Zaragoza Paso a Paso

A través de una selección de estampas del Archivo Municipal de Zaragoza, la mayor parte de ellas obtenidas por el procedimiento de la zincografia, dadas a conocer con pocas excepciones en la Ilustración Española e Hispanoamericana, podemos seguir, paso a paso, vestigios de la Zaragoza inmortal, testigos de tiempos heroicos entre la historia y la leyenda, de una ciudad que nunca ha renunciado a ser una urbe moderna y progresista. Son imágenes de la acción humana de sus antiguos moradores, de acontecimientos cíclicos que marcaron la historia de Zaragoza por colectivos ciudadanos capaces de dejar huella indeleble de su compromiso con la ciudad que habitaron


Galería de Imágenes

A.M.Z. Sign. 0730 Iglesia de San Fernando, Zaragoza. [1844].

IGLESIA DE SAN FERNANDO, ZARAGOZA. [1844]


Una nueva iglesia para obreros.- Afines del siglo XVIII, en 1799, el arquitecto aragonés de origen borjano Tiburcio del Caso proyectó y construyó una hermosa iglesia neoclásica dedicada a San Fernando en Torrero, a instancias de Don Ramón de Pignatelli y Moncayo, para acoger los nuevos parroquianos asentados en dicho sector con motivo de las obras del Canal. La iglesia, de planta cuadrangular, cuenta con una equilibrada fachada. La portada, encuadrada por dos esbeltas torres, está compuesta por cuatro columnas de piedra que rematan en capiteles de estilo jónico con guirnaldas que soportan un frontón con cornisa de remarcado vuelo. En el cubrimiento sobresale una gran cúpula sobre tambor. Durante la Guerra de la Independencia fue ocupada por las tropas francesas que la convirtieron en cuartel. El interior conservaba tres retablos que habían sido pintados por Francisco de Goya y fueron sustraídos por los franceses. Hoy se desconoce su paradero. Los bocetos tienen por temas San Hermenegildo en prisión, Santa Isabel de Portugal curando a una enferma y la aparición de San Isidoro a San Fernando. Se conservan los dos primeros en el museo de la Fundación Lázaro Galdiano de Madrid y el tercero en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires.

A.M.Z. Sign. 0730.

A.M.Z. Sign. 0731. Torre Nueva (desaparecida), Zaragoza. [1837]

TORRE NUEVA (DESAPARECIDA), ZARAGOZA. [1837]


El símbolo robado.- En el siglo XVI, Zaragoza se dotó de una hermosa y esbelta torre que rigiese el tiempo en la ciudad. Esta torre, destinada a contener el reloj, la construyeron alarifes mudéjares con ladrillo aragonés y aljez, se convirtió en el más importante símbolo ciudadano y tuvo destacado protagonismo durante la Guerra de la Independencia. Su imagen, muy admirada, dio la vuelta al mundo. Nació torcida y cayó presa de la sinrazón, de la codicia de algunos y la desidia de otros. Importantes ciudades europeas han visto caer, por diversas circunstancias, su torre del reloj; por tratarse de uno de sus símbolos más queridos la han reconstruido, hoy nadie se queja por ello. En Zaragoza, proverbialmente vacilante y temerosa, nunca ha existido suficiente empeño para que así fuera.

A.M.Z. Sign. 0731.

A.M.Z. Sign. 0733. Defensa de Zaragoza desde la iglesia de San Agustín, sin fecha

