la de su admirado amigo Benlliure del que ya hemos visto un ejemplo al comenzar nuestro paseo.

El reducto del Pilar fue un mecanismo de defensa ideado tras las debilidades que durante el primer Sitio reveló tener esta zona por la que los franceses entraron con facilidad. Así pues, se edificó en la orilla derecha del Huerva, para proteger el acceso a la ciudad por la Puerta de Santa Engracia, el Reducto del Pilar, defendido por ocho cañones y cuatrocientos hombres.