Un 22 de enero de hace 500 años Fernando el Católico firmó su último testamento, justo un día antes de su fallecimiento.


Su principal significado histórico es la declaración de su hija Juana como heredera universal de los bienes de Fernando el Católico. Dado que su estado de salud no le permite gobernar, designa a su nieto Carlos, primogénito de Juana ,como gobernador general. Mientras Carlos estuviera ausente de España, estableció la existencia de gobernadores: el arzobispo de Zaragoza, hijo natural del rey, en la Corona de Aragón, y el cardenal Cisneros, en Castilla. Podemos leerlo en los  Discursos varios de historia, de Diego José Dormer.