El 10 de septiembre de 1542, Carlos I concede a la ciudad de Zaragoza el privilegio fundacional de su Universidad.

El emperador Carlos I concede a la ciudad de Zaragoza un "Studium Generale" y otorga a sus estudiantes los mismos privilegios que los de otros Estudios Generales.

Desde el siglo XII,  existía en Zaragoza una escuela superior, creada y dotada por la iglesia local; en ella se enseñaba Gramática y Filosofía y se concedía título de bachiller. En 1474 a solicitud del entonces príncipe, Fernando el Católico se elevó a la categoría de "universitas magistrorum", al estilo de la Universidad de París.

Este Estudio General zaragozano estaba autorizado para conferir grados de bachiller, licenciado y maestro en artes. Sus promotores fueron el cabildo eclesiástico de Zaragoza y los jurados de la ciudad.

Diversas circunstancias demoraron su apertura efectiva y, el 10 de septiembre de 1542, Carlos I, firmaba en las Cortes de Monzón un privilegio que elevaba aquel estudio de artes al rango de Universidad general de todas las ciencias.

En el se cursarían estudios de Teología, Derechos canónico y civil, Medicina y Filosofía. El documento original se conserva en el Archivo Municipal de Zaragoza