30 noviembre 2016

Nace una Comisión con el objetivo de proteger los árboles de Zaragoza

Este grupo de trabajo inter-áreas velará por el cumplimiento de la Ordenanza de Protección del Arbolado para que sea un intstrumento eficaz

Se promoverán procedimientos sancionadores y se facilitará la participación de entidades sociales interesadas

Potenciar la consideración de los árboles como ser vivo que cumple una función, que mejora tanto la escena urbana como la salud de las personas que viven a su alrededor, que aporta sombra y frescor en un clima como el de Zaragoza y que son grandes depuradoras de CO2, además de ser un bien público. Este ha sido uno de los motivos por los que hoy ha visto la luz la Comisión Técnica de Arbolado.

Zaragoza cuenta desde 2013 con una Ordenanza de Protección del Arbolado Urbano, un marco normativo que era un punto de partida para la conservación, catalogación, plantaciones adecuadas, etc. En este sentido, la nueva Comisión, que se ha reunido esta mañana en la sala del Consejo de Gerencia del Seminario, con representantes de numerosos servicios como medio ambiente, infraestructuras, planeamiento urbanístico, disciplina urbanística, policía local, movilidad y, por supuesto, parques y jardines, nace como instrumento para coordinar visiones y velar por el cumplimento de la actual normativa, tanto por parte de la intervención pública como privada.

Teresa Artigas, concejala de Medio Ambiente, Alberto Cubero, consejero de Servicios Públicos, han asistido a esta primera sesión de este órgano, que si bien podrá emitir informes preceptivos y no vinculantes, estará abierto a la participación de colectivos sociales implicados. Además, se tratarán de establecer canales de comunicación más fluidos para informar a la ciudadanía sobre temas referentes al arbolado como podas, talas/apeos, plantaciones, etc.

"Como se ha dicho en esta primera sesión, hay que establecer cierta discriminación positiva hacia los árboles frente a otros elementos de la calle o nuestros parques -ha explicado Artigas- en el sentido de que cuando se hace una obra o proyecto muchas veces es lo último en lo que se piensa".

"Se trata de una iniciativa que trata de generar una mayor sensibilidad en la ciudad, tanto dentro del Ayuntamiento como en proyectos privados que afecten a la viabilidad de ejemplares arbóreos", ha señalado Alberto Cubero.