DEFENSA DE ZARAGOZA DESDE LA IGLESIA DE SAN AGUSTÍN, SIN FECHA


Desde el púlpito.- El solar del antiguo convento de San Agustín, refundado por los agustinos en 1286 después de haber sido convento franciscano durante sesenta y siete años, tiene una densa historia desde época ibero-romana en que fue lugar de asentamiento. Se convirtió en necrópolis islámica, acreditada como tal a partir del siglo IX, con un final que aparece todavía difuso. A principios del siglo XIII, según se acaba de decir, cobijó un convento franciscano, tres lustros antes de acabar el siglo, tras ser abandonado por estos, fue ocupado por los agustinos que permanecieron allí hasta el año 1835, desalojados a consecuencia de la desamortización de Mendizábal. Bajo el dominio de los frailes agustinos disfrutó de una dilatada e intensa vida, convirtiéndose en el catalizador del nacimiento y desarrollo del barrio de su nombre. Tras un largo periodo de incertidumbre, con alternancia de breves ocupaciones y de poseedores, pasó definitivamente a manos del Ejército que edificó un cuartel de Intendencia, con vigencia hasta finales de la década de 1970. Un convenio entre el Ayuntamiento y el Ejército que se denominó "Operación cuarteles" lo convirtió en propiedad municipal y así sigue hasta hoy como sede del albergue de transeúntes y de determinados servicios dependientes de Cultura.

Durante el episodio histórico del segundo sitio, al cuartel le cupo el honor de ser un destacado lugar en la defensa de la ciudad ante el invasor francés. La lucha llegó a librarse cuerpo a cuerpo dentro de la iglesia. Desde entonces, el púlpito se representa como el último reducto del convento.

A.M.Z. Sign. 0733.

A.M.Z. Sign. 0837. Avenida del río Ebro a su paso por Zaragoza. [1871]

AVENIDA DEL RÍO EBRO A SU PASO POR ZARAGOZA. [1871]


La furia del Ebro.- Los zaragozanos conocen como pocos como se las gasta el Ebro, su río. A lo largo de la historia, todos los años más de una vez, el río muestra su ímpetu arrastrando los obstáculos que se le ponen al paso. Cada vez que eso ocurre, el puente de piedra se convierte en el observatorio capaz de acoger docenas de zaragozanos para ver de cerca la incontenida furia de un río voraz y generoso al mismo tiempo. Ahora, los embalses construidos en su curso contienen ese frenesí del río cuando despierta cada primavera. Durante siglos, sus iras cargaron contra el puente, al que numerosas veces privó temporalmente de su función. Todavía hoy, en sus intensas crecidas, arrastra por el cauce el rico légamo de la feraz huerta de Zaragoza y de sus pueblos vecinos, arrancando de raíz los árboles de sotos y riberas y anegando sótanos y garajes de las edificaciones de la margen izquierda. Luego, durante el estío, el río sufre amargamente la sequía estacional y los ciudadanos pueden vadearlo casi a pie enjuto. ¡Pobres de los lejanos ingenuos que no lo conocen y piensan que el río es capaz de saciar sus desbordadas ambiciones!

A.M.Z. Sign. 0837.

A.M.Z. Sign. 0838. Avenida del río Ebro, puente de Piedra de Zaragoza. [1871]

AVENIDA DEL RÍO EBRO, PUENTE DE PIEDRA DE ZARAGOZA. [1871]


El tributo del río.- El padre Ebro siempre ha necesitado, como el pérfido Saturno, devorar a sus hijos para luego renacer a la vida. Sepultando vidas y haciendas el río ha anegado cuanto encontraba a su paso.

A.M.Z. Sign. 0838.

A.M.Z. Sign. 0839. Inauguración del Congreso Filoxérico, Zaragoza. 1880

INAUGURACIÓN DEL CONGRESO FILOXÉRICO, ZARAGOZA. [1880]


Congreso Filoxérico en la Universidad de Zaragoza.- La llegada a algunos países europeos de la terrible plaga vitícola de la filoxera, detectada en Francia en 1865, tuvo inicialmente consecuencias muy favorables para el sector en Aragón. Al desaparecer en el país vecino las tres cuartas partes de la vid y verse obligados a importar grandes cantidades de vino español, se desató en España la euforia por la demanda y se comenzaron a plantar enormes extensiones de viña. Pero en poco tiempo, el avance de la plaga amenazaba con arrasar las plantaciones españolas, como así ocurrió, si bien en Aragón llegó más tarde que en otras regiones españolas. Las 952.000 Ha de viñedo que tenía en cultivo la provincia de Zaragoza quedaron reducidas, tras la plaga, a 12.275. El congreso filoxérico, celebrado en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza en 1880, intentaba frenar la hecatombe que en esos momentos se preveía.

A.M.Z. Sign. 0839.

