Cofradía de las Siete Palabras y de San Juan Evangelista
Tercera Palabra ("Mujer, he ahí a tu hijo. Hijo, he ahí a tu Madre")
Realizado en 1948 por Félix Burriel Marín.
Es un paso de misterio de madera policromada que consta de un Cristo crucificado, a cuyos pies están las figuras de la Virgen y San Juan.
Quinta Palabra ("Tengo Sed")
Obra de Francisco Liza en 1989.
Es un paso de misterio de madera policromada que consta de un Cristo crucificado, a cuyos pies están un sayón que da a Jesús vinagre y hiel, un soldado romano y María Magdalena abrazada a la Cruz.
Séptima Palabra ("Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu")
La Palabra elegida para este nuevo paso fue la séptima: Padre, en tus manos encomiendo mi Espíritu. Por la grandeza e importancia del evento a celebrar, se eligió para realizar esta obra al que se podría considerar como el mejor imaginero cristífero de nuestros tiempos, el escultor y Doctor en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla, D. Juan Manuel Miñarro López.
El momento representado es el instante en el que Jesús, llegando a su fin, pronuncia su Séptima Palabra desde la Cruz. Cristo habla por última vez con su Padre, en esta ocasión para entregar su alma a Dios, justamente en el instante anterior a morir por todos los hombres. El Evangelio de San Lucas nos narra así el pasaje (Lc 23, 44-46):
...Era ya cerca de la hora sexta cuando, al eclipsarse el sol, hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora nona. El velo del Santuario se rasgó por medio y Jesús, dando un fuerte grito, dijo: «Padre, en tus manos pongo mi espíritu» y, dicho esto, expiró.
Obra de Juan Manuel Miñarro López (2014).
Se trata de una imagen de Cristo en la Cruz, de tamaño natural (altura aproximada de la imagen, desde la parte superior de la cabeza hasta la punta de los pies, de un metro ochenta centímetros) y de tres clavos. La anatomía de la talla y el estilo están basados en la escuela sevillana de los siglos de oro de nuestra imaginería. El Cristo está tallado en madera de cedro y ensamblado en hueco para evitar un exceso de peso y una mejor conservación futura.
La cabeza está tallada sin corona de espinas, añadiendo una corona removible de espino trenzado. El paño de pureza es cordiforme, al modo de las imágenes de Juan de Mesa, o en general basado en la iconografía del Crucificado de la Escuela Sevillana.
El rostro de una imagen de Cristo agonizante en la cruz es de especial interés plástico, ya que debe reflejar un profundo realismo que conmueva y provoque la devoción. Para conseguirlo, el autor ha utilizado algunos recursos técnicos especiales, como la realización de una boca representada con dientes visibles de marfil y ojos expresivos elevados al cielo.
La policromía de la imagen es al óleo pulimentado con vejigas o coretes, según la tradición sevillana.
La madera elegida para la cruz fue de pino de Flandes. Dicha cruz es arbórea, como las típicas del barroco y proporcionada a la medida de la imagen, contando con una altura total aproximada de cuatro metros. El remate de la estipe lleva el rótulo o INRI en los tres idiomas de la época: latín, arameo y griego. Dicho rótulo, realizado sobre pergamino, va prendido en una tabla rectangular.
La greca que rodea el paso muestra en cada uno de los lados diferentes cuadros de la Revelación siendo Cristo el centro de la historia de la Salvación, tal y como nos dice la escritura.
Además de estas escenas bíblicas que dotan a la greca de un especial significado iconográfico, podemos ver otros elementos decorativos. La letra Alfa con la luna, como principio de la Creación. La Omega con el sol, Cristo como luz plena que ilumina nuestra vida. El águila, representando a san Juan Evangelista, patrón de la Cofradía. Y finalmente, la Virgen del Pilar, María como madre de Dios y madre de la Iglesia, por tanto madre nuestra.
En cuanto a la carroza decir que está preparada para poder portar el paso tanto con varales como a ruedas. Siendo llevado por cuarenta hermanos a hombros en la mañana del Viernes Santo y a ruedas en la procesión del Santo Entierro, ese mismo día al atardecer.
Una vez concluida la Semana Santa y desmontado el Cristo del paso, éste es depositado en la Basílica de Nuestra Señora del Pilar, donde está expuesto al culto durante todo el año, en la capilla de san Pedro Arbués.
Peana del Cristo de las Siete palabras:
Obra de los talleres de Jesús Fernández Juan, de Arganda del Rey, Madrid en 2001. La imagen representa a un Cristo crucificado cabizbajo, en el momento de pronunciar la Séptima Palabra. Es una imagen de un crucificado tallado en abedul americano, de color rojo intenso, sobre una Cruz redonda que asienta sobre un Calvario. La altura de la Cruz es de 2 m. aproximadamente. Es transportada a hombros por 16 cofrades sobre una peana, cuyas faldas fueron confeccionadas por hermanas de la cofradía. Los cuatro faroles que iluminan la imagen desde las esquinas fueron, también, donados por cofrades.
Carroza de la Tercera Palabra
Dotada de ruedas y empujada por 10 cofrades.
Carroza de la Quinta Palabra
Dotada de ruedas, con los 6 portadores situados debajo de la misma. Es conducida desde el interior