Ayuntamiento de Zaragoza

Juventud / CIPAJ

Sexo en Internet

Tal vez este título pueda generar expectativas ?desmedidas? entre nuestros jóvenes lectores; pero me temo que no vamos a descubrir maravillas novedosas en las que adentrarnos, para encontrar en la red lo más asombroso y llamativo, sobre sexualidad. Curiosamente, lo que vamos a hacer es poneros en alerta, ante ofertas de tal tipo, y sobre todo, a generar una sana crítica para poder extraer unas mínimas pautas de cordura, y así poder manejarnos por este territorio inhóspito y salvaje, que es en ocasiones Internet.

Creo que no descubriremos América de nuevo, si indicamos que el negocio de la pornografía es uno de los más rentables y que mejor se ha amoldado a las peculiaridades de Internet. Más que lamentarnos, la pregunta que nos hacemos es ¿Por qué? ¿Qué peculiaridades tiene Internet para haberse convertido en el principal escaparate sexual del planeta?

Os animamos a acompañarnos por algunas claves que pueden dar respuesta a estar preguntas; y sobre todo, a proponer algunos cuidados para no sucumbir a los cantos de sirena, no siempre fiables del océano cibernético.

Acceso desde el anonimato.

La vida real nos mete de lleno en la dinámica de exponer, en mayor o menor medida, aquello que deseamos. Este deseo tiene que negociar con los otros que lo perciben y en esa dinámica social, hay una especie de acomodación entre lo que quiero y lo que puedo y debo. Internet nos saca de ese saludable control social y nos ofrece la posibilidad de dar rienda suelta a los deseos más salvajes.

Facilidad relacional y propuestas difusas de encuentro.

Todos necesitamos de la intimidad, es un elemento básico de la relación humana. En ocasiones el contacto directo nos pone difícil establecer relaciones de intimidad, porque todas tienen un riesgo que asumir: ser vulnerables ante el otro al que nos abrimos. El mundo de los chats, las comunidades, etc? facilitan la intimidad sin riesgo y como tal, siempre van a tener gran éxito.

Sin embargo, el matiz está en que la comunicación es sólo digital (cifrada, letras que se escriben) y falta la comunicacón no-verbal (gestos, sonrisas, posturas, suspiros, silencios?) que son tan comunicativos como las mismas letras. No es lo mismo decir me gustas con gesto duro y distante, que decir me gustas con sonrisa y musicalidad. En la comunicación verbal estos mensajes son opuestos; pero en la red son iguales. A veces leemos, lo que necesitamos leer, y nuestra imaginación, deseos y necesidades, adornan la comunicación digital con lo que más nos encaja.

Sobre lo que acaba imponiéndose.

Obtener notoriedad y atención e la red, no es tarea fácil. ¿Qué es más llamativo? Pareja feliz que tiene relaciones sexuales sosegadas; o pareja tumultuosa que expone su vida sexual a través de la webcam, ofreciendo imágenes reales de multiorgamos, a la par que hacen malabares con el pene, mientras cocinan un risoto con el pie que les queda libre, dado que el otro está siendo empleado para hacer un masaje a la pareja, que intenta no ahogarse por la abundancia de la eyaculación femenina, asiéndose con fuerza al punto G, por la presión ejercida de tan potente y desbocado torrente genital.

A veces la excepción se convierte en norma, y generalizar en base a ello, distorsiona la realidad. La sexualidad se utiliza para llamar la atención, pero aquello que llama la atención ¿Es lo habitual? A veces creo que estamos en una carrera hacia el más difícil todavía, que no sabemos muy bien a donde nos va a llevar.

De todos modos, que nadie piense que denostamos Internet y sus posibilidades. Al contrario. Un carpintero quiere tener herramientas buenas y diferentes. A veces necesita un destornillador, otras una clavadora automática y otras un martillo. Sabe que en función de los objetivos, unas herramientas se adaptan mejor que otras. El problema del mal carpintero es usar una clavadora, donde iría mejor una unión con tirafondos. Pero eso no implica, que el carpintero deteste la clavadora automática.

Internet es una herramienta, y la clave estará en la pericia de los usuarios. Es ahí donde queremos ayudaros a reflexionar mínimamente. Es una herramienta nueva y como tal se sobrestima o se sataniza. Y probablemente ninguna de las dos posturas sea la más sensata.

Conclusión

Para finalizar, os animamos a tener claras algunas cuestiones:

  • Qué busco y porque lo busco.
  • Necesito lo que encuentro o no me aporta nada.
  • Lo que encuentro es lo habitual o es una excepción.
  • Añado ingredientes personales a lo que percibo o soy realista.
  • Y sobre todo? ¿Soy crítico o me creo todo lo que veo y me cuentan?

Nada más, jóvenes lectores, para esto y para mucho más, estamos a vuestro servicio en la Asesoría Sexológica del CIPAJ: gratuita, confidencial y con el máximo rigor profesional.
Silberio Sáez y Santiago Frago.
Asesores sexológicos del CIPAJ y de la Universidad.

DONDE ACUDIR

CIPAJ, Centro de Informaci�n Juvenil.. Casa de los Morlanes. Plaza San Carlos, 4. 50001 Zaragoza. Tel. 976 721 818. cipaj@zaragoza.es