Sign. 0842. Puente de Hierro, Zaragoza. Octubre 1895

PUENTE DE HIERRO, ZARAGOZA. OCTUBRE 1895


El puente nuevo.- Durante muchos siglos, a lo largo de numerosos kilómetros de su recorrido, el río no tuvo otro paso que el puente de piedras. A fines del siglo XIX, en 1895, se inauguró un nuevo puente que abrazase la ciudad con su huerta y con la emergente población de la otra orilla. El Puente del Pilar se construyó de hierro, un nuevo material que iba a tener un gran futuro.

A.M.Z. Sign. 0842.

A.M.Z. Sign. 0845. Colocación de la primera piedra de la facultad de Medicina y Ciencias (Paraninfo), Zaragoza. 1887

COLOCACIÓN DE LA PRIMERA PIEDRA DE LA FACULTAD DE MEDICINA Y CIENCIAS (PARANINFO), ZARAGOZA. 1887


El renacer de la Universidad.- A instancias del rector de la Universidad Hernández Fajarnés, el arquitecto Ricardo Magdalena proyectó las nuevas facultades de Medicina y Ciencias en un lugar insalubre, frecuentemente inundado por el río Huerva que por esos años de 1887 tenía un régimen de caudales muy irregular, con espectaculares crecidas y grandes inundaciones. La crítica social fue al principio muy activa contra esa determinación que no gozaba de pública aceptación. El trabajo concienzudo de Magdalena, ejecutando un proyecto muy sólido sustentado en las tradiciones constructivas vernáculas y especialmente en la utilización del ladrillo macizo a cara vista y los frisos decorados con baldosas esmaltadas de tradición aragonesa, terminó por conectar muy favorablemente con la sociedad aragonesa, pasando a convertirse en la edificación de mayor impacto de la ciudad.

A.M.Z. Sign. 0845.

A.M.Z. Sign. 0848. Ronda zaragozana. [1872]

RONDA ZARAGOZANA. [1872]


Costumbres zaragozanas.- Cinco jóvenes rondadores han elegido una casa con solera, la casa- palacio de los Morlanes, donde reside, a buen seguro, una hermosa joven. Uno de ellos, alzándose sobre los hombros de otro compañero, deposita un ramo de flores en la ventana. Y sigue la ronda, al menos mientras queden flores.

A.M.Z. Sign. 0848.

A.M.Z. Sign. 0849. Vista general de la Exposición Aragonesa, Zaragoza. [1885]

VISTA GENERAL DE LA EXPOSICIÓN ARAGONESA, ZARAGOZA. [1885]


Un buen momento.- Coincidiendo históricamente con la restauración borbónica, Zaragoza alcanzaba la población de 85.000 habitantes y se convertía en una ciudad importante. Las expectativas eran muy positivas, la sutura que se abría en la piel de la ciudad con la apertura de la calle Alfonso la impulsó hacia su crecimiento y desarrollo coincidiendo con una serie de avances significativos que se produjeron al mismo tiempo, como la instalación del agua potable y la del gas, la llegada de los tranvías y el incremento de las actividades mercantiles e industriales. Entre los campos de maíz y las huertas del camino del Bajo Aragón brotaba un importante conjunto de construcciones nacidas para albergar el nuevo matadero y ubicar allí la Segunda Exposición Aragonesa. En la práctica, se abría a la ciudad un sector muy importante para su crecimiento .

A.M.Z. Sign. 0849

A.M.Z. Sign. 0850. Plaza de España y Paseo de la Independencia, Zaragoza. 1890

PLAZA DE ESPAÑA Y PASEO DE LA INDEPENDENCIA, ZARAGOZA. 1890


Invierno en el Paseo de Santa Engracia.- Dos años después de la gran nevada, otra vez en invierno. Los aguadores con sus carros y mulas no parecen llevar gran prisa. Muy escaso público, aparte de los citados. En el paseo, a la derecha, aparece un tranvía de tiro animal a la espera de viajeros.

A.M.Z. Sign. 0850.

