Casa de los marqueses de Montemuzo
El renacimiento, fue una época de gran esplendor en Zaragoza debido, entre otras causas, a la actividad constructiva de los nobles en la ciudad, momento en el que se define la casa aragonesa. El clima, el suelo y la costumbre, son factores determinantes en su construcción. En ella se reúnen elementos de tradición mudéjar y renacentista.
Una de esas casas renacentistas zaragozanas, salvada de la ruina por el Ayuntamiento, es la casa de los marqueses de Montemuzo.
Restaurada y rehabilitada, se inaugura el día 22 de abril de 1994, víspera de la festividad de San Jorge, como sede del Archivo, Biblioteca y Hemeroteca Municipal. Este año 2014 se celebra su vigésimo aniversario como equipamiento municipal.
El edificio se desarrolla en torno al patio y caja de escalera. En la fachada de ladrillo a cara vista de la calle Santiago, destaca la gran portada, que aún conserva parte de sus jambas de piedra. En el interior sobresale el patio, con esbeltas columnas anilladas de orden jónico y la galería de la primera planta con arcos de medio punto y columnillas de orden jónico. Las enjutas de los arcos presentan una interesante decoración con relieves de influencia miguelangelesca.
En la sala de lectura está instalada la techumbre (mudéjar) procedente de la casa de Gabriel Sánchez, que no pudo colocarse completa. Otras techumbres, procedentes de la desaparecida casa Aytona, se colocaron en la zona destinada a sala de exposición.
La edificación renacentista conecta con el inmueble modernista del arquitecto tarraconense Ramón Salas Ricomá, que construyó el edificio promovido por Luis Latorre y Ximénez de Embún, marqués de Montemuzo, ubicado en la calle de Espoz y Mina número 31. El 11 de julio de 2002, el Gobierno de Aragón declara el edificio Bien de Interés Cultural (BIC) por decreto 245/2002 , en la categoría de Monumento.
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