A.M.Z. Sign. 0851. Iglesia de San Gil Abad. [1883]

IGLESIA DE SAN GIL ABAD. [1883]


Torre e iglesia de San Gil.- A pesar de las reformas sufridas a lo largo de la historia todavía es hoy un ejemplo representativo del mudéjar aragonés. El acceso actual no se corresponde con el antiguo, y nada tienen que ver los ábsides poligonales de ahora, ni la cubierta, con lo que antes tuvo. Pero todavía conserva la forma de la iglesia mudéjar con torres contrafuerte y la espléndida torre. Actualmente, despojada de las casas adosadas en la fachada de la calle Estébanes, va a recobrar tras la restauración su singular aspecto.

A.M.Z. Sign. 0851.

Granja escuela (desaparecida), proyectada por Félix Navarro. [1883]

GRANJA ESCUELA (DESAPARECIDA), PROYECTADA POR FÉLIX NAVARRO. [1883]


Enseñar para aprender.- El proyecto de un arquitecto innovador en su profesión y con inquietudes fundadas en una nueva práctica docente, apostaba por la edificación de una granja-escuela destinada a la capacitación de jóvenes agricultores. El creador de la idea era el arquitecto aragonés Félix Navarro, personaje que cimentaba sus proyectos en un sólido discurso teórico-práctico, con ideas muy personales y sugestivas de rico contenido social.

A.M.Z. Sign. 0852.

A.M.Z. Sign. 0854. Vista de Zaragoza. [1880]

VISTA DE ZARAGOZA. [1880]


Vista de Zaragoza.- En un paisaje urbano de tejados chimeneas y torreones zaragozanos, se recortan entre el celaje del fondo, la silueta de la torre de la iglesia de San Pablo y las iglesias de San Juan de los Panetes y de San Cayetano. La estampa, copia una pintura de Pradilla, es una instantánea fiel del paisaje urbano (hay que advertir en la imagen la disposición invertida del paisaje original).

A.M.Z. Sign. 0854.

A.M.Z. Sign. 0859. Patio de la Infanta procedente de la desaparecida Casa de Zaporta, Zaragoza. [1894]

PATIO DE LA INFANTA PROCEDENTE DE LA DESAPARECIDA CASA DE ZAPORTA, ZARAGOZA. [1894]


Los fastos del siglo XVI.- La ciudad del siglo XVI se jactaba de lucir claros signos de ostentación, como esta casa mandada construir por el rico mercader judío-converso Gabriel Zaporta. Dos siglos después, la casa fue habitada por la infanta María Teresa de Vallabriga esposa viuda del hermano del rey Carlos III, el infante don Luis. Afortunadamente, fatigado por la incuria del tiempo y años después de ser desmontado por la piqueta, el patio pudo volver a tiempo a nuestra ciudad .

A.M.Z. Sign. 0859.

Sign. 0872. Plaza de España y  Paseo de la Independencia, Zaragoza. 1888

PLAZA DE ESPAÑA Y PASEO DE LA INDEPENDENCIA, ZARAGOZA. 1888


Gran nevada en el Paseo de Santa Engracia.- Visión desértica de un sector habitualmente muy transitado. La nevada histórica de 1888 parece que asustó a los zaragozanos que no se dejaron ver en la calle cuando los fotógrafos tomaron estas imágenes. En primer término aparece la fuente de la Princesa, obra del escultor, natural de Alcañiz, Tomás Llovet .

A.M.Z. Sign. 0872.

A.M.Z. Sign. 0884. Puerta del Carmen, Zaragoza. [1883]

PUERTA DEL CARMEN, ZARAGOZA. [1883]


La puerta y la tartana.- La puerta del Carmen, como testimonio permanente de antiguas gestas anclado en el tiempo, recuerda a los ciudadanos y a los visitantes el brillante pasado de una ciudad que proclama públicamente que es inmortal. El baturro, apostado en el centro de la puerta, espera que alguna pareja de novios decida recorrer la ciudad a paso de tartana tirada por una yegua torda.

A.M.Z. Sign. 0884.

A.M.Z. Sign. 0907. Puerta de Toledo (desaparecida), Zaragoza. [1867]

PUERTA DE TOLEDO (DESAPARECIDA), ZARAGOZA. [1867]


Arcos y puertas de la ciudad.- Entrar o salir de Zaragoza era tan sólo una costumbre para sus moradores, pero es evidente, que durante mucho tiempo, Zaragoza no dejó indiferente al viajero, al extraño que llegaba hasta aquí y cruzaba sus puertas. Las crónicas nos hablan de manera bien diferente a lo largo del tiempo. La ciudad, según los testimonios de sus visitantes, era hermosa en época medieval, conoció su momento más álgido a lo largo del siglo XVI, en el XVII acusó la expulsión de los moriscos, durante el siglo XVIII el llamado ?partido aragonés? consiguió influir notablemente en las decisiones del Estado, la ciudad contó con grandes líderes, destacó la personalidad de don Ramón de Pignatelli y Moncayo que pudo llevar a cabo gigantescas iniciativas con frutos muy positivos. Tras la Guerra de la Independencia la población quedó diezmada, la trama urbana quebrada con grandes cuadros de destrucción, su recuperación, tras la barbarie francesa, fue larga en el tiempo y muy dura hasta el último tercio de siglo que surgió una nueva generación decidida y comprometida por convertir la ciudad en una urbe moderna. La puerta de Toledo, abierta en el muro romano en el costado occidental, conservó desde época romana hasta 1848, en que se derribó, los dos torreones de piedra que la flanqueaban. Allí estuvieron la cárcel Real y la de la Manifestación desde 1440. Junto a la puerta se trasladó en 1210 por orden del rey Pedro II, el almudí o mercado del grano. A lo largo del siglo XIII, se forjó, frente a dicha puerta, el barrio de San Blas o de San Pablo.

A.M.Z. Sign. 0907.

A.M.Z. Sign. 0908. Monumentos conmemorativos con motivo de la visita del rey Alfonso XII  y su esposa la reina Cristina de Habsburgo a Zaragoza. [1888]

MONUMENTOS CONMEMORATIVOS CON MOTIVO DE LA VISITA DEL REY ALFONSO XII Y SU ESPOSA LA REINA CRISTINA DE HABSBURGO A ZARAGOZA. [1888]


Las ilusiones perdidas.- El triste final de la aventura del Canfranc dio al traste con un ambicioso proyecto aragonés y español, Aragón conseguía en 1888 abrir las puertas de Europa a través del ferrocarril. Con gran empeño e ilusión se salvaron obstáculos, se tendieron vías, se edificaron estaciones y se puso en marcha el tren. Con motivo de tal acontecimiento el rey viajó a Aragón para inaugurar el evento; en Zaragoza se le tributó un recibimiento entusiasta, se levantaron arcos de triunfo y otros monumentos por doquier. Aragón entero alzaba su bandera orgulloso y agradecido. Años después, tras el infortunio del hundimiento de un puente en el sector francés y la negativa de los responsables del país vecino a reparar la vía, las instalaciones de ambos lados cayeron en lamentable abandono. La primera década del siglo XXI puede ser el momento de comenzar a recuperar el tren, el tiempo y el orgullo perdidos.

A.M.Z. Sign. 0908.

A.M.Z. Sign. 0913. La Lonja, Zaragoza. [1885]

LA LONJA, ZARAGOZA. [1885]


Un edificio para el futuro.- A iniciativa del Arzobispo don Hernando de Aragón, de los mercaderes y de distinguidos ciudadanos, se construyó uno de los edificios más representativos de la ciudad, la Lonja de Mercaderes, donde se debía poner en marcha la Tabla de depósitos. Era autor del proyecto Juan de Sariñena que trazó un edificio diáfano de tres naves, con bóveda de crucería estrellada sobre esbeltas columnas jónicas anilladas, diseñadas por Gil Morlanes. La modulada fachada de ladrillo macizo, sentado con aljez, se organiza en planta baja con tres grandes vanos por fachada, sobre ellos un friso entre impostas de ladrillos moldurados y denticulados de grandes rectángulos rehundidos, destaca en la planta principal un friso de vanos. Por último, en el mirador, una galería de vanos dobles alojados en uno mayor. Antepechos y enjutas se decoran con tondos de estuco coloreados que representan bustos de personajes. En el alero muy saliente, con grandes canes entre molduras horizontales, se desarrolla una teoría de rectángulos rehundidos en clara relación con la del friso de fachada descrito anteriormente.

A.M.Z. Sign. 